Soul se encontraba sumido en tantos pensamientos que poca atención le prestaba a las escaleras que subía para llegar a la escuela. No le gusta el haber tenido que dejar sola a su compañera en casa, pero la llamada de Shinigami-sama no le dio otra opción.
Bastante le costó tener que mentirle diciendo que iba a comprar víveres para el departamento, porque si no, con lo terca que es, de seguro no dudaría en ir también.
—¡Hey! ¡Soul!
El mencionado se sobresalta al sentir unas palmadas en el hombro, no se había dado cuenta del momento en que su amigo shinigami se había acercado.
—¿Uh? Perdón ¿Me estabas hablando? No te escuché —admite un poco apenado viéndole de reojo.
—Ya me di cuenta —suspira Kid en respuesta, encogiéndose de hombros—. Te vengo llamando desde hace un rato ¿Qué haces aquí en domingo?
—Shinigami-sama nos llamó, dijo que tenía algo importante que decir.
—¿Nos? Eso quiere decir que también necesitaba a Maka, pero sólo tú has venido ¿Aún sigue mal? —pregunta preocupado, las ojeras de su amigo no indican nada bueno e interiormente sabe que la causa, es Maka.
—Sí, y... no sé qué más hacer. Hasta parece que cada día es peor —responde tiñendo el tono de resentimiento. Guarda sus manos en los bolsillos ocultando el impulso de querer hacerlos puños, cosa que no pasa desapercibida para su amigo.
—Soul ¿No crees que ya es hora de que hablen con el profesor Stein? Tal vez... él pueda ayudarla —sugiere Kid sin dejar de observar con detenimiento su expresión cansada. Hasta ahora el tema sólo había sido tratado en el grupo de amigos porque pensaron que no era más que algo pasajero, uno de esos sueños sin sentido.
Aunque últimamente el semblante de ambos chicos caía tanto, que era imposible seguir ignorando.
Soul no contesta por segundos con la sugerencia rebotando dentro de su mente. No es que no lo haya pensado antes, sólo que el problema seguía siendo su terca compañera.
—Eso mismo le he sugerido pero... es tan terca. Dice que no es más que un sueño que se irá pronto... ¡Por favor! —gruñe dejando salir un momento su desahogo de molestia— ¿Qué clase de sueño te hace despertar todos los días gritando y llorando? Simplemente... no la entiendo.
Los pasillos desiertos del Shibusen con su aire de misterio vuelven la atmósfera un poco tensa, siendo domingo, no hay muchos maestros ni alumnos que ronden por ahí. Death the Kid rememora los últimos días en que todo aquello había iniciado, desde la aparición de las pesadillas y la pequeña y casi insignificante alteración en las almas de ambos amigos. También se sentí un poco impotente, por más sugerencias e ideas que tuvieron, ninguna ayudó en algo al estado de los chicos y por el contrario, las cosas se estaban poniendo en un tono que no le gustaba nada.
—Trata de convencerla, esto no debe extenderse más. Sabes que aún no estamos libres de la locura que Asura desató y habiendo sido expuestos de primera mano a sus efectos, podría ser mucho más peligroso de lo que pareciera. Y no hablemos de las misiones.
—Lo sé —exclama sin querer sonar tan duro—, y créeme que no me gusta verla así. Ella es demasiado testaruda tragándose todo. Cómo si yo pudiera aceptar lo mucho que le afecta ¡Es sólo un sueño por favor!
—Un sueño que está afectando su realidad.
Soul de nuevo queda en silencio, recibiendo el peso de aquellas palabras.
—Lo sé —responde al fin en voz baja.
Otra vez el silencio y la soledad del pasillo se presentan entre ambos. El aire sopla fresco, propiciado por la altura del imponente edificio que corona Death City.
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Soul Eater Insanity
Fiksi PenggemarEl Kishin ha sido derrotado y la vida poco a poco regresa a la normalidad. O eso parecía. La aparición de extraños sueños en Maka son la antesala de un nuevo escenario donde su vida es usurpada y la locura se ha desatado de nuevo. Separados, deberán...