7. Pesadillas

370 34 7
                                    

La luz entraba por la ventana e inundaba la habitación con aroma a mañana.

Sentía la respiración y los silenciosos ronquidos de Stein en mi espalda.

Al final nos habíamos quedado dormidos así.

Sonreí, y después de saborear su abrazo un rato, me alejé con cuidado de no despertarlo.

Le tapé con una manta, y él se encogió sobre si mismo en sueños.

Miré la hora en el reloj que había colgado en la pared. Estaba roto en parte y remendado con cinta adhesiva, no emitía el ruidito del tic tac.

Probablemente a Stein le molestase y lo quitó. Hay personas que son verdaderamente sensibles a eso.

En todo caso, era bastante temprano.

No tenía hambre, así que decidí no desayunar por el momento, y esperar a que Stein despertase.

Pensé en ir a la biblioteca a leer un rato, pero...

Observé lo cómodo que se veía Stein allí dormido.

Transmitía tranquilidad en cierto sentido.

Me acerqué a él y le quité las gafas, para evitar que le molestaran. Las dejé sobre la mesilla.

No me apetecía irme de la habitación. Prefería velar su sueño un rato.

-Y pensar que este hombre se ha tomado tantas molestias por mí. Que estúpido.-

Me senté en la silla del escritorio y me puse a garabatear un rato.

Stein

...

...

-Argh...-

Estaba suspendido en un inmenso vacío.

No sentía mis extremidades ni ninguna parte de mi cuerpo.

No tenía control sobre él.

Como si una enorme fuerza me atosigase.

Sentía que poco a poco el vacío se encogía a mi alrededor.

No podía hacer nada para evitarlo.

El aire se me escapaba poco a poco por la boca y no podía ver nada.

Solo vacío.

Un vacío que me atravesaba como una cuchilla.

Que me aplastaba.

Hasta que no quedaba nada de mi antiguo aliento.

Entonces sentí que caía.

Sentía que no podía dejar de caer.

Cada vez a más y más velocidad.

Ni siquiera sabía donde estaba el cielo o donde estaba el suelo.

No sabía si iba a caer de frente o de espaldas.

Y de repente mis pies se apoyaron firmes en mitad de la caída.

Y delante de mí estaba una figura conocida.

-Heh... heh. ¿Q-que hay... sempai?

Spirit me miraba con cara seria.

-¿No te vas a dignar a saludar a un viejo ami-...?

Una cuchilla me atravesó de un lado a otro del cuerpo sin darme tiempo a reaccionar. Dejándome con la palabra en la boca.

Era su filo.

Poco a poco su rostro formó una cara tétrica que me miraba fijamente.

-Yo ya no soy tu sempai... Y tu no mereces llamarte amigo...

《Cóseme por dentro》Stein [Soul Eater] /Vulpex/Donde viven las historias. Descúbrelo ahora