Capítulo 1:

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P.O.V. de Calum:

Desperté sintiéndome mal de nuevo, odiaba despertar así casi todos los días, y aún faltaban más días para seguir despertando así, sí es que no me curaba pronto.

Mamá tocó la puerta unas cuantas veces y entró.

-Buenos días, cariño. ¿Amaneciste bien? ¿Te sientes bien para ir al colegio? -Se sentó en el filo de la cama.

Se supone que por mi enfermedad no debería ir al colegio, pero yo quería ir, me sentía como un vegetal sin hacer nada en casa más que estar acostado.

Los profesores, sabían de mi enfermedad, por lo que estaban más atentos de mi que de nadie.

-Sí mamá, estoy bien. -Le sonreí levemente.

-Me alegro. -Sonrió-. Date una ducha en lo que yo preparo el desayuno, iré a despertar a Mali. -Asentí. Ella se levantó del filo de mi cama para después marcharse y cerrar la puerta de mi habitación.

Me levanté de la cama y tomé mi teléfono de la mesita de noche, vi la hora, apenas eran las 6:00 a.m. Dejé el teléfono a un lado, y caminé hasta mi baño, ya ahí, hice mis necesidades, cepillé mis dientes e iba a darme una ducha.

Lamentablemente no pude disfrutar mucho de esa ducha, por que un pequeño dolor de cabeza llegó a mi, lo peor es que ese dolor fue incrementando. Me vestí, seguía convenciéndome de que estaba muy bien para ir al colegio.

Pero el dolor era tan que fuerte que me tiré al suelo de rodillas con mis manos en la cabeza, el dolor era horrible, definitivamente no podría ir al colegio hoy y ganar ese partido de fútbol.

-Calum. -La puerta de mi habitación se abrió-. ¿Podrías prestarme... ¡Calum!

Malí me ayudó a levantarme del suelo, al momento llegó mi mamá corriendo.

-Estoy bien. -Dije en un tono convincente.

-No, no lo estás. -Pero mamá siempre me descubría-. Mali, ve por tu padre, iremos al hospital. -Mali me soltó y se fue corriendo. Mamá me ayudó a levantar del suelo-. Vamos, cariño, estarás bien. Pasa tu brazo por mis hombros. -Hice lo que me indicó pero no le dejaba tanto peso.

Bajamos por las escaleras y salimos de la casa. Papá y Mali ya estaban esperando en el auto, mamá me ayudó a subir a la parte trasera del auto aunque no fuera necesario, ella subió junto a mi.

-¿Te duele mucho? -Preguntó mi padre mientras conducía. Asentí.

-Sí le duele. -Contestó mi madre por mi.

-¿Vamos al de siempre o al más cercano?

-¡Al más cercano! -Contestó Mali un tanto desesperada.

Unos cuantos minutos después llegamos al hospital, mi padre y madre me ayudaron a bajar del auto «innecesariamente» y nos pasaron a sala de espera.

Estábamos los cuatro sentados en la sala de espera, esperando a que el doctor apareciera diciendo mi nombre para poder atenderme, cuando vi a una chica con un traje completamente blanco y el pelo tomado en una coleta, por lo que supuse que era una enfermera, una enfermera realmente linda. Llevaba a una anciana en silla de ruedas la cual estaba tosiendo fuertemente llevándose la vista de todos en la habitación, mientras que la chica pasaba rápidamente entre las personas para llevarse a la señora a urgencias. Apenas la había visto y ahora no podía sacármela de la cabeza. Ojalá ella sea mi enfermera.

Varios minutos más tarde una enfermera se acercó a nosotros. Había tardado demasiado y hasta se me había pasado un poco el dolor ya.

-¿Familia Hood? -Preguntó ella.

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⏰ Última actualización: May 21, 2014 ⏰

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Sick Love. «Calum Hood»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora