»Cambios Del Destino«

•Capitulo 1•

"No puede ser..."

Hoy era como cualquier dia uno que era común y corriente, siendo un día más en la vida cotidiana de cualquier persona, en el que las mañanas se sentían frescas y tranquilas como todas las demás.

Bueno... eso no es precisamente lo que dirian los demás si encontraran al chico pelicastaño, de situación económica promedia, y de 18 años de edad, siendo encontrado en las afueras de la editorial Kadokawa-shoten, completamente nervioso de entrar y ver lo que ocurríria

Sin duda, eso no lo pensarían si lo vieran en este momento.

La realidad era otra...

Para él, era todo lo contrario. Él no paraba de pensar que no fuera en otra cosa de lo que pasaba a su alrededor.

Más bien, se sentía intrigado por como terminaría esto...

¿Y quien no?

Suspiraba cada vez más nervioso a cada segundo que pasaba.

—"Calmate, calmate Misaki, no tienes porque estar así..."—Se repetía a si mismo cada vez que sentía su propia inseguridad.

Por el contrario, él no se encontraba sólo, más bien estaba acompañado junto a la persona que siempre le apoyaría en cualquier situación de su vida, a su compañero de confianza, y fortalezas...

Su hermano mayor

Takahashi Takahiro, esperaba con ansias el resultado de su hermanito, todo lo contrario lo que estaba sintiendo Misaki en esos momentos.

—Tranquilo Misaki, todo estará bien—decía mientras le daba animo moral, dándoles unas pequeñas palmadas en su espalda, dándole confianza, para que podiesen por fin entrar a la editorial y pedir los resultados.

—Ni-chan...—Susurraba Misaki con más nerviosismo antes de entrar—Yo... Tal vez no...

—Ya te lo dije Misaki, va a estar todo bien, no te preocupes—Ante su comentario, su pequeño hermano se relajo un poco, enmutando lo que dijo.

—mmm...—

—De cualquier forma... no necesito el dinero, hací que no te preocupes tanto—

—P-pero yo...—Fue interrumpido

—"Takahashi Misaki"—llamo el asistente.

El miedo fue en su totalidad al escuchar la voz de aquel hombre llamándolo para entrar a la oficina.

—Te están llamando, anda—Decía Takahiro con una voz suave y tranquila, para hacerle saber que todo estaría en orden-Te esperare-Con animo le sonrió.

—B-bien—dijo tartamudeando. Sabia que todo dependía de él o de lo que iba a ser su resultado, y eso...era a lo que más temía, porque si fracasaba seria por su insolencia y torpeza que habían hecho que fracasara—¡VOY!

—¡Buena suerte!—Dijo por último el hermano del pelicastaño,antes de que Misaki se fuera hacia la dirección de la oficina.

[...]

Al entrar, tuvo una percepción diferente a la de antes...

Estaba seguro de que esto era mucho peor...

Porque estar en aquella oficia, aparte de verse tenebrosa y fría, se sentía una especie de abrumacion en su ser.