De tu mano por siempre

-Capítulo 12-

Lizhet fue una gran amiga para mi, como de las que creo que ahora ya no hay, me aconsejaba, reíamos, jugábamos y siempre quería lo mejor para mi, éramos muy unidos, de cariño nos decíamos hermanos, ella me decía hermano y yo le decía hermana, algunos pensaban mal de nuestra amistad, que era algo más, pero no era nada mas alejado de la realidad, todo era normal, éramos hermanos, hasta ahora lo somos, el año pasado estábamos juntos en el salón, ella fue la primera en enterarse de lo que comencé a sentir por Camila, incluso me aconsejaba, que si la quería le hable, nunca le hice caso, no le hacía caso a nadie, pero este año ya no está, se cambio de colegio, me dijo que fue algo repentino, que no se lo esperaba, y que estaba muy triste, que nos iba a extrañar, y sí la echo de menos bastante, sobre todo sus consejos, pero bueno, lo que el chato me dijo fue que Camila también pensaba un poco mal de mi amistad con Lizhet, que le incomodaba un poco, pero nada más.

Algún día volveré a hablar con Lizhet para contarle lo que esta pasándome, que es algo muy extraño y que me gusta mucho.

Al día siguiente:

Me despierto y veo que ya son las 10 am, esta vez me he pasado de dormilón, mi mamá no está en casa, seguro se fue al mercado, anoche estuve mucho rato pensando y por eso dormí demasiado tarde, recuerdo que tengo una tarea importante, cojo rápidamente mi cuaderno y hasta olvido de desayunar.

Ya son las 11:30 y apenas he acabado, uff, con las justas, ahora me debo duchar y alistarme para ir al colegio, no quiero llegar tarde hoy, ¿que hay de especial hoy?
Pues no estoy seguro, solo quiero llegar temprano.

Estoy ya de camino al colegio y no puedo evitar ponerme a pensar en lo que Jhosep me dijo y en lo que pasó ayer con Camila, llego a la puerta de mi salón y ahí esta, Camila esta de pie frente a la puerta, Valeria esta detrás en su asiento y me hace un gesto de "que esperas", me acerco a Camila

-Hola...

Digo eso algo temeroso o nervioso mejor dicho.

-Hola...

Me acerco y le dejo un delicado beso en la mejilla.

Camila me regala una media sonrisa y se va a su lugar.

-¿ves? Así se hace, ay, ustedes se quieren tanto, deberían decírselo ya.

-Quizá tengas razón.

Poco a poco me voy animando a decirle directamente a Camila que es lo que siento por ella, ella lo sabe, por el mensaje, pero nunca vi que me respondió.

Las dos primeras horas de clases me la paso distraído, por ratos observo a Camila, es muy linda, ojalá y hablemos mas, quizá todo sería mejor, y si eso llega a pasar, si hablamos más, espero que todo nos salga bien, me gusta, la quiero.

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