Never Be The Same (OS Duamila)

Never Be The Same

Se le recomienda al lector escuchar Never Be The Same en loop.

"Hola

¿Recuerdas la primera vez que me viste? Estabas tan borracha que no me podías enfocar. ¿Te hubieras acercado a mí si no hubieras estado ebria? Sé que si leyeras esto dirías que sí, pero dentro de mí sé que no... Como sea, me gusta recordarte de noche, las luces del alumbrado público te sentaban bien. El asfalto hacían más oscuros tus ojos. ¿Te hubiera gustado conocerme en el mar? A mí no, sé que odias la arena y tu cara combina con la ciudad de noche, con todas esas luces perdidas que nos hacen olvidarnos de la oscuridad. Creo que por eso me gustaste, por un mes no hubo oscuridad en mí y tú bien sabes que me persigue en donde sea que esté. Lo supiste ese día que te conocí, supiste de mis padres, de Sofi y que mis manos no pueden estar quietas. De ti... Sólo supe que te ibas a Francia en un mes, que habías llegado por casualidad a esa fiesta. "Te venía a buscar" dijiste antes de esa sonrisa tan tuya, que se quedó impregnada en todos mis recuerdos.

Hace un mes, dos semanas y cinco días que no sé nada de ti, pero eso está bien, el amor rápido es fácil de olvidar, es incluso mejor tener fecha de caducidad. Sabes cuál es el límite y das todo lo que puedes. 

Te me escapaste entre los dedos como arena, como si fueras tiempo. 

¿Qué fuiste si no un puñado de madrugadas?

¿Recuerdas al vago que nos leyó el presente con sólo mirarnos? En esos momentos creí en el destino, en el por siempre. Recuerdo tus manos ansiosas buscando en tu bolsa dinero para dárselo; no querías ese por siempre, lo entiendo, ¿quién quiere un mañana que no entra en los planes?

Yo sí, Dua, lo quise desde que nos helamos en ese pequeño balcón porque la vista lo valía y nuestras manos rozándose por mi ansiedad continua. Nunca vimos el amanecer porque el edificio no estaba posicionado para eso. Nada es perfecto al final, por eso llegaste despidiéndote, por eso sólo escribo. Pero entender en boca de un vago eso que nunca quisiste decir... Eres una serendipia, una casualidad. Supe que yo lo fui para ti cuando soltaste todo tu cambio para callar al hombre que sabía más de nuestro presente que nosotras. Entendí que buscabas amor y encontraste a Camila Cabello: la chica torpe, que confió en ti desde la primera madrugada, que besaste en la segunda, que adoraba el calor de tu cuerpo cuando el asfalto se enfriaba y tenía la excusa para meterse bajo tu brazo.

"El amor llegó para completarlas". Monedad tintineando. Tu mano temblando, el cigarro crepitando; inhalaste hondo después de que el hombre se fue arrastrando los pies, me miraste con una sonrisa, con el humo escapando por las comisuras. "Lo que me pasa cuando estoy contigo" reíste, volviste a fumar y te besé. Tenía que hacerlo, sellar la promesa del vidente nacido de las sombras, de la jodida esperanza de que significara más para ti. Tus labios eran mi nicotina, la tuya estaba en cajetillas azules. Recorriste desde dentro mi cuerpo, por mis venas y mi sangre hasta llegar a mi cabeza.

¿Pude haber corrido a tiempo? Definitivamente, pude irme con mis amigas, aceptar el Uber que me ofreciste, despedirme e ignorar tu sonrisa. Pero tenía ganas de vivir lejos de mi Universidad y todo el alcohol que nacía del dinero de nuestras becas y padres, quería conocer a alguien que me quisiera por quien soy y tus ojos... Tus malditos ojos me hicieron creer.

La segunda madrugada te confesé que fuiste la primera chica en meses que besé sin alcohol de por medio, me respondiste que por eso te gusté más, por no caer en la lascivia de la ebriedad... Sinceramente siempre decías lo que quería escuchar, pero fue necesario, por un mes de amor no vale la pena mostrarse por completo. Sí, ahora lo sé. Para mí nunca hubo límites en eso del amor, lo aprendí de mis padres, ellos se amaron así. Cada quién hace lo que puede, nosotras...