caperucita roja -WIGETTA-

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era se una vez un pequeño chabal de no mas de 14 años, era feliz junto a su madre, haciendo que haceres en casa. su madre enfermo y el la cuidaba, hasta que un dia esta le dijo de que fuera a casa de su abuela a por unas plantas medicinales. el chico muy preocupado por su madre accedio. tomo su caperuza roja, hecha por su queridisima abuela y una cesta muy bonita con colores violetas. tomo un poco de comida para el camino y se fue, dandole un abrazo a un beso en la frente.

el chico continuo con su camino y escucho algunos ruiditos.

-quien esta ahi?- dijo un poco atemorizado pero sobretodo alarmado por si era un lobo o alguna bestia salvaje.

-tra-tranquilo, n-n-no te hare daño, solo soy un pobre chico ambriento- entre los arbustos aparecio un chico con la capucha de su vestimenta, abrazando su estomago que se podia escuchar desde aqui.

-co-como te llamas?-estaba un poco nervioso ya que parecia 4 años mayor que yo y era bastante guapo, por no decir hermoso. con un cuerpo bien definido que se marcaba en su ropa -tengo un poco de comida, te apetece comer un poco?- dicho esto saque unos panecillos que havia horneado en la mañana, se lo entregue con una gran sonrrisa a lo que el solo se sonrrojo un poco.

-mil gracias joven . . . digame, como se llama?- la sonrrisa de guillermo radiaba luz ante la sombria alma de el chico.

-me llamo guillermo, pero todos me llaman guille o simplemente willy- su alma comenzaba a iluminarse de nuevo. hasta que recordo aquel nombre

-guillermo e?- susurro con un poco de ira.

-dime, como te llamas tu?- la sonrrisa de willy por muy malos que fueran sus recuerdos, su sonrrisa era tan hermosa, tan radiante, tan llena de ternura y amor tan . . . perfecta.

-yo me llamo samuel, pero me puedes llamar samu si lo deseas- realmente nunca pense que conoceria a alguien tan amable -dime . . . que haces por esto sitio?- era extraño que las personas caminaran por estos sitios, y mas todavia un niño de 14 años.

-tengo que ir a casa de mi abuela a recoger medicinas para mi mama que esta enferma, me podrias acompañar? esque yo no conozco este sitio muy bien- guillermo puso un puchero y pues como samuel tenia un gran corazon pues acepto a llevarlo.

al llegar a la casa de su abuela una rafaga de viento hizo que tanto mi caperuza como su capucha se volaran dejando ver unas enormes orejas de lobo en la cabeza de samuel, guillermo solo se le quedo mirando un poco confuso. samuel al darse cuenta de lo que havia pasado salio corriendo pero una mano agarro de su brazo haciendo que ambos calleran al piso.

-auch!- exclamo guillermo.

-yo! N-n-no te hare daño lo juro!-samuel estaba sudando y apunto de llorar se diria por que sus ojos estaban inchados como si fuera a hacerlo.

-tranquilo, no pasa nada- dijo acariciando las mejillas de samuel que tenian un poco de tierra y algunas lagrimas.

-no te do-doi miedo?- dijo samuel entre sollozos y con voz ronca.

-pues claro que no, eres un buen chico y que seas un lobo no te hace malvado- dicho esto lo abrazo fuertemente y unas lagrimas escurrieron de nuevo por su cara -ya no llores mas, sere tu amigo vale?- le tomo la mano y sonrrio tan amable como pudo, aunque por dentro tuviera miedo.

-a-amigo?- paro de llorar y su corazon se volvio a iluminar

durante 5 años llenos de risas y diversion, confesiones y peleas que no duraron mas de 20 minutos. samuel le declaro su amor a guillermo. 

-gui-guillermo yo . . . - se notaba que los nervios de samuel estaban por todos lados

-que pasa samu?- dijo guille con una voz cariñosa mientra le acariciaba las orejas

caperucita roja -WIGETTA-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora