Distracción

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Quizá la historia de Genevieve sea solo un cliché común, pero no... Camila ahora estaba acechando al par de chicas desde el salón de física en el segundo piso y Augusto entraba alegremente con la tarea, por decirlo así, terminada.

El jóven dirigió su mirada hacia la chica del cabello azul. tenía la mano derecha apoyada en su barbilla y el suéter de Pull&Bear le caía perezosamente sobre sus hombros, Augusto sacudió la cabeza y caminó hacia su butaca. Astrid arreglaba su bolsa de marca 'Chenson' y sacaba los cuadernos de la materia siguiente, suspiró y relajó los hombros, no podía creer que existiera gente tan plástica en el mundo, claro, a excepción de las modelos de 'Victoria's Secret'.

En cuanto a la chica de la chamarra de Pull&Bear, bueno... tarareaba 'All Of The Stars' de Ed Sheeran. Ella amaba a ese chico, un gran compositor y artista inglés poco conocido... pero los que saben de su existencia saben que sus canciones son expresivas y correspondidas. Pronto el maestro argentino entró por la puerta y se colocó frente a la clase.

-Muy bien alumnos, el día de hoy nos colocaremos en vinas por número de lista- simples palabras para destrozar un día, en especial el de Genevieve. Genevieve era la penúltima en la lista y Augusto estaba por debajo de ella, así que les tocaría juntos.

Genevieve PDV

¿Enserio? El chico me ponía de los puros nervios y todavía el asqueroso argentino se pone a decirnos que debemos estar en parejas. Apesar de que hablaba con fluidez el idioma de la materia, no quería decir que el acento argentino no se le saliera. Augusto resopló y me miró cinco filas más alejado de mí, levantó una ceja y le saqué discretamente el dedo de enmedio, el rió y se acomodó en su lugar.

Poco a poco los estudiantes se levantaron de sus butacas a buscar a sus respectivos compañeros, y me sorprendí a mi misma caminando hacia el lugar del gorila parlante.

-Hola chica- saludó coqueto.

-¿Debería saludarte?- respondí fría.

Augusto soltó una pequeña carcajada y alargando una mano acercó un lugar vacío para que pudiera sentarme. Suspiré y me dejé caer sobre la silla, Dios. 

-Muy bien, ahora tendrán que hacer...- la voz del profesor resonó en toda la habitación, menos en mi mente, quiero decir... tengo al crush de mi mejor amiga frente a mí, por segunda vez en el día.

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-Está bien- resopló y me miró- como es obvio que el inglés no se te da...

-¿Quién dice que no?- le dediqué una mirada asesina.

-Bien, da igual- tomó su lapicera y empezó a escribir la fecha- tenemos que hacer un proyecto sobre las relaciones humanas.

Perfecto.

-¿En inglés?

-Sí, es obvio ¿no?

Gruñí ante su respuesta. Apesar de que la música en inglés era casi mi vida, hablar el idioma se me complicaba mucho. Rodé los ojos y puse mi mirada en el papel. Augusto relajó sus hombros y empezó a hablar. De nuevo, estaba distraída.

-...y tendremos que juntarnos en algún lugar- suspiró y arrojó su lápiz a mi cuaderno ¿a qué hora había cambiado ese viejo lapicero?, subí mi mirada, sorprendida, y dije:

-No es opcional.

Y no pensé que me iba a responder:

-Probablemente nos veremos en la necesidad de hacerlo.

Bien, estaba delirando. El chico había estado aspirando droga últimamente. 

-Espero que no.

La chicharra sonó, taladrando mis oídos. Volví a suspirar, probablemente tendré un récord por eso, recogí mi mochila y los libros del pupitre, necesitaba un descanso, y salí del salón, pero mi acción no duró por mucho:

-Bien, estoy oficialmente celosa- dijo una voz familiar.

-Probablemente, pero yo no- me giré y me encontré con Astrid.

-Vamos, esa no fue una coincidencia- empezamos a caminar rumbo a la puerta de salida.

-Pero el chico es tu amor platónico, Astrid.

-Lo sé- suspiró dramáticamente- lo sé.

Un día sin ti es simplemente injustoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora