ADVERTENCIA: Sí las parejas utilizadas aquí no son de tu agrado y aun así quieres leer, sólo pido respeto por mi trabajo y mis gustos.
¡Disfruten la lectura!
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El aire frío golpeaba su cara, pero a ella parecía no importarle tanto, ya que andaba por las calles con paso lento, casi arrastrando la suela de aquellas largas botas oscuras. Eran pasadas las tres de la tarde, pero Jeon Somin ya consideraba éste el peor día de todos.
Por si fuera poco, un sujeto, pasó junto a ella empujándola ligeramente y haciendo que ésta tirara la carpeta que traía consigo bajo el brazo izquierdo. Ella chistó la lengua, agachándose para recoger sus cosas.
― ¡La calle es muy ancha amigo, deberías disculparte! ― Escuchó a alguien gritar.
El hombre, iba tan distraído hablando por teléfono que no hizo caso al regaño del otro.
― ¡Qué grosero! ― Murmuró, dándose por vencido. Y después volvió su atención a la chica del suelo. ― Oye, deja te ayudo con eso ― Se agachó, tomando algunos papeles que estaban a su alcance. ― Toma ― Dijo al momento de ponerse de pie y extenderle lo que había recogido.
Ella también estaba de pie y los tomó. ― Gracias... ― Después de esto, planeaba sacarle la vuelta tal cual y seguir con su ánimo triste y arrastre de pies.
Pero el chico volvió a hablarle, sujetándole ligeramente el brazo. ― Oye, espera un poco ―
Somin se giró. Era la primera vez en todo el rato que le miraba la cara. Era un hombre joven, ni siquiera llegaba a los treinta, ojos rasgados más de lo normal, cabello castaño, bastante alto, de complexión delgada pero con notoria musculatura que sobresalía a pesar del abrigo que café oscuro que llevaba.
― ¿Qué pasa? ― Interrogó bajito. La verdad por muy guapo que fuera ese muchacho, no tenía ánimos de nada.
Él sonrió. ― ¿Quieres ir por un café? ―
Ella alzó una ceja. ― ¿Ah? ―
Él pasó saliva, tratando de controlar ¿Su entusiasmo? ― Sé que suena algo atrevido, pero... ―
Ella asintió. ― Sí que lo es, ni siquiera te conozco ― Rodó los ojos, y nuevamente dio media vuelta para seguir su camino, pero el desconocido fue más rápido y se plantó delante de ella.
― ¿Cuál es tu problema? ― Interrogó extrañada por la actitud de él.
― Tienes papel de baño en tu bota derecha ― Indicó con una sonrisa de lado.
Somin bajó la mirada y efectivamente, quién sabe por cuántas cuadras anduvo de esa manera. ― Genial... ― Murmuró mientras tomaba el papel y lo tiraba en el bote de basura más cercano.
― ¿Quieres un café? ― De un momento a otro el sujeto ya estaba a lado de ella.
― Oye, ya basta por favor ― Lo miró con un gesto cansado. ― Además ¿Por qué...? ―
― Porque tienes frío ― La castaña parpadeó sin comprender. ― Oh sí, tus mejillas y tu nariz están rojas ― Agregó señalando dichas partes. ― ¿Qué dices? ―
― Escucha, agradezco la observación, pero no voy a ir a tomar un café contigo ― Contestó aun guardando la postura. ― He tenido un pésimo día, han rechazado mi idea para una historia que yo considero genial, me batearon horrible allá atrás, ya no sé si quiero continuar como escritora y... ― Miró al chico alto frente ella, quién la escuchaba muy atento, así que calló. ―... Ni siquiera sé por qué te cuento esto ―
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¿Quieres un café? |KARD|
FanfictionEstaba teniendo un pésimo día, y apenas eran las tres de la tarde. Quizás un café con un desconocido podría mejorar la situación. |BMin