La flor de la Navidad; {BTS}

Parte 7

El amanecer no siempre es bueno. Mucho menos para aquellos que ni han dormido. La pena y la cruel depresión reinaban en el dormitorio de Seokjin. ¿Dormir? Claro que no. Seokjin no había despegado los ojos del techo toda la noche. Con nuevas lágrimas en la piel del joven, miró hacia el reloj. Sí, exactamente eran las 5:30 de la madrugada. Seokjin se levantó con cuidado y abrió las cortinas. Con algo de angustia, vio la salida del sol. Un nuevo día se presentaba en la ciudad de Seúl. Pero... ¿Qué persona notaría que es un nuevo día, si ni siquiera tuvo la intención de descansar? Seokjin se sentía tan mal que ni tenía fuerzas para dormir, o por lo menos eso creía él. Mirando detenidamente hacia el horizonte, podía observar lo inimaginable. Su mente volaba. Su cuerpo se sentía entre nubes, y no estaba drogado. Con una enorme atención hacia el gran ventanal de su habitación, cualquiera podía notar la tristeza insoportable que muy pocos podían soportar. ¿Por un amor perdido? En parte sí, pero nada podía cambiar el dolor de una familia dolida por un hijo perdido en las tinieblas, o en donde quiera que se encontrara el pobre Jeon Jungkook. Eso era lo que más hacía deprimir a Seokjin en esos momentos. La familia.

El tiempo transcurría y Seokjin continuaba mirando detenidamente hacia la nada misma. En su interior ocurrían muchas cosas, con demasiados cruces de emociones. Sólo agradecía el hecho de estar vivo. A veces no se detenía a agradecer que un nuevo día comenzaba, pero con todo lo que estaba pasando, con toda aquella soledad que sentía, agradecía mil veces el hecho de estar vivo, el hecho de poder despertar y apreciar un nuevo amanecer, de poder tener unos segundos más de vida en esta tierra tan destruída por gente mala y egoísta. Sin embargo, uno nunca sabe cuando sería su fin, y todo lo que vivió, dejando las cosas malas de lado, apreció Seokjin, y agradeció nuevamente el hecho de tener una nueva oportunidad para cambiar el rumbo de las cosas. Con ese pensamiento, se dirigió a su cama e intentó dormir.

- Seokjin, ¿por qué no has contestado mi pregunta? ¿a qué le temes?

Sí, él estaba soñando. La misma voz que había escuchado la noche anterior se le presentó en sueños. Él, o por lo menos él dentro de sus sueños, se encontraba nuevamente en la escuela. La misma escuela vacía, sin nadie más que él mismo y una voz misteriosa.

- ¿Quién eres, qué quieres?- preguntó tartamudeando, esperando recibir una respuesta.

- ¿Qué acaso no te he preguntado algo antes? ¿Por qué sigues sin responderme?

- ¿A qué le temo? ¿A eso te refieres?

[Silencio]

- Pues... Sinceramente no lo sé- contestó nuevamente- Tal vez al hecho de estar vivo, aunque de cierta forma tengo la necesidad de agradecer por vivir aunque sea un día más en este estúpido mundo.

- Ajá, es eso... ¿Es por la muerte de un alumno en esta escuela, tan vacía como la vez ahora? ¿Quieres saber por qué está vacía?

- Por favor, no lo soporto más...

- Esta escuela representa tu interior, el más fondo de los fondos de tu interior. Te sientes tan vacío... Tal vez es por la muerte de tus padres, aquella vez cuando tenías... ¿5 años?  Sólo que has intentado continuar con un amor "prohibido" como fue entre Namjoon y tú. ¿Me equivoco? Pasas tanto tiempo en esa escuela que es como tu vida, tu vives para ella, y así ella te representa.

- ¿C-cómo supiste lo de mis padres? ¿Quién eres?- con un gran tartamudeo de parte de este, comenzó a llorar.

- No llores, no queremos lágrimas aquí. Y sé que en parte estás mal por ese chico... ¿cómo era su nombre? ¿Jungkook? Si quieres, yo puedo mostrarte con detalles lo que le ocurrió, o si también deseas, puedo llevarte hacia él.

- ¿Estás hablando de matarme?

- Para nada. Te mostraré paso a paso lo que ocurrió y luego lo verás.

- ¿A qué te refieres con verlo? ¿Jungkook no está muerto?