Un Amor Marvel -Chris Evans

10. Entre pizzas y besos

- Hola Preciosa- me saluda con un beso

- Hola Chris - le digo un poco asustada, me siento extraña, tocando a la puerta de su casa.

- Pasa, ven, ponte cómoda.

Entro y la sala esta perfectamente amoblada, todo en colores claros, hay muebles color beiche y una pequeña mesa al lado, una alfombra mullida en donde provoca acostarse y un televisor muy grande en la pared de enfrente.

- Ven hasta aquí - me dice su voz y la sigo, entro a la cocina, es preciosa, con encimera de mármol blanco y detalles en plateado, Chris esta en la nevera sacando unos jugos y me ofrece uno.

- Aquí es donde vivo mientras estamos en grabación, de hecho en este conjunto vivimos casi todos los actores, a excepción de Robert que vive en otro lugar, es bastante acogedor pero no compensa mucho la ausencia de mi hogar - me mira con esos ojos de cachorro que enternecen.

- Si, te entiendo, yo aún no he tenido mucho tiempo de extrañar mi hogar, ha sido todo muy rápido y es una realidad que todavía no asimilo del todo, pero si extraño sobretodo la comida de mi país y en especial la de mi mamá - siento una punzada de tristeza inesperada y bajo la mirada.

- ¿Estas bien?- se aproxima a mi y me pone la mano en el hombro, siento corrientes eléctricas en todo el cuerpo.

- Si, gracias - mantenemos nuestras miradas unos segundos hasta que yo interrumpo y la desvío, así como los pensamientos sobre mi hogar.

- Parece bastante cómodo - le digo, visualizando mas allá de sala hay una puerta corrediza y en el patio veo una piscina.

- Ven, te enseño afuera, la piscina es especial para los días de calor que se aproximan, Atlanta es bastante caliente durante el verano - explica mientras salimos al patio, hay varias sillas alrededor de la piscina, y al fondo hay un lugar para cocinar.

- Allá hacemos las barbacoas o las hamburguesas, y en general nos relajamos bastante en este espacio cuando las grabaciones nos lo permiten - añade. - Pero ven, quedémonos dentro hoy - toma mi mano y volvemos a la sala, la electricidad se hace presente con su roce.

- ¿Como terminó de ir la grabación? - le pregunto mientras nos acomodamos en los muebles.

- Muy bien, todo fluyo rápido y terminamos más temprano de lo previsto. ¿Y tu trabajaste hoy? - me pregunta.

- Tuvimos reunión urgente con respecto al presupuesto, vienen mas personas al departamento porque no para de llegar trabajo, ésta es una producción grande y necesita más gente - le explico; Hablamos un rato sobre mi trabajo y el suyo, el me pregunta con curiosidad algunas cosas porque desconoce totalmente ese aspecto de las producciones, y yo le explico lo poco que he aprendido.

- ¿Tienes hambre? Voy a pedir pizza ¿te apetece? - pregunta de pronto.

- No mucha, pero si me apetece la pizza - enseguida llama de su teléfono y pide el servicio de pizza y coca cola, seguimos conversando y no pasan muchos minutos cuando ya están tocando la puerta, me levanto recordando que la ultima vez dijo que yo pagaba la próxima, así que saco mi cartera y me dispongo a pagar, al percatarse me dice que no.

- En el restaurante dijiste que yo pagaba la próxima - le recuerdo, sonríe y deja que yo pague. Comemos en la encimera de la cocina, allí tiene unas sillas altas tipo bar y comenzamos a hablar de cosas un poco mas intimas, me pregunta si tengo a alguien especial en mi país.

- No - le digo - En este momento estoy soltera, no creo que podría salir contigo si tuviera novio, aunque esté lejos - le respondo con total sinceridad, me mira durante unos segundos, siento que me esta escrutando.

- Eso dice mucho de ti, es difícil en este medio conseguir personas honestas y desinteresadas, tu eres una rareza y muy hermosa - da un sorbo de coca cola, limpia sus manos, se baja de la silla, y se acerca a mi, retira mis lentes y abre mis piernas para colocar su cuerpo en medio, sin apartar sus ojos de los míos, coloca una de sus manos en mi muslo y con la otra toma un mechón de cabello que tengo suelto, lo coloca detrás de mi oreja, siento que se corta mi respiración mientras mi corazón se dispara acelerado a mil por hora. Me pierdo en el azul de sus ojos, trago grueso, nerviosa por su proximidad y el silencio que hay entre nosotros, coloca sus manos en mi cintura y recorre la poca distancia que nos separa, sus labios se encuentran con los míos pero esta vez son demandantes, su barba me raspa un poco y pronto siento su lengua buscando la mía, sus manos van desde mi cintura hasta mis muslos, me dejo llevar, toco su pecho y mis manos se van hacia su espalda, mientras nuestras lenguas se acarician y se buscan con intensidad, siento sus manos subir a mi cuello y espalda, mantenemos el beso unos segundos más hasta que nos separamos un poco, sus labios besan mi mejilla y llegan hasta mi oído, haciéndome sentir miles de sensaciones, separo un poco mi cuerpo y lo miro recuperando el aliento, el corazón me late con fuerza y mi sentido del tacto esta a flor de piel, busca mis labios y me da un beso corto en ellos, se separa de mi un poco y me ofrece coca cola, siento la boca seca y tomo un buen sorbo, el hace lo mismo y se distancia un poco más. 

- Me gustas, y mucho - me dice con seriedad, por un momento no sé que responder a eso.

- Y tú a mi - logro decirle.

- No quiero abrumarte con todo lo que ocurre en mi vida - me dice pero siento que es más para él que para mi - No se si me entiendes - agrega, claro que lo entiendo, tomo aliento y le digo:

- Esto no es lo que normalmente diría, pero ésta no es una situación normal para mi, dejemos que las cosas fluyan - tomo su mano. - En este momento quiero esto, sé que no me lo estas preguntando, pero la verdad es que estoy consciente de quién eres, así te comportes como un chico normal, lo eres, pero tu vida no lo es, es distinta lo sé, y por ahora no me importa - le digo en un arrebato de sinceridad y valentía. Su semblante de suaviza y aparece en sus labios una sonrisa. Se acerca a mi nuevamente y juega con mi mechón de cabello suelto.

- A cada momento me gustas más - me dice en un susurro, me estremecen sus palabras. Esta vez son mis labios los que lo buscan y nos fundimos en un segundo beso apasionado, sus manos recorren desde mis muslos hasta mi cuello y yo recorro su espalda con ansiedad, quiero más y más de el, separa sus labios de los míos y besa mis mejillas y mi cuello, se me escapa un gemido al sentir sus labios en esa zona tan sensible en mi, me separo un poco, y beso yo sus mejillas y cuello pero suavemente, bajando un poco la intensidad hasta que nos damos un beso tierno y sus manos acarician mi cabello ya casi suelto en su totalidad. De momento me avergüenzo un poco por lo que acaba de suceder. Como si leyera mis pensamientos rompe el silencio:

- Podría pasar toda la noche besándote, tus besos son... distintos - dice al no encontrar otra descripción, sonrío sonrojada pero ya no me siento avergonzada.

- Necesito mas de esto - y sirve un poco más de coca cola para ambos, de pronto siento hambre y tomo otro pedazo de pizza.

- Se despertó tu apetito - me mira con picardia.

- Podría decirse - le respondo levantando una ceja y mordiendo mi pedazo de pizza, a lo que el sigue y toma un pedazo para el.

Terminamos de comer, recogemos y nos mudamos al mueble de la sala, veo la hora.

- Creo que es tiempo de irme - le digo. - Estas cansado y mañana ambos tenemos trabajo 

- Es cierto, aunque disfruto la compañía, pero tu también debes estar cansada, te llevo a tu departamento, es cerca de aquí - se levanta del mueble y busca las llaves del auto, vamos hacia la puerta me toma del brazo y me coloca contra su cuerpo, dándome un beso profundo, apasionado y corto.

- Lo siento, necesitaba despedirme - acaricia mis labios con su pulgar.

- No lo sientas - respondo con la respiración entrecortada.

Nos subimos al auto y toma mi mano mientras maneja hasta mi departamento, es cerca, llegamos en minutos y nos detenemos en frente.

- Buenas noches, gracias por la pizza - dice en broma. - Y por la compañía.

- De nada - le doy un beso casto en sus labios. 

- Feliz noche preciosa.

- Feliz noche Chris.

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