Juntos Contra Todo.

17.- Concierto.

El rubio entró a los vestidores, enseguida observó a Leo.

-Hola.- El pobre bajista estaba muy nervioso.

-Tranquilo Leo, todo estará bien.

-¿¡Bien!? Tengo un... Ahg... Voy a vomitar si no empezamos rápido.

Nathaniel sonrió. Leo no le ayudaba con los nervios que crecían en él.

-¿Va a venir tú novia?

-Si... Ya está en la zona vip ¿y tu novia?

-No lo sé...

-Lysandro me contó algo sobre lo que pasó. No mucho, ya lo conoces, pero estoy seguro de que te apoya.

-Lo sé.- Nathaniel asintió.-¿Te han dicho algo?

Leo asintió.

-Solo que te arregles y esperes, ¿traes tus baquetas?

-Si.

-Perfecto... Yo tengo que salir a buscar un lugar en silencio para afinar, ahora vuelvo.

El azabache tomó su bajo y salió.

El celular del rubio sonó, sonrió al ver que era su novia.

-¿Su?

-¡Si! Hola.

-¿Donde estás? Hay mucho ruido.

-¡En la zona vip!

Nathaniel sonrió.

-¿En serio?

-Claro amor, no me lo perdería por nada. Ahora tengo que colgar. Pero da lo mejor ¿si? Se que hoy casi no pudimos hablar, pero... Te amo.

-Te amo.- El rubio colgó y volteo a la puerta.

Castiel lo observaba con los brazos cruzados.

Se observaron unos segundos.

-¿Vino?

-Si.- El pelirrojo sonrió y Nathaniel bufó. -Vino a apoyarme. No quiero que empieces a hacerte ideas estúpidas.

Castiel suspiró.

-Pues que yo sepa, no iba a venir, hablé con ella hace un rato y ya va a venir. ¿Eso que te dice?

-Me dice que eres un cabezota que no entiende lo que es respetar las relaciones ajenas.- Nathaniel lo observó irritado.

-Aja... Di lo que quieras, vino por mi.

-¿Ahora qué te pasa? ¿Donde está el "no me meteré, les daré su espacio"

-Está en que tu engañas a Sucrette.

-¿Qué?- Nathaniel lo observó extrañado.-¿Ahora que dices?

-Eso, con la pelirroja.

-¡Ay por favor!- Nathaniel caminó enojado hacia el pelirrojo.- Aquí de engaños tú no hables y Lizeth es solo mi amiga.

-¿Y por que se fue contigo y Armin?

-¡Por que viajamos a una convención! ¿De donde te armaste todo esto?

-De donde sea, se que mientes.

-¡No!

-¡SI! Engañas a Sucrette y no la mereces, rubito de mierda.

Nathaniel dejó caer sus baquetas y se encaró a Castiel.

-No sabes nada, yo nunca le haría eso a Sucrette, eres un estúpido.

-¡No me digas así!- Castiel tomó por el cuello de su playera a Nathaniel.

-Eso, pegame una sola vez y me largo de aquí.- Nathaniel lo observó desafiante.

-¡Castiel!

Lysandro y Leo entraron corriendo hacia sus amigos.

-Sueltalo, Castiel.- Leo habló.

Los dos se observaran serios unos momentos.

Castiel bufó y soltó al rubio, salió de la sala rápidamente.

-¿Estás bien?- Preguntó Lysandro.

-Si... Está loco.- Nathaniel se acomodó la playera.

-Esto no es un buen inicio.- Leo salió con mala cara.

-¿Ahora que ocurrió?

-No lo sé, se monta películas, cree que engaño a Su, por favor, es lo más estúpido que ha dicho.

-Si que es raro que crea eso.

-Como sea...- El rubio levantó sus baquetas.- No...

-¿Qué ocurre?

Nathaniel abrió su estuche, todas sus baquetas estaban rotas.

-El idiota debió pisarlas...

-¿No trajiste más?

-No, en esta bolsa estaban mis tres pares...

-Le preguntaré al mánager.

-Si.

Lysandro salió corriendo. Nathaniel se sentó en una silla y suspiró.

"¿Engañar a Sucrette? Está más idiota de lo que creí."

Pero ¿de donde había sacado esa idea el pelirrojo?

Todo indicaba que ya estaban mejor, hasta se había disculpado hace unas horas.

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¡Perdón por desaparecer!

Tuve problemas que no me dejaban tiempo ni ganas ni inspiración para escribir. Perdón, pero ya todo está mejor, regresamos con un capitulo cada dos días pero les dejo este extra como disculpa. Se viene lo bueno xD Así que espero que lo disfruten :33