¿Cuando lo había conocido, y como? Soraru no sabía cuándo su vida había cambiado tanto. Ahora, el agudo sonido de las risas de su pequeño tesoro albino llenaban su frágil mente, haciéndolo suspirar y sonreír como un idiota enamorado.
Hace 3 años era un tipo callado al que no le agradaban las celebraciones o días festivos, todo le parecía tan meramente comercial. Y ahora míralo, decorando cada centímetro de su casa para cumplir los caprichos del niño más extraño que alguna vez conoció, y aunque no era en realidad un niño, su actitud solo lo hacía parecer un bebé grandote.
Saben que es lo peor? Que trataba de planear como proponerle a ese niño unir sus vidas por todo lo que quedaba de ellas, y es que no podía negar que estaba enamorado de los pies hasta el último pelo
Sus dedos se deslizaban por el cable de las luces amarillas y naranjas que decoraban de un color enfermantemente cálido su sala de estar para asegurarse de que todo estuviera funcionando. cuando encendió las luces, vio que algunas se habían quemado e hizo una mueca de disgusto mientras puteaba mentalmente la mala calidad de estas.
-soraru-san?- la dulce voz de su compañero provocó que una dulce sensación brotará de cada poro de su piel.
-¿si corazón?-pudo escuchar una risilla escapar de los labios de su menor y sintió como su corazón reía con el.
-¿Puedo ayudarte a decorar el árbol?-se sorprendió un poco por la pregunta y se volteó a ver a su angelito sentado en uno de los sofás blancos e individuales de la sala. Se tardó un poco en responder, puesto a que la pregunta lo había dejado algo desconcertado, y la preocupación se posó en el delicado rostro del albino.
-¿So..soraru-san?
-ah! Lo siento corazón. claro que puedes- le sonrió con dulzura aún sabiendo que albino no podía darse cuenta de su gesto.
El menor sonrió alegremente- muchas gracias soraru-san!-se levantó de su asiento y camino hacia donde creía que estaba soraru, El antes nombrado al darse cuenta de la acción del menor dejó rápidamente lo que estaba haciendo y se acercó a recibirlo. sintió los brazos de mafu enrollarse torpemente en su cuerpo, envolviendolo en un cálido abrazo que fue correspondido casi al instante por el peliazul- ¿Soraru-san?-
-hmm?
-¡te quiero!- mafu restregó su cabeza en el pecho del mayor como un gato amoroso.
-yo te quiero más- beso la frente del albino, luego su nariz, luego sus mejillas, luego su mentón, sus labios y repitió el proceso una y otra vez, gozando de las risillas del menor.
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Soraru y mafumafu caminaban de la mano por fuera de las variadas tiendas de la ciudad. Mafuteru, el esponjoso y enorme perro blanco de mafu, caminaba al lado de su amo siendo sujetado por un arnés mientras movía su cola alegremente y su lengua se congelaba con el frío exterior.
Soraru ojeaba el interior de las tiendas y le decía a mafu lo que lograba ver, si había alguna que llamaba la atención del menor se dirigían inmediatamente a esta.
De hecho, ahora mismo, soraru se encontraba dentro de un lugar en el jamás pensó estar. Era una tienda de peluches, colores pasteles decoraban las paredes y objetos del establecimiento mientras peluches de todas las formas, tamaños y colores eran exhibidos en estanterías blancas.
Daban vueltas alrededor de la tienda Mientras que el peliazul dejaba que el menor tocará y tomara los peluches del lugar, el albino sonreía maravillado mientras sentía las diferentes texturas de los animales de tela.

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a christmas song [soramafu]
Fanfiction"deja que la música llene mis oídos y me llene de la felicidad que no puedo ver" OneShot de navidad algo sencillitoy lleno de fluff, espero que les guste~