Capítulo 8

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Después de salir de aquel frío laboratorio, Katherine se dirigía a su casa con mucha prisa,  con la intención de no encontrarse con nadie en el camino ya que se sentía muy cansada como para perder tiempo hablando con cualquier persona que se le atravesara.

La poca claridad que tenía el cielo, bastaba para predecir una posible tormenta ya que la noche se sentía un poco húmeda en el ambiente.

Katherine prefirió pagar un taxi hasta su casa para evitar un posible resfriado o alguna fatalidad en el camino, ya que no se podía confiar en nadie.

Por como están las cosas, nunca sabemos cuando podemos ser atacados y ni mucho menos por quien.

Mientras iba montada en dicho vehículo le llegaron a la cabeza cientos de pensamientos, y uno de ellos era que cuando niña ella pensaba que para esta fecha del 2043 los autos ya no andarían por tierra, sino en el aire manejados por gravedad... Rió un poco al recordar lo ingenua que era de pequeña, ella mantenía esa ilusión de ver los autos volar algún día... Pero no es así, aun la ciencia no ha avanzado tanto como para que eso suceda ya que el próximo líder lo tiene planeado para alguna fecha un poco mas lejana. Después de reaccionar y salir de su pensamiento, el chofer del taxi le dice que ella había llegado a su destino, de inmediato ella se desmonta y le paga al conductor de dicho vehículo y estando allí paraba observa como se marcha y ella de inmediato va a su casa cuando siente unas pequeñas gotas de agua caer del cielo y resbalar en su delicado rostro.

Al llegar a su casa toca el timbre y en unos momentos su madre le abre y la saluda con una sonrisa, ella responde al saludo y de inmediato entra a la casa.

-Hola papá- saludó mientras ella iba directamente a su habitación, ni siquiera se quedó a que sus padres le preguntaran si tenía hambre o como le había ido en su día, estaba muy agotada como para querer conversar sobre su fracasado experimento.

Kath entró a su habitación y cerró la puerta con seguro. Lanza su boldo encima de la cama y se sienta sobre la silla de su escritorio y enciende las luces, seguido de su laptop. Inmediatamente se enciende, busca información sobre el virus en el cual ella está trabajando para mejorar el desarrollo y supervivencia del mismo.

Luego de unos momentos en una página desconocida de internet logra conseguir algo muy interesante, mientras se muerde la uña de su dedo índice hasta que de susto logra romperla por el asombro del dato obtenido sobre manifestaciones antiguas del virus o de hecho mutaciones.

Mientras lee se da cuenta que la información a la que está accediendo es muy peligrosa como para estar en una página de internet visible, o al menos eso piensa ella.

-Creo que encontré lo que buscaba- susurró mientras tomaba su libreta y hacía algunos apuntes.

Después de eso cerró la pestaña del navegador y frotó con ambas manos su rostro en señal de lo estresada que se sentía, sin duda alguna su proyecto la estaba frustrando.

Más tarde se dio un buen y relajante baño para ir a cenar y compartir un poco con sus padres, como es hija única tiene la ventaja de ser bien atendida y adorada por ellos.

-Katty cariño, ¿Quieres que te prepare tu cena ahora?- preguntó su adorada madre mientras la contemplaba con esos ojos azules idénticos a los de su hija.

-Claro mamá- respondió con un asentimiento.

-¿Como te fue Katherine?- preguntó su padre mientras leía una especie de libro sobre anatomía.

-Lo mismo de siempre, mucho trabajo, pero pocos resultados- respondió mientras se entraba a la boca una pequeña porción de carne real, de esa que ya es difícil de ver.

-Confío en que lograrás lo que buscas hija, recuerda siempre que yo empecé igual que tú, con pequeños errores y asuntos fallidos, pero de los errores se aprende no sólo a no cometerlos, sino también a corregirlos. Sólo miradme, soy el mejor doctor de la zona.

-Si...lo entiendo papá- asintió desanimada.

Aquella cena finalizó tranquilamente como todas las demás y Kath prefirió quedarse en su habitación leyendo algo después de haber reposado la cena. La chica estaba sobre su suave cama con sábanas de seda y almohadas fabricadas con el mejor algodón. A su lado estaba su mascota preferida y a la vez su compañero, con quien puede hablar de cosas personales y aveces sin sentido por el hecho de que su gato no habla, era algo lógico que por ahora la hacía estar segura.

Mientras acariciaba el pelaje del animal y escuchaba sus ronroneos ella distraía su mente al máximo por unos momentos sentía que su mente y pensamiento se iban a otro lado con el caer de la lluvia en el exterior.

***

Ed...

Estaba acostado boca arriba pensando en cientos de cosas, no tenía sueño como para irme a dormir en este momento, es como si algo me atormentara, como si un mal presentimiento se apoderó de mi pecho. No quiero ocultarle cosas a mi mejor amigo pero Tad no me deja alternativa, no le diré nada acerca de la sensación que sentí al ver aquella linda rubia, me gustaría tan siquiera saber su nombre, quizás Tadashi lo sepa, pero no quiero que piense estupideces que no son.

Me levanto de la cama y me quedé sentado sobre la misma y apoyando mis manos sobre los bordes. Por unos momentos me quedé fijamente mirando el diseño de mi pijama, eran cuadros grises y negros, y... Alcé un poco mi rostro para mirar la puerta. En ese momento me puse de pié y caminé hasta salir de mi habitación fui a la cocina por un poco de agua.

Estando allí con el vaso en mano, mi mente no me dejaba en paz pensando en aquella muchacha rubia de azulados ojos.

<< creo que me estoy volviendo loco...>>

Dejé el vaso sobre la mesa y seguí de regreso a mi habitación sin hacer el menor ruido posible. Estando de regreso en mi habitación me volví a acostar en la cama, talvez tenga mensajes de mis amigos en mi smartphone o tal vez no... Ellos saben que no soy muy amante a la tecnología y... Me da lo mismo usarlo y no usarlo.

Rigor Mortis//La Fiesta De Los Muertos//Donde viven las historias. Descúbrelo ahora