Un nuevo corazón

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Julia,

Cuando tú leas esto yo ya no estaré.

Todos estos días he sido pensando sobre nuestra relación a distancia. Ayer llegué a una conclusión. Ahora que ya no estaré, seguramente buscaras alguien mejor, que no sea cómo yo, que no tenga el que yo tengo... Pero sólo quiero una sola cosa, que no me olvides nunca, yo no lo haré, esté donde esté, quiero decirte que te quiero muchísimo y que siempre será así, pero no quiero que caigas en una profunda tristeza cuando ya no esté, piensa que yo te ver cada día, y te cuidaré hasta el final de tus días.

No quiero olvidarme del momento en que te conocí, aquel día de primavera en las colonias del instituto, aquel día que te conocí quise encontrar una amiga en tí, pero yo no pensé que de tí me enamoraría, aquellos días de colonias de segundo de la ESO B. Fueron las mejores colonias que he podido tener nunca, y espero que no las olvide por nada del mundo.

Siempre recordaré aquellos días de sol a la piscina de casa de Sergio, cuando tomábamos el sol, aquellos largos e intensos días de verano, con el césped húmedo, acabado de regar, y disfrutando del intenso olor de las flores de aquel jardín. Recordaré aquellas tardes cuando el sol ya no estaba, cuando nos sentabamos en la calle por la noche, descansando de aquellos días calurosos del verano.

También el invierno, aquellos días en que casi nunca salíamos de casa, por miedo a tener frío, aquellos días que cuando nevaba, todos los niños, salían de las escuelas para jugar con la nieve a tirarse bolas, o hacer muñecos de nieve, me acuerdo del muñeco que hicimos aquel tres de enero, cuando yo todavía estaba bien y a tu lado. 

Cuando te envié nuestra fotografía puesta en un marco por tu cumpleaños, y cuando recibí el collar que me regalaste por mi santo. Este collar lo llevaré siempre, y siempre es siempre. Se un collar muy importante para mí, porque me recuerda a tí.

Hoy, escribiendo esta carta para tí, he pensado que ya se la hora de que te diga el que me pasa, estoy en el hospital con ganas de llorar porque ya no te podré volver a ver, no podré darte ningún beso más, ya todo se acabará, pero quiero explicarte todo.

Hace siete meses me detectaron que mi corazón no funcionaba del todo bien, después de muchas pruebas y análisis me detectaron el problema. Un problema muy común en mi familia, un problema que me hubiera gustado no tener. Me cogió cardiopatía, y me tuvieron de trasplantar el corazón, para conseguir un corazón estuve esperando 5 meses, cuando el corazón por fin llegó, me lo  pusieron, por eso no vine el verano pasado, y resulta que después de dos meses con el nuevo corazón, haciendo pruebas y análisis, el nuevo corazón no respondió del todo bien.

El corazón que me habían puesto, era un corazón nuevo, un corazón desconocido que se estaba adaptando a mí, pero en el momento en que los médicos pensaban que todo iba bien, hubo una parada cardíaca, que complicó mucho las cosas, esta parada significaba que el nuevo corazón no se había adaptado bien a mi cuerpo, y que en cualquier momento se podía parar definitivamente.

Este nuevo corazón me dio dos semanas más de vida, dos semanas que he usado para escribir esta carta, puesto que estoy muy débil.

Pensé que te haría mucho mas daño, que me muriese sin tu saber, muy bien del todo la causa de mi muerte, y se me ocurrió escribirte esta carta. Quiero que me hagas un favor, cuando acabes de leer esta carta, la última carta que leerás escrita por mí, no te arrepientas de no haber venido a verme un día de estos, porque si lo haces, yo me sentiré culpable.

Otra cosa que quiero pedirte, junto con esta carta, va una sortija donde pone recuérdame, quiero que te la pongas siempre, y que la guardes muy bien, esta sortija será un amuleto que te protegerá de todos los males. Y sobre todo, no me olvides por favor, yo no lo haré.

Te quiero muchísimo Julia.

Muchos besos.

Juan.

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