514 | Yoonmin a la chilena

siete

Odiaba educación física. Y no era porque me daba lata, si con suerte nos movíamos, era porque el profe de mierda se le ocurrió emparejarme con el Hoseok. Teníamos que hacer todo un circuito para la clase, además de representarlo frente a los demás.

-Jimin, Hoseok, les toca.

Gruñé interiormente. Cualquier weón menos el Hoseok no era tanto pedir. Pero igual me tenía que hacer el lindo. La diferencia entre el Hoseok y yo ante la vista del colegio, es que él era farala y yo a penas llegaba a eso. Me acuerdo que para las alianzas del año pasado salió príncipe. Tenía lo suyo el cabro, se movía bacán pero ni un brillo igual. Me sigue cayendo mal.

Me miró de arriba a abajo cuando empezamos a poner los conos.

-¿Qué wea?

-No entendiste nada parece. Andai en la luna -me quitó los conos de repente. Iba a decir algo, pero se me adelantó; -Te dije que primero eran tres alineados y después zigzag. ¿Y qué wea hiciste? Los alineaste todo.

-Hazlo tú entonces si eri tan seco.

Se me acercó tanto que me dio asco. No era como el Yoongi. Este weón se atrevía a tocarme y lo acusaba al profe, así de chupa pico.

-Andai choro, Jimin. Parece que se te subieron los humos a la cabeza después de ir a mi carrete.

Me reí. Quería que pareciera como en típico dorama donde me río de las idioteces y me veo rico, pero no.

-Fome tu wea de carrete -le respondí. Corta.

Y comenzó la pelea del siglo.
Sin wear, me pegó un combo. Me levanté como el ave fénix y lo empujé haciendo que se tropezara. Yo nunca peleaba y era lo único que sabía hacer así que esperaba que el profe de mierda se moviera por una vez en la vida y me salvara.

Y lo hizo.

-¿Qué onda los dos? Partieron altoque a la inspectoría. Insolentes.

Tragué saliva y levanté mi pera. Siempre digno. Miré a mis compañeros y caché al Yoongi haciéndole señas al Hoseok. Pero después me miró y desvió altiro la mirada.

¿Qué se cree este conchadesumadre?

Haciéndola corta, la inspectora nos dejó con la media anotación en el libro y nos dijo que una más y condicionales. Seguro me importa.
Aparte del V, yo tenía otro amigo, el Jin. Él ya iba en cuarto y era un químico notable. Tiembla Walter White.

Me lo encontré cuando salí de la inspectoría y caché que estaba tomando kapo de frambuesa.

-Oye, Jimin. ¿Vai a Ramón mañana? Prende full parece.

Ramón, la Ramón, era una plaza donde todos los del colegio iban a hacer de todo. A mí me gustaba pero ya dejé de ir. Obvio aveces prendía y era terrible bacán.

-Ya po -le sonreí. Me dio un poco de kapo después.

-¿Andai peleando, cabro chico?

-¿Lo dudai?

Se rió, burlesco; -Un poco. Hace rato ya que le andai echando el ojo al Hoseok. Te tengo cachado.

-Más aweonao.

-Dejalo piola nomás.

Fue lo único que me dijo porque se fue. Washito rico el Jin. Estaba cien por cien seguro que él y la profe de química se joteaban, aunque no sé, es muy callado.

Subí al negocio a comprarme un maruchán para el almuerzo. Siempre había comida rica en el casino, pero justo ese día dieron porotos. No gracias.

-Tía, ¿a cuánto está el maruchán?

-750.

¡¿Pero qué mierda?!
En el líder están a 300. Me viven cagando.

Le pedí uno de queso y me lo fui a comer. El negocio estaba en el tercer piso y tenía un espacio libre, como un patio enorme. Me senté a comer y vi al Yoongi apoyado mirando al patio de abajo supongo.

De macabeo me paré y me puse al lado suyo. Desde el día del carrete que no hablamos, pero weón, me lo comí.

Porque después de ese topón que me dio, me tiró a completamente al lado suyo y nos dimos sus buenos besos. Después me quedé dormido.

A penas notó mi presencia se giró a verme, pero con cuea.

-¿Qué querí?

¿Otro más a la defensiva?

-Na', te vine a hacer compañía nomás. Siempre andai solo.

-Ya.

Nada más.
Cada día más fome.
Cuando me iba a ir, me tomó del brazo. Se viene, se viene, se viene.

-Oye, Jimin. Gracias por lo del carrete, ó sea, que me hayai dado alojamiento.

-Cuando querai, mientras no estí tan pesao.

Ninguna expresión, sólo me siguió mirando.

-Ah, y también... Fue un error. Lo que hice fue un error, no estaba pensado.

Quería morir. ¿Me acaba de decir que comerse conmigo fue un error? Ó sea, qué wea. Quería puro botar el maruchán e irme de ahí a hablar con el V. No se qué wea me pasaba pensando que iba a pasar algo más.

-¿Cómo?

-Comerme a la Hwasa. Super mala leche eso.

Suspiré. Gracias vida que me ha dado tanto.

-Ah... -sonreí. Ya estaba medio weón: -¿Entonces no te arrepentí de lo otro en mi casa?

Abrió sus labios y su expresión exageró. Yo estaba cruzando hasta los dedos del pie.
Vamos, Yoongi, dime que no y te como entero ahora mismo y me importa una wea que nos vean.

Suspiró.

-¿En tu casa hice algo? Sorry, se me olvidó todo lo que pasó después del carrete.