11. Halloween siempre es una fecha especial

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Capítulo 11: Halloween siempre es una fecha especial.

Artemisa Yaxley podía no ser muchas cosas, no era muy amable, tampoco era la persona mas altruista del mundo, ni la más calmada o pacífica, sin embargo, había algo que ella si era. Y eso era ser muy apasionada con las cosas que le gustaban, y cuando algo le gustaba lo hacía de una forma impresionante, todo lo que se proponía lo lograba. Sin excepción.

Sí, también era muy segura de sí misma.

Es por eso que no era de sorprender que se estuviera luciendo tanto en los entrenamientos de Quidditch, incluso tenía un club de fans (principalmente de hombres) que no se perdían ni uno de sus entrenamientos.

Desde que Artemisa era cazadora, ningún equipo de Hogwarts había podido igualarlos en puntos ni aunque el buscador del otro equipo agarrara la snitch primero. Y aunque al principio los de su propio equipo estaban reacios a jugar con ella, en el segundo partido que habían tenido, el último hasta la fecha, no había nadie que pudiera detenerlos. El equipo de Slytherin actuaba como uno solo, todos complementados entre sí.

Sin embargo sus excepcionales jugadas se debían, en parte, por que se mataban entrenando casi todos los días. Sin importar la condición climática que hubiera, ni siquiera si era una fecha festiva, como lo era el día de hoy.

Cuando el entrenamiento terminó ya era casi hora del almuerzo, Artemisa se acercó hacia donde estaba sentada Maggie en las gradas, que le tendió una botella de agua.

— ¿Por qué últimamente entrenan tanto? —se decidió a curiosear Maggie.

Artemisa se tomó un largo trago de agua antes de contestar, con la voz jadeante y acelerada. Su cabello esa vez estaba de color amarillo, cosa que ocurría cuando estaba muy eufórica.

— En dos semanas tenemos nuestro primer partido con Gryffindor —le explicó—, no podemos perder frente a ellos. Debemos mantener la racha ganadora que hemos estado teniendo hasta ahora y no pienso permitir que perdamos frente a esos gryffintontos.

— Estoy segura de que ganarán —aseguró Maggie mientras se levantaba de la tribuna y comenzaban a caminar hacia el castillo—. No hay equipo mejor que este, te lo aseguró.

— Así es mi querida Maggie, estás en lo cierto —sonrió, pretenciosa—. ¿Me acompañas a mi cuarto? Odio estar sudorosa —se quejó, con una ligera mueca de asco. Después de todo, pensaba Maggie, Artemisa había crecido en una familia de alta cuna, era normal que actuará de esa forma a veces.

— Solo si te apuras que sino el banquete en el Gran Comedor habrá desaparecido para cuando termines —accedió, siendo tirada del brazo para que caminará más rápido.

Ambas corrían por los pasillos de Hogwarts riendo a carcajadas, de pronto Maggie se vio envuelta en una carrera con Artemisa por ver quién llegaba antes a la Sala Común. Esquivó gente, saltó a la Señora Norris, la gata de Filch, se rió con toda la fuerza de sus pulmones y en un segundo, todo había acabado.

Artemisa siguió corriendo sin darse cuenta de que Maggie se había caído al suelo, debido a alguien que se encontraba atando sus cordones agachado.

— ¡Oye, fíjate por donde vas, idiota! —se quejó Fred, acariciando su hombre. Al caer todo su peso había caído sobre su hombro izquierdo.

Maggie se levantó también, dándose cuenta de que junto a Fred estaban George y dos chicas más, también de Gryffindor. Una de ellas era alta y llevaba pequeñas trenzas en su cabello desde la raíz, y la otra era de estatura baja y cabello corto, ambas eran de tez oscura. Eran muy bonitas, como una belleza exótica.

Las Crónicas de Maggie Snape I: Visiones (Fred Weasley)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora