➤Capítulo Único

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El día por fin había llegado, después de todas estas semanas pasandote fotos subidas de tono con aquel pervertido esqueleto ambos habíais decidido quedar para ''conoceros más a fondo'' en persona, de hecho ya os conocíais, un amigo, Papyrus o Papy, fue el que te lo presentó y en aquel momento ambos sentísteis un flechazo, y la tensión sexual era bastante obvia, con cualquier tontería o coqueteo que te hiciese te volvías loca y tu feminidad pedía guerra a gritos y en el poco tiempo que estuvisteis hablando sentías una gran confianza a su lado, algo raro en tí ya que eras la más tímida de tu grupo de amigos, que mala suerte que por aquel entonces aún estuvieras con tu novio.

Sí, el te dejó y la verdad que fue una ruptura bastante dolorosa, pues te enteraste que se acostaba con una no tan cercana pero buena amiga tuya, y te lo dijo en toda la cara: ''Te dejo por ella''. En aquel momento decidiste que estabas harta de ser el juguetito de los hombres, pues no era la primera vez que te dejaban de una forma tan cruel, decidiste que de ahora en adelante te daría igual lo que la gente pensara o hablara de tí, eras joven y habías decidido disfrutar la vida.

Todo el tonteo con este chico empezó unos días después de lo de tu novio, era por la noche, cerca de las 2 a.m y él te mandó un mensaje, aun tenía tu número de la fiesta.

Empezó diciendo que sentía mucho lo que había pasado con él, que era un gilipollas y no sabía lo que se perdía, y bueno, vuestras intensas conversaciones volvieron y al pasar unos días él dio el primer paso, mandandote una foto de un bulto en sus pantalones. Te sorprendiste mucho al ver este mensaje pero... No te desagradaba del todo, hasta recuerdas excitarte un poco pensando en estar sentada sobre esa montaña.


  —  ¿Te gusta lo que ves? Tú tienes la culpa _____... 

  — Dios mío Sans...

— Oh vamos, sé que te gusta ;)

— Por qué no me envías algo bonito tú también...?  


Así aquel juego continuó durante semanas y semanas, cada foto más picante que la anterior, y demasiadas madrugadas que ambos os pasabais jugando pensando en el otro...

El letrero brillante de aquel bar te sacó de tus pensamientos y con nervios, descendiste las escaleras hasta el local. La sensual y relajante música jazz llenó tus oidos y buscaste con la mirada a Sans, al no encontrarlo supusiste que llegaría tarde y te dirigiste a una sala reservada que según él había reservado para la ocasión, el lugar era bastante privado y más bien oscuro, podías escuchar a algunas parejas por ahí haciendo dios sabe qué.

Estabas repasando tu pintalabios rojo putón, como tú lo llamabas, que resaltaba con tu piel blanca y tu pelo oscuro, cuando una voz ronca habló en tu oído haciendo que un escalofrío recorriese tu espalda.

  — ¿Llevas mucho tiempo esperándome? 

  — ¡S-Sans! N-no me des esos sustos de muerte... Y no, acabo de llegar...

Al ver lo guapo que iba Sans la timidez volvió a tí, iba vestido con una camiseta blanca básica, una bomber negra y unos vaqueros negros también. Olía jodidamente bien. Tragaste saliva con dificultad y dejaste un espacio a tu lado para que se sentara a tu lado. 

El mayor te sorprendió tomando tu mentón con delicadeza y levantando tu rostro, atrayendo tu boca a la de él. Tu rostro ardía con fuerza y no eras capaz de mantenerle la mirada.

『 n u d e s 』🔞 Sans x Reader || [UT] || ONE-SHOT || LEMON ❤Donde viven las historias. Descúbrelo ahora