Mi Platónico, Mi Hermanastro |Zabdiel De Jesús|

Fue Espectacular |Capítulo 36| ¡Especial Decembrino 2/3!

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Esta semana en México fue de la mejor, fuimos al zoológico de Chapultepec, también al Palacio de Bellas Artes, muchos lugares de aquí de la CDMX, muy hermosos a decir verdad.

Jonathan vio lo del negocio que papá le dejo, resolvió uno que otro inconveniente y al final, todo quedo en orden.

Ahora mismo estamos en el avión, de regreso a Puerto Rico. Extraño a Sebastían, pero extraño más a Zabdiel y a mis amigos. A la persona que menos extrañe, es mas, ni pensé en ella, fue Fernanda.

—¿Cuánto tiempo tardaremos _____?—preguntó Azul, ella estaba sentada conmigo, Zhamira con Chris y Jonathan.

—No sé, pero te recomiendo dormir

Ambas reímos, se acomodó a su manera y cerró sus ojitos. Pronto el sueño se apoderaría de mi, así que opte por hacer lo mismo que la menor.

—______, ayudanos

Esa voz, esa voz era la de Zhamira, pero ¿de dónde salió?

—Te dije que no te metieras con él, aquí están las consecuencias

De la nada, se encendieron tres luces, Azul, Zhamira y Christopher estaban frente mía, amarrados a una silla.

—Ahora, tendrás que elegir a quién salvas, si a Christopher, a la pequeña Zhamira o a la pequeña Azul

No, por Dios no. No ellos.

—¡También podemos hacer promoción! ¡3x1!

¡Esta chica esta enferma! ¡Esta mal!

—Pero, mejor hagamoslo más divertido, tu vida, por la de ellos tres.

—¡Dejalos ir! ¡Matame a mi, pero a ellos dejalos ir!

Ya estaba llorando, es más preferible que yo muera, a que a  ellos los mate delante mío, yo viviría con ese trauma, con ese cargo de consciencia en mi.

—¡Perfecto! Así todos felices

Christopher estaba rogándome que no lo hiciera, que no la dejará, pero ya era tarde, ya había tomado mi decisión.

Ella ya estaba apuntando hacía mi, ella disparó.

Abrí los ojos de golpe, toque mi frente y estaba sudando frío. Sólo fue una pesadilla, una de muy mal gusto.

—Ahora tú ¿Qué tienes?— preguntó Chris, por lo que vi, Zhamira, Azul y Jonathan estaban durmiendo.

—Tuve una pesadilla de muy mal gusto

—¿Quieres contarme?

—Cuando lleguemos a la casa ¿Vale?

—Está bien.

No hablamos más, el resto del vuelo me la pase escuchando música con los audífonos. A Thousand Years era una de las canciones que más me tranquilizaba. Después sonó A.M. de 1D, esa canción me recordó las primeras veces que hable con Zabdiel, porque por lo regular siempre hablábamos en la mañana. Estar con él me hace tan bien pero tan mal al mismo tiempo.

Por el momento mejor no pienso en eso.

Esa semana en México me hizo tanto bien, una semana entera sin problemas, sin mensajes de Lizeth, sin ver a Fernanda, una semana sin estrés fue espectacular.

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¡Habrá sorpresa en unas horas!

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