El viejo Mórtimer era dueño de una enorme granja y una de las más importantes en el país, era una de las principales productoras de maíz, frijoles, trigo, productos lácteos, en fin, era una muy importante granja para todos los habitantes de aquel lugar. Había también muchos trabajadores pero eso no era una excusa para que Mórtimer no trabajara, más bien, aun teniendo su gran edad, laboraba mejor que muchos empleados del lugar.
Este viejo señor estaba casado con la que era su "amor verdadero" desde los dieciocho años, María Soledad, ellos vivían en una de esas casas de campo cerca de la granja, siempre fueron felices viviendo, y vivieron mejor desde que tuvieron a un niño en esa cabaña también, le habían puesto por nombre Jack, que según ellos demostraría lo rudo y fuerte que sería al crecer, y vaya que si acertaron porque cuando Jack llegó a la edad de quince años era conocido en el colegio al que asistía por nunca dejarse ante un insulto o una pequeña molestia de alguien más a él, era bastante temperamental y callado, él en su tiempo libre solía practicar técnicas de pelea en el granero con un saco lleno de estiércol que él mismo había llenado como un trabajo que le había puesto su padre.
Con el tiempo, Jack pasó de ser alguien callado y defensor de sí mismo a un asesino descontrolado. Él había asesinado a más de cuarenta personas en lo que llevaba desde que se convenció a sí mismo de que nadie tenía el derecho a vivir, sin contarse, obvio. Aunque para ser un asesino muy joven no era nada tonto, él planeaba cada una de sus muertes con tiempo y se dejaba llevar haciendo sufrir a la víctima antes de que diera su último suspiro, cabe destacar que no mataba solo por diversión o solo por venganza, él lo hacía porque esas personas causarían más daño a otros seres inocentes, por ejemplo; una vez mató a un hombre que maltrataba a su esposa y su hija, luego asesinó a una mujer que una vez pateó a su mascota sin sentido aparente. Jamás lo había descubierto, ni siquiera sus padres sospechaban de lo que podía causar su hijo a otras personas, lo que le pudieran causar a él...
Cierto día, como alrededor de las cuatro de la mañana, Jack se encontraba descuartizando a una niña de doce años que le había gritado a su pequeño conejo blanco con ojos rojos, claro que eso si era parte de la locura, pero eso ya se podía definir desde el momento que se oye que "Asesina para hacer justicia", esta niña se llamaba Maggie y tenía un rostro muy estándar entre las personas de género femenino del pueblo, ya sabes; pecas, cabello pelirrojo y las dos típicas colas con trenzas, ojos claros y piel clara también. Jack estaba lamiendo la sangre que se encontraba en el cuchillo mientras sacaba varios órganos del interior del infante cuando escuchó que llamaban a la puerta en nombre de la ley, Jack ya había planeado el escape de aquella casa por lo que, siguiendo el plan, saltó de la ventana trasera de la segunda planta, aunque no había calculado bien la altura de aquella casa y se rompió el hueso de la pierna derecha al caer, así que se fue al maizal dela granja que estaba muy cerca mientras se arrastraba con las manos por el suelo lleno de polvo que entraba en su boca y ojos hasta que llegó a donde había uno de los muchos espantapájaros que habían en la granja por su extenso tamaño, él comenzó a tocarse la pierna en forma de masaje para clamar el dolor, entonces unos policías lanzaron disparos al maizal de forma aleatoria porque habían visto que Jack se había ocultado ahí, la mayoría de disparos quedaron muy lejos de Jack pero al ser tantos más de cinco de esos disparos le dieron a él, haciendo que el dolor fuera ya insoportable, él era creyente y era un seguidor de Dios, aunque también creía en aquel ser llamado Satanás, Jack pensaba que todo lo que le había hecho a otras personas no tenía perdón de Dios, por lo que en el momento comenzó a rezarle a el Diablo para que él fuera curado y pudiera salir ileso de aquella persecución, porque aunque los policías vieron que alguien era sospechoso, no sabían que era Jack. Comenzó a rogar y rogar hasta que se recordó que tenía una cruz en su bolsa trasera, así que la sacó y poniéndola invertida comenzó a rezar por segunda vez, hasta que vio como todo se volvía silencioso, como todo se ponía en pausa y todo perdía el color, fue entonces que apareció un hombre con un saco enfrente de él, Jack se puso de pié si darse cuenta que el dolor del pié estaba desvanecido, al igual que el dolor de las balas en su cuerpo, Jack vio fijamente a ese hombre con saco y le preguntó:
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JACK EL ESPANTAPÁJAROS
HorrorNunca creas que eres lo suficientemente inteligente como para engañarlo. Esta es la historia de Jack, quien después de hacer un trato con el ser más peligroso, lo quebrantó y asumió las peores consecuencias.