Let Me Out...

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Hola mamá, soy Yoongi, y quisiera contarte algunas cosas, pero primero empecemos recordando.
Aún recuerdo esos días en los que era un niño pequeño, esos en los que sólo me preocupaba por jugar y aprender a tocar el piano, los días en los que mi tarea eran sumas de 1+1, días en los que no recibía tantos regaños.
Esos días en los que no trabajabas, y me dedicabas más atención, en los que me ayudabas con la tarea, o simplemente te sentabas a platicar conmigo.

No entiendo cómo es que esos días se fueron marchitando, como las rosas que papá te había regalado por tu cumpleaños.

Y es que sólo recuerdo que un día llegué del colegio y me encontré con la noticia de que te habían aceptado en el trabajo, recuerdo que ese día estabas molesta conmigo, el motivo, quien sabe, ya no lo recuerdo.
Y desde ese momento supe que las cosas ya no serían iguales, ya nada sería igual

Era tan sólo un niñito de 11 años, el cual todavía necesitaba a su mamá. El tiempo pasó y entré a la secundaria, yo creía que estaba bien, es decir, tenía demasiados "amigos", ahora de esos tantos, sólo están conmigo 6; los chicos, ya los conoces.
Todo empeoró cuando ingresé a la preparatoria, yo tan sólo era un adolescente que prácticamente creció solo, ya que y papá trabajaban y casi no pasaban tiempo en casa.
¿Sabes por qué digo que todo empeoró en la preparatoria? Porque fue la época en la que más solo me sentí.
Así es mamá, yo siempre me sentí solo, la poquita cosa, el inservible. Es decir, todos mis amigos sabían hacer algo fantástico, tenía amigos deportistas, bailarines, actores, cantantes y demás, ¿y yo qué era?, ¿dónde encajaba en todo esto?
Siempre me sentí inútil al lado de ellos, siempre pensé que me hablaban por lástima, porque en realidad sentía que no tenía nada para ofrecerles.
Fue cuando escuché acerca de la "depresión".
Con el paso del tiempo, ese sentimiento de soledad sólo se hacía más y más grande, y hasta el día de hoy no comprendo porqué, si aparentemente nunca lo estuve.
Fui conociendo más gente, amigos de mis amigos, y fui olvidando un poco, ligeramente ese sentimiento.
Hasta que llegó ese día.
¿Recuerdas cuando te dije del chico que se había suicidado a causa de la depresión?
Pues yo conocía al chico, era amigo de Jimin, quizá no tan cercano, pero era su amigo.
¡Maldita sea, mamá! Yo conocía al chico y no pude evitar que tomará esa decisión. ¡No sabes como me dolió saber que él había muerto!
Es decir, no lo conocía tanto, pero alguna vez tuve contacto con él, aparentemente era un chico feliz, alguien sin preocupaciones. Nunca te imaginarias que estuviera pasando por esa lucha él solo.
Decidió acabar con su vida, porque ya no soportaba ese sentimiento, ese que le decía que era un bueno para nada.
Pero bueno, te has de estar preguntando que tiene que ver todo esto.
Bueno pues déjame decirte un par de cosas.
Te molestas porque según soy un flojo que no puede despertarse temprano y termina levantándose a las 11:00 am, pero lo que no sabes es que por las noches no puedo dormir, que incluso esas veces en las que no me he levantado cuando me hablas, es porque sólo he dormido 2 horas, si al caso 4. Y eso no es sólo de un día, para nada. No tienes idea de cuántas noches he pasado en vela, pensando en porqué soy un inútil, un bueno para nada, un inservible, el porqué no puedo cambiar mi manera de ser, en porqué soy tan mal estudiante.
sólo te molestas, pero nunca te has tomado la molestia de preguntarme cómo me siento en realidad. Te preguntas porqué no te cuento nada, ¡pero no te das cuenta que cuando quiero hablar contigo te la pasas con tu estúpido celular! Dices que me pones atención, pero ambos sabemos que eso no es cierto.
Te molestas porque estoy de mal humor la mayor parte del tiempo, pero lo que no sabes es que estoy molesto conmigo mismo, que odio mi forma de ser, que odio sacar malas notas, que quisiera acabar con todo...

A estas alturas creo que ya supones que te quiero decir.

Pero si no es así te diré.

Mamá, tengo depresión.

Supongo que ahora pensaras "¿por qué nunca me dijo?"
Claro que lo hice, no lo dije como tal, pero, recuerda cuántas veces te pedí que me llevaras al psicólogo, pero nunca me hiciste caso. Siempre creíste que con una simple plática tuya se me iba a quitar.

Pero esto no es tan fácil de solucionar. He estado luchando solo desde entonces.
¿Y sabes qué es lo peor? Que tus palabras no ayudan.

Me duele cada vez que me dices que soy un cobarde, porque para ti es en broma, pero para mi es muy real. No tienes idea de cuántas noches lloré amargamente por el simple hecho de que mi propia madre me recordará que no sirvo para nada.

Ustedes a veces me dicen que debo recuperar el promedio perfecto aje tenía años anteriores, pero si tan sólo se pusieran en mi zapatos, se darían cuenta de que no es tan fácil. Detesto que piensen que por ser un "simple" estudiante no me canso, ni es así, si supieran cuán agotador es tener que soportar a los compañeros, a los profesores que se creen perfectos y demás cosas.

Lo siento mamá, pero tu hijo no es perfecto, quizá no sea el hijo que esperabas.

Lo siento mamá, pero tu hijo tiene depresión.

Lo siento mamá, pero tu hijo ha intentado acabar con su vida, fallando en el intento.

Pero llegará el día en el que tal vez y sólo tal vez, logre su cometido...

Lo siento mamáDonde viven las historias. Descúbrelo ahora