Sobre todas las cosas.

Cap.7

¡Por un demonio! Me lo gano por entrometido.
La actitud de Colette ha sido fatal. La tenía en un concepto de joven madura. ¿Madura después de gritarme así? ¡Después de lo que hice por ella! ¡Bah!
Solo me preocupaba su bienestar. El bienestar de una chica que es la primera vez que la trato como se debe y termina corriéndome de su casa. Me tome la molestia de ser amable y hasta cierto punto, buen anfitrión.
Pero eso se termina hoy. No puedo mantener una relación de amistad con una alumna, debemos tratarnos como es.
Amistad. Si es que vuelve a hablarme.
Los pensamientos llenos de coraje, impotencia y vergüenza me atormentan durante todo el transcurso a casa.
Desde que deje a Colette sola, no hago más que pelear conmigo mismo. Me preocupo demasiado por ella. No lo merece. Y ya estoy cansado de darle atenciones especiales.
Termino en el sofá de mi estudio, con los brazos y piernas sueltas. Cierro los ojos para concentrarme en mi descanso. No voy a matarme pensando en cosas que ya pasaron ni me voy a frustrar.
Descanso por 10 minutos para después trabajar un poco en el computador.

-¡Eso mismo!
-Y yo que creía que era amable...
Son las 10 de la noche y sigo hablando con Jane. Desde que se fue el profesor me quede bufando de enojo, pero Jane llegó al notar que su auto se iba. Subió a mi habitación a preguntar por mi salud y le conté todo. Desde cómo conocí a Harry ayer, el profesor y nuestra relación, incluso, algunas cosas que viví en E.U, como mi madre y la muerte de mi padre. A cambio, recibí información de parte ella. Hasta puedo enlistarla.
Tiene 27 y lleva un año en renta del departamento. Su novio Charlie y ella están juntos desde hace un par de años y lo ama con locura. Sé que tiene una hermana mayor y sus padres viven en Liverpool. Además de que su adoración es Lucas, su perro salchicha que oigo ladrar de vez en cuando por las noches.
-¿Y ese chico...- hace una pausa para recordar su nombre
-Harry.- doy un leve asentimiento en forma de entendimiento.
-¿se ha comunicado contigo?
-No lo sé. Mi teléfono está descargado.
-El me ha preguntado.
-¿Quien? ¿Andrew? ¡No puedo creer que lo haya hecho!
-Se preocupa por ti. Es comprensible. Dices que no tiene hijos ¿no es así?
Afirmo.
-Esa podría ser la razón por la cual es así contigo. Te trata como a una hija. Te ve como su responsabilidad.- continúa
-No lo soy. -niego con la cabeza un poco molesta.- No soy ni su hija ni mucho menos su responsabilidad. Como se lo dije; soy lo suficientemente mayor para saber lo que hago.
-¿Pero no te has puesto a pensar en la posibilidad de que no mienta sobré Harry?
-Lo he hecho- admito.- pero no encuentro cuadratura en eso. Así que me quedo con el Harry bueno que siempre ha demostrado ser.
Jane no dice nada al respecto y decide cambiar el tema para pasar a aguas menos peligrosas. No tardamos charlando por la hora y porque necesito un buen baño para sentirme mejor.
Mi vecina y nueva mejor amiga se marcha a su departamento debajo del mío. Busco ropa limpia y me deshago de la que traigo puesta. Abro la llave de la regadera y entro debajo de la cortina de agua caliente que me quema pero soporto solo por gusto. Siento como las cosas caen de mi. Se resbalan y se van junto con el agua por la tarja.
Todos mis problemas y malestares parecen haber desaparecido por el tiempo que dura mi ducha.
Mi cuerpo se relaja notablemente y suelto un suspiro. En estos momentos es cuando más extraño a mama. Extraño la comodidad de su abrazo. Quisiera ser esa niña que deje en el pasado y correr a los brazos de mi madre. Que me consienta como lo solía hacer. Todo parece más fácil mientras abrazas a quienes quieres.
Lanzó otro largo suspiro y me voy a la cama con la intención de dormir más para sentirme mejor, y así poder asistir a mis clases mañana.