Hazme el Amor!!

Intentando seducirle

Hacia dos años que vivía en su casa. Aunque era mi compañero de piso nunca venia mas de una semana, pero cada vez que venia yo pensaba lo mismo "Ojala se quedara" hasta que un día mis plegarias se cumplieron. 

No pude contener el aliento cuando lo vi abrir la puerta. Estaba mas bronceado que la ultima vez que volvió.  Me preguntaba que aventura me contaría esta vez. ¿Lo habrían vuelto a secuestrar? ¿Habría salvado a otro soldado de morir desangrado? ¿Habría vuelto a alimentarse de carne de antílope  durante una semana? El era así, le gustaba la aventura. Llegar a donde los guías no se atrevían a entrar.

Lo observe detenidamente, en su rostro se veía que había sido un viaje agotador. Me acerque para ayudarle con el equipaje, esta vez llevaba mas cosas de lo habitual. Le roce tímidamente la mano cuando fui a coger su maleta. El me dedico una sonrisa, adoraba sus labios perfectos, todo en el lo era. 

-Creo que esta vez me quedare mas tiempo, estoy planteándome dejar la ONG.- Me dijo mientras se quitaba aquella americana dejando a mi vista sus brazos musculosos. No pude evitar morderme el labio, imaginándome rodeada por aquellos brazos. 

-Valla siento oírlo, ¿te ocurrió algo?- Le pregunte quitándome de la cabeza las ideas que empezaban a pasar por mi mente. 

-Nada en especial, supongo que ese es el problema, quiero cambiar de aires, me apetece trabajar de nuevo en un hospital, total eso quería hacer cuando acabe la carrera hace años.- Note como sus ojos recorrieron mi cuerpo, soy una chica con muchas curvas, y se cual es mi punto fuerte.

-Seguro que no te cuesta nada de trabajo, tienes un curriculum asombroso- Le dije juguetona mientras intentaba hacer como si no pudiera levantar el asa de su maleta de ruedas, sus ojos no tardaron ni un segundo en bailar hacia mi escote.

-Trae, tiene su truco.-Me dijo acercándose, sus manos envolvieron las mías, nuestras miradas se cruzaron.-Listo, tienes que darle al botón de la parte de abajo- yo aproveche para acariciar con suavidad sus brazos.

-Te echaba de menos, esto se queda muy triste sin ti.- Y como siempre algo tuvo que romper la magia.

-Lina ¿Te has dejado el horno encendido?- 

"¡Pues claro que si Lina, por si tenias alguna oportunidad le incendias la casa!" Pensé.