— Agh -abrí el refrigerador- maldita sea, son más pobres que yo estos idiotas.
Cerré la nevera y ahora cheque las repisas que estaban atrás, había cereal, con eso me basta.
Camine al fregadero tome un plato hondo y una cuchara, abrí el refrigerador nuevamente para sacar la leche y listo.
Una vez lista mi cena caminé a la sala donde estaban los tres cuerpos, dos adultos y un adolescente, ningún cuerpo tiene vida ahora.
Tienen varias cortadas profundas en varias zonas del cuerpo, todo para sacar su sangre. La sangre esta en tres tinas grandes afuera en el patio trasero que lleva al bosque.
Buenas- ¿¡Cómo- Te odio im-
— No hay nada... -se llevé una chucarada de cereal a mi boca- Agh...
Ahora estaba buscando que ver en la tele y por fin algo llamó mi atención.
En otras noticias se volvieron a reportar cuerpos en un callejón cerca del bosque, tristemente no se han identificado los cuerpos.
— Mmh, valió la pena -hablé con la boca llena, luego otra cucharada llegó a mi boca- Ése chico era AB+, fue delicioso.
Se confirmó que él o la agresora volvió a dejar sin una gota de sangre en su sistema.
— Pero la chica era diabética y su sangre era muy espesa, me tarde más en drenar su sangre.
Ya había acabado el cereal, no me serví mucho, deje el plato en la mesita frente a mi y tomé mí hacha, guantes y cubre bocas negro.
Pero justo que salía por la puerta del patio para llevarme la sangre al bosque, tocaron la puerta.
— ¡Policía, abra la puerta!
— Carajo... -susurre- ¿Si?¿Qué se le ofrece? -hable fuerte para que me escuchará, estaba acomodando mi ropa y oculte mi hacha.
— Abra la puerta, señorita.
Tomé los cuerpos y los lleve hasta el sofá donde había cenado, parecía que veían la televisión- Dígame el motivo, no confío en los oficiales en estos días.
— Abra la puerta ahora.
Rápido escondí las tinas de sangre abajo de las escaleras de madera del patio y fuí a abrir la puerta.
— ¿Qué necesita? -tenía el cubre bocas puesto.
— ¿Está su familia en casa?
— Sí, están viendo la televisión y quedaron dormidos, yo estaba apuntó de salir.
— ¿Nos permite pasar? -habló otro tipo detrás del que estaba frente a mi, no lo había visto.
— Adelante, yo me tengo que ir - dije.
— Pase -se hizo a un lado y me dejó pasar, idiota, jamás se debe dejar salir a alguien cuando entran a investigar a un hogar.
Pase por aquella puerta con mi hacha oculta en mi espalda, tenía mi chaqueta de cuero puesta.
Empecé a caminar rápido porque era cuestión de unos segundos que notarán que están muer-
— ¡Detente ahí, maldita! -grito el policía desde la entrada de la casa, mientras sacaba su arma-
— ¡Pendejo! -dije entre risas cuando comencé a correr- Luego regresaré por la sangre -hablé para mi misma, un pequeño recordatorio.
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Tú, eres mia y de nadie mas - Jeff The Killer y tú
Science Fiction- Todo es tu culpa... Jamás volveré a creer en ti, antes muerta. - Entonces... Muere. No copias, 100% original. Esta historia es pedida por una amiga. En proceso y ciertas partes se editan.