Enamorarse de Bianca Santoro había sido tan fácil, tan natural, casi como respirar, querer a sus hijos era inevitable sí la amabas a ella.
Lo complicado era luchar contra todos sus demonios para alcanzar un poco ella. ¿Lo peor? Luchar contra la sombra de un amor.
Muy en el fondo siempre supo que fracasaría, desde la primera vez que lo intentaron en Boise y lo dejaron porque no estaba lista, siempre supo que jamás la tendría para él, pero realmente no pueden culpar a un hombre por tener esperanza.
Había hecho todo lo que había podido, pero no lo había logrado.
Jamás olvidaría aquel día, tenía pensado disculparse cuando la vio entre toda la gente, una preciosa llama entre la muchedumbre. Para él, ella era como la miel a las abejas, jamás lograría mantenerse apartado.
Iba concentrada por lo que no lo vio, había tratado de esquivarla, pero fue muy tarde.
— ¿Bianca? —Hermosos ojos verdes mirándolo— ¿Qué haces aquí?
No podía evitar preocuparse por ella. Lo miró sin responder y él fue capaz de ver esa chispa en ellos, ese hermoso resplandor en su rostro, uno tan familiar, uno que conocía tan bien pues lo había visto muchas veces, pero nunca tan hermoso como el de Bianca.
—Estás embarazada.
— ¿Cómo? —sonrió.
—Tus ojos brillan Bianca, brillan de la misma manera en la que lo hacían cuando estabas embarazada de los mellizos.
Bianca lo observó por unos minutos.
—Tengo miedo… Liam ¿Qué voy a hacer? Yo… lo siento tanto. —no era estúpido y desde un inicio sabía que ese bebé no le pertenecía, tampoco iba a fingir que aquello no lo destrozaba.
—Es de él ¿cierto? ¿De Mark? —era obvio, pero necesitaba escucharlo, que fuera ella la que le diera el tiro de gracia— Tranquila Bianca, los dos sabemos que él te ama, no hay manera de que esto salga mal creo que fui demasiado ciego al creer que yo podría lograr arrancarlo de ti, sabemos que es imposible, debes ir con él ahora que tienes la oportunidad y que lo nuestro aún puede ser lo que era cuando nos conocimos.
Era el discurso más doloroso que había dicho en su vida cada palabra cómo una espina clavándose dentro de él.
— ¡Oh Liam! —Lo abrazó— Lo siento tanto, lo intente, te lo juro que lo hice.
—Tranquila amor —dijo acariciándole el cabello lentamente— mientras tú estés bien yo lo estaré.
Se alejó lo suficiente para limpiarle las mejillas y besar su frente.
—Yo…
—Tal vez deberías ir a darle la noticia a Mark, probablemente sea lo que necesita para terminar de recuperarse y los niños van a estar tan felices de saber que tendrán un hermanito.
Entonces ella se fue.
Había sido incapaz de seguir trabajando por lo que tuvo que pedir el resto del día.
— ¡Baxter! —apenas sí se detuvo para escuchar a su jefe— Mañana llega tu nueva alumna.
—Sí, claro. —así como entraron sus palabras así salieron.
Llegar a su apartamento fue aún peor, había detalles de Bianca por todas partes, lo único que quería hacer era ahogarse en alcohol, pero su vena médica se lo impidió tenía pacientes que esperaban por él, mujeres que necesitaban saber que sus hijos nonatos estaban a salvo, no importaba sí su corazón estaba hecho trizas, pues en cualquier momento podrían llamarlo.
Decidió limpiar su hogar, no podría seguir sí veía las cosas de la única mujer que había amado repartidas por todos lados. Salió a comprar un par de cajas y le llevó gran parte de la tarde comenzar a guardar todas sus cosas.
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Marlee Graham estaba feliz, había terminado su especialidad en obstetricia con excelentes resultados y sobre todo había conseguido un puesto en el Hospital Bellevue.
¿Lo mejor? Tendría a un excelente maestro para guiarla, o al menos eso había escuchado, no estaba muy lejos de ser el director del área de ginecobstetricia del hospital y era uno de los más jóvenes. PROMETEDOR.
Por fin sus padres podrían estar más tranquilos, no les había agradado que decidiera vivir sola y tan lejos, pero sabían que era necesario para ella.
Cargo a Tencha, su gata moteada y se fue a dormir, asustada y extasiada porque fuera el día siguiente.
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Lo Complicado es Recuperarte [Tough 3°] PAUSADA
ChickLitLiam Baxter es un médico exitoso y con dos especialidades, guapo y un maravilloso hombre, el mejor partido para cualquier mujer, excepto para la mujer que realmente ama. Estar enamorado de una mujer no siempre es fácil, mucho menos cuando su corazón...