Una mirada al interior

12 1 0
                                    

Algunas noches se les permite a los estudiantes quedarse hasta más tarde en los patios del castillo y hoy es una de esas.
Una noche esplendida gobierna, calmada y serena, la infinidad del firmamento. Theseus Peverll, profesor de defensa contra las artes oscuras, había decidido que sería la noche idónea para enseñarles a sus alumnos un hechizo que los defendería de unas de las criaturas más repugnantes del mundo mágico, los Dementores.

- Este antiguo y misterioso encantamiento les permitirá conjurar un guardián mágico, una proyección de todos sus sentimientos alegres. El Encantamiento patronus es complicado, de hecho muchas brujas y magos son incapaces de producir un patronus completamente corpóreo, un guardián que por lo general toma la forma del animal con el que comparten una afinidad muy profunda. A parte de la defensa contra Dementores también les será útil contra los Lethifolds, criaturas absolutamente terroríficas a mi parecer. - el Sr.Peverll se paseaba entre ellos con una mirada seria pero a la vez alegre - quiero que trabajen en parejas, necesito que busquen en su memoria el recuerdo más feliz que tengan, un momento de euforia y alegría. El movimiento que tendrán que ejecutar con sus varitas es el siguiente - llegando a la cabeza del grupo, dónde todos podían verlo, el Sr.Peverll se giró de cara a sus alumnos y ejecutó con su varita un movimiento en espiral en el sentido de las agujas del reloj. Después de hacerlo agregó - además de esto deberán, obviamente, pronunciar el hechizo, Expecto Patronum, sencillo y claro - a continuación hizo una explendida demostración. Después de hacer el movimiento y haber dicho las palabras, brotó de su varita una pequeña cobaya plateada que corrió/voló entre los estudiantes dejando tras ella un haz de luz plateada y brillante. Con una gran sonrisa al oír los murmullos de emoción y sorpresa, el Sr.Peverll finalizó - adelante, ¡comiencen!

Todos formaron parejas de manera sencilla y los menos pacientes ya estaban intentando conjurar a su guardián. Álex miró a su alrededor para buscar algún compañero, preferiblemente Alba, pero no la encontraba en ninguna parte... Empezaba a desesperarle el hecho de que, al parecer, Alba se había esfumado de la clase.

- ¡Perdona Álex! ¿Estás bien? Lo siento en serio, alguien chocó conmigo y acabé cayéndome - Álex estaba absolutamente pasmado, patidifuso, en shock. Tenía encima de él a Theo, al mismo al que prácticamente no podía ni hablar - permiteme ayudarte por favor, lo siento muchisímo - mientras lo ayudaba a levantarse Theo siguió pidiendo perdón una y mil veces más, seguia hablando pero Álex no lo estaba escuchando, estaba mirando como Alba se reía por lo bajo junto con una amiga suya... Obviamente había sido ella, quien más sino - ¿Seguro que estás bien? - Theo lo miraba preocupado.

- Eh, sí, claro. Tranquilo no es nada, en serio - le respondió tartamudo.

- Realmente me siento el mayor estúpido cuando hago estas cosas - dijo Theo entre risas, Álex sonrió y pensó que no había nadie más estúpido que Alba - Bueno, esto, ya que estoy... ¿Tienes pareja? - Álex se quedó aún más pasmado - Bueno, claro, si quieres ir conmigo. No me extrañaría que no quisieras hacerlo, soy Slytherin después de todo - dijo haciendo gestos exagerados con las manos - seguro te suelto un maleficio o algo... - parecía triste...

- ¡No! Quiero decir, quiero ir contigo, bueno, es decir no me importa ir contigo - tartamudeaba - no es problema que seas tú, que seas Slytherin digo, bueno, sí, ya sabes - a esas alturas Álex balbuceaba cualquier cosa, por suerte, Theo estaba sonriendo.

- ¡Genial! Pues adelante, empieza tú, después de todo, eres el joven promesa del curso - dijo dándole un pequeño empujón - Adelante

- Eh, bueno, sí... - Álex nunca había practicado un patronus, y ahora tenía que hacerlo delante de Theo. Si no se desmayaba, sería el mayor milagro de la noche. Respiró para intentar tranquilizarse, empezó a buscar en su memoria un recuerdo dichoso... ¿Cuál podía usar? Habían tantos. La primera vez que vio un hipogrifo, su primer libro de hechizos, la primera vez que su padre lo llevó a ver criaturas salvajes, habían tantísimos recuerdos alegres que no lograba decidirse. Cuando hubo elegido usar su primer paseo en escoba con su hermana y su lechuza por las montañas cercanas a su casa, respiró de nuevo profundamente - allá voy - dijo en un susurro - ¡EXPECTO PATRONUM! - gritó de manera alta y clara. Una luz resplandeciente brotó de la punta de su varita, era muy debil, pero allí estaba. Pronto se apagó y bastante decepcionado se volvió a mirar a Theo, el cual lo miraba asombrado y maravillado.

- ¡Casi lo consigues! Eso fue genial, pero ahora es mi turno, espero que mi guardián sea un animal tan increíble y elegante como Slytherin, realmente, solo quiero eso - dijo antes de cerrar los ojos y levantar ligeramente su varita. Poco tiempo después dibujó una especie de sonrisa arrogante en su rostro y levantó su varita totalmente - ¡EXPECTO PATRONUM! - de la punta de su varita brotó una fuerte luz blanca que hizo a todos girarse a mirar. A pesar de no haber tomado forma la fuerza de aquel patronus era increíble para ser el primero que convocaba - Bueno, me esperaba más - dijo Theo con superioridad intencionada mientras el Sr.Peverll se acercaba emocionado.

- ¡Eso estuvo estupendo chicos! Ambos, sigan así, busquen recuerdos aún más felices de los que acaban de usar y ¡pronto podrán convocar un patronus corporeo! - dijo con una sonrisa de oreja a oreja.

- ¡Alba es increíble!

El Sr.Peverll se giró sobre sus talones para soltar un "¡ESO ES LO QUE BUSCAMOS, SI SEÑOR!" con ésto le dió 20 puntos a Ravenclaw por ser la primera casa de la noche en conjurar un patronus totalmente corporeo. Un panda rojo (blanco como la sal en este caso) se paseaba entre los alumnos con absoluta soltura dejando detrás de él una estela que daba gusto a la vista. Era un espectáculo.

Después de ver semejante belleza todos se emocionaron aún más por conseguir el suyo. Estuvieron horas bajo la luz de las estrellas, nadie tenía sueño ni sentía el cansancio, aquella emoción era aún mayor. No mucha gente había conseguido hacer un patronus corporeo, pero no era de extrañar debido a su alta dificultad. Aún así Álex no pensaba rendirse. Había probado tantísimos recuerdos que se estaba quedando sin ideas. Cerró de nuevo los ojos. Un recuerdo le vino a la memoria. ¿Podría ser ese el que necesitaba? Álex se preguntaba si realmente sería ese el recuerdo necesario, pero no lo sabría a menos que lo probara. Levantó la varita y haciendo el movimiento dijo, con los ojos cerrados, más suave de lo que esperaba - Expecto patronum

Suspiros de sorpresa inundaron el aire junto a la voz del Sr.Peverll.

- ¡Increíble Álex, simplemente magnífico, no me esperaba menos de tí! - dijo con notable emoción y alegría -que elegancia y cuanta belleza en una criatura tan temible

Álex abrió sus ojos para encontrar a un increíble Neodragón volando encima de su cabeza en circulos mientras lanzaba bocanadas de fuego de luz plateada. Ni él mismo se esperaba eso, realmente no había pensado en que animal podría ser su guardian, pero no le importaba en absoluto que lo fuera aquel.

...

La clase acabó entrada la madrugada. Nadie notó el cansancio hasta que cada uno estuvo en su respectiva habitación y metidos en sus camas. A pesar de ello Álex no podía evitar seguir pensando en la expresión de asombro y sorpresa en la cara de Theo mezclada con un cierto toque de envidia. Él no había conseguido materializar su patronus pero Álex sabía que lo lograría. Los parpados empezaron a pesarle al rato de estar pensando en lo increíble que había sido la clase. Poco a poco se quedó dormido para encontrarse en sueños con el recuerdo que había utilizado para invocar su patronus...



Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Mar 25, 2021 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

El último curso y medioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora