Era una mañana fría de diciembre, pronto sería navidad y era la época perfecta para actuar.
Kai y Max eran dos amigos que se conocían desde hace algún tiempo, no eran exactamente muy cercanos... pero aún así se habían enamorado.
Un profundo y secreto amor había nacido entre los dos, pero ninguno se atrevía a decirlo. Sin embargo, ese día habían acordado pasar navidad juntos y, ya que estarían solos, era la ocasión perfecta para confesarse.
-¡Hola, Kai!-
Gritó un pequeño rubiecito que se acercaba corriendo a otro un poco mayor que él.
-Hola-
Dijo rápidamente y, a pesar de su esquiva apariencia, le mostró una tierna sonrisa
-Lo lamento mucho, no quise hacerte esperar-
Se disculpó el ojiazul
-Está bien, no te preocupes por eso-
-Ah, Kai!-
-¿Qué pasa?-
-¿Qué... haremos primero?-
-¿Por qué lo preguntas?-
-Es que...-
Intentó explicar Max, pero su estómago habló por él. Kai se sorprendió por un instante, pero luego rió por eso.
-¡O-oye! No te burles de mí-
Le reclamó avergonzado Max
-No es eso-
Explicó con una sonrisa, esa ingenuidad, tan característica de Max, le resultaba adorable.
-Está bien, vamos a comer primero-
Continuó. Después lo tomó de la mano y emprendió su búsqueda de un buen lugar donde pudieran comer.
Max estaba nervioso, esa era la primera vez que Kai tomaba su mano, no sabía bien que hacer, pero la aceptó. Sintiendo como sus dedos se entrelazaban.
El primer paso estaba dado.
Y como se esperaba, al ser navidad, todos los restaurantes estaban llenos. Igual que las calles, por donde quiera que miraras estaba repleto de personas.
Esto molestaba en demasía a Kai, y se notaba en su rostro. Por lo que Max sugirió algo
-¿Por qué no compramos algo? Si quieres... podríamos comerlo en mi casa-
¡Max lo estaba invitando a su casa! Habían planeado pasar la noche juntos, pero por un momento lo tomó desprevenido. Se miraron fijamente, con sus rostros ligeramente enrojecidos.
-Sí, estoy de acuerdo-
Accedió Kai luego de unos segundos. Max le sonrió y se dirigieron a comprar su cena.
Una vez comprado todo, partieron hacia la casa de Max. Que estaba vacía, ya que sus padres se encontraban fuera esa noche.
Un ambiente perfecto para que algo ocurriera.
El segundo paso estaba dado.
Entraron a la casa y Max encenció la luz, para luego invitar a entrar a Kai. Este se quitó los zapatos y siguió a su anfitrión, que parecía guiarlo a algún lugar.
-¿A-a dónde vamos?-
Le preguntó, un poco nervioso.
Max le respondió con una risita
-¡Aquí!-
Exclamó señalando su habitación
-¿A-aquí?-
Cuestionó ansioso. ¿Que lo estuviera llevando a su habitación significaba que...?
-Es que, cuando no están mis padres, me siento más cómodo estando aquí-
Respondió, al parecer no era lo que pensaba. Pero tendía a malinterpretar las cosas cuando se trataba de Max.
-Ah, ya veo-
Respondió Kai, sintiendo una mezcla de alivio y decepción.
Ambos se acomodaron en la cama y degustaron su comida; no era gran cosa, pues no habían encontrado mucho. Así que terminaron rápido y prosiguieron con el postre: un pastel típico de esas fechas.
-¡Está delicioso!-
Dijo Max una vez que lo probó, tan alegre y enérgico como siempre
-Sí-
Concordó Kai, aprovechando para admirar su sonrisa.
Mientras el pequeño comía, su rostro se iba llenando de crema, y ya que él no hacía nada por limpiarla, Kai se decidió a hacerlo.
Con su mano le limpió un poco la cara y se lo llevó hasta su boca.
El tercer paso... estaba dado.
Max observaba con asombro la escena, lo había tomado por sorpresa, no imaginó que Kai haría algo así, pero no podía evitar encontrarlo fascinante.
Después de eso, Kai se acercó hasta su rostro y lamió cuidadosamente los restos de aquél postre. Lo que hizo que Max se sonrojará sobremanera.
-K-Kai, y-y-yo...-
Era el momento, lugar, no había más que temer, y entonces...
-¡Te amo!-
Dijieron los dos al unísono, para luego mirarse sorprendidos.
-¿Qué fue lo que dijiste?-
Preguntó Kai con una pícara sonrisa, lo había escuchado perfectamente, pero quería volver a oírlo
-D-dije que estoy enamorado de ti-
Contestó tímidamente
-¿Y tú?-
Continuó, empleando la misma táctica
-Lo mismo. También estoy enamorado de ti-
Respondió sinceramente
-Entonces... si ambos sentimos lo mismo...-
Indagó Max
-Sí, Maxie... ¿Quieres salir conmigo?-
Preguntó sonriendo, a lo que recibió un gigantezco "sí" y un cándido abrazo.
Sus brazos se sentían tan bien como imaginó. Ese lugar, en ese preciso instante, era donde querían estar. No había más.
Max le rodeó el cuello con los brazos a Kai y este, a su vez, le abrazó la cintura. Una plena felicidad los llenaba ahora.
Se miraron nuevamente, apenas separándose un poco y, sin pensárselo dos veces, juntaron sus labios en un beso rebosante de éxtasis y júbilo.
Un anhelante contacto, que se profundizaría cada vez más.
Aquella noche les dejaría un inmemorial recuerdo y un pase sin retorno a un brillante futuro juntos.
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3 Pasos Para Decir Te Amo
FanfictionEste es un fic cortito e improvisado, especial por navidad, de mi pareja favorita: Kai y Max! Kai Hiwatari y Max Mizuhara de Beyblade. Beyblade y sus personajes no me pertenecen, son propiedad de Takao Aoki