La maquina.

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El sótano quedó en completo silencio mientras las chicas se miraban entre si, Esteban caminaba de un lado a otro intentando descifrar la función de aquel artefacto, llegaba justo hasta el techo del sótano y tenía varias manijas y botones que parecía estar oxidados, su aspecto tenía que ver con la edad media pues no parecía una maquina moderna. 

Un grito en la casa hizo que los chicos se sobresaltaran:

-¡CHLOE!, cariño ¿estás aquí?

-¡Si!-respondió automáticamente y se giró para subir las escaleras.

-¡Espera!- escuchó- te acompañaré.

Chloe y Mike subieron las escaleras y se dirigieron a la cocina.

-Gracias por tu ayuda Mike, ya puedes irte a casa-Dijo Diana con un tono de voz seco y se giró para terminar de preparar la cena.

Chloe miro suavemente a Mike e hizo un ademán para que este saliera por la puerta de la cocina, se acercó suavemente a su oído y en un susurro casi inaudible le dijo:

-También la afecta la mudanza aunque no lo admita, gracias por tu ayuda.

Mike se retiró y Chloe esperaba a que su madre le dijera algo, pero antes de que si quiera le preguntara que sucedía su madre dijo:

-Cariño, ve a decirles a Natalia y Esteban que se vallan a casa, y ven a ayudarme a preparar la cena.

Chloe estaba un poco extrañada por el comportamiento de su madre, sabía que le estaba ocultando algo, y odiaba que no se lo dijese, salió de la cocina sin decir una palabra y se dirigió al sótano.

En tanto se dispuso a bajar las escaleras notó que había mucho silencio, así que buscó a su amiga con la mirada y se sorprendió al ver aquella escena, Esteban la agarraba por la cintura haciendo que los músculos de sus brazos se tensionaran y, con sus ojos avellana inspeccionaba su mirada mientras ella le quitaba un pequeño mechón de cabello del rostro, el cabello rubio de Natalia relucía debido a los rayos del sol que alcanzaban a entrar por la minúscula ventana y hacían que su figura luciera mucho mas bella.

Veo que al parecer mi madre no es la única que me oculta cosas pensó mientras subía nuevamente las escaleras y hacía sonar la puerta para anunciar su llegada.

-Chicos mi madre quiere que se vallan a casa, dijo tratando de quitar de su mente la escena que había visto.

-Bien, supongo que nos veremos mañana chicas, dijo Esteban luciendo incomodo y se dirigió hacía la puerta para salir.

Chloe esperó unos instantes con la esperanza de que su amiga le contara lo que había sucedido, sin embargo lo único que logró fue crear un incomodo silencio en el recinto.

-Subamos.- se resigno a decir al fin.- Es hora de que vallas a casa, creo que mamá quiere decirme algo.

Cuando ya estaba en la cocina su madre se quedó totalmente callada con la mirada fija en ella.

-Ya suéltalo, dime que es lo que pasa.

-Camile vendrá a cenar hoy.-dijo Diana como si lo hubiese ensayado muchas veces en su mente-se quedará el resto de la semana y, es probable que se mude con nosotros también.

Chloe se quedó totalmente en silencio, sentía la rabia aumentar poco a poco.

-Sé que ustedes no se llevan bien pero deberás hacer un esfuerzo.

No importaba lo que su madre le dijera, la rabia seguía aumentando, ¿por qué había esperado hasta el último momento para decirle?, y por si no fuese poco también su mejor amiga le ocultaba cosas, ¿le diría algo antes de la mudanza?, ¿Qué era aquel extraño objeto el el sótano?, Chloe no quería preguntar y ya empezaba a desesperarse, sin embargo, antes de que pudiese entrar en una crisis nerviosa el sonido del timbre la saco de su mente.

A través del tiempo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora