Parte Única

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Aún puedo recordar el sabor de sus labios durante nuestro primer beso: dulce, cálido y un poco húmedo por nuestra falta de experiencia; teníamos doce años, pero las circunstancias nos habían hecho madurar rápido, especialmente a él, mi pequeño Jongie.

Iba de camino a casa, después de haber pasado toda la tarde jugando en la casa de mi primo Sung Kyu, ya estaba oscuro y sabía que me regañarían tan pronto cruzara la puerta de mi hogar, así que no tenía prisa en llegar. Hasta el día de hoy, doy gracias por haber escogido el camino largo porque sí pude conocerlo, pensar en todos nuestros momentos juntos pero con la cara de alguien más a su lado me enferma.

Estaba parado en medio de la calle y con el semáforo a punto de cambiar, pero aquel niño no parecía ser consciente del peligro en el que se encontraba, así que corrí y lo atraje hacia mí, asustado a más no poder por la posibilidad de que hubiera muerto; en ese momento no lo entendí: ¿por qué deseaba salvar desesperadamente a ese extraño?

Ya en la banqueta, comencé a regañarlo:

-¿Por qué no te fijas antes de cruzar? ¿acaso tus papás no te enseñaron a tener cuidado? Incluso ahora... ¿cómo puedes confiar tan ciegamente en un extraño y si soy un secuestrador o algo peor? Han ocurrido varios crímenes por aquí en los últimos meses, la policía dice...-. Pero no logré terminar lo que sea que estaba diciendo porque el comenzó a hablar muy animadamente, sin parecer mínimamente interesado en mis advertencias.

-¿Crímenes? ¡Ah! Entonces sí logré cruzar... ¡No puedo creer que enserio funcionase! Es decir, era una falla en el libro, un punto sin resolver y yo... yo ¡Sí!-. Debió ver mi expresión porque se detuvo, enfocó sus grandes y bellos ojos en mí y dijo:

-Perdón, mi nombre es Sung Jong, tengo doce años y aunque parece una locura... vengo de otra dimensión-.

Debería haberme reído, decirle que estaba loco y seguir mi camino, pero parecía tan seguro de sus palabras, y era tan bello, con su piel pálida, sus mejillas sonrosadas y al final yo también era solo un niño, así que me quedé. Lo escuché y creí.

Vivimos grandes aventuras juntos, más que nada sobre situaciones en las que nada nos salía bien, pero siempre las superamos. Pensar en eso ahora me alegraba, había vivido plenamente durante todos estos años, sin arrepentimientos, así que los recuerdos que tenía eran mis tesoros.

Pero él... él era el más preciado de todos.

Fue mi primer amor, el más especial de todos. Pero éramos de mundos diferentes... literalmente y ninguno habría sobrevivido en el espacio del otro, no por mucho tiempo al menos, y nuestro amor era, es tan grande que el dolor de estar separados pero sabiendo que el otro vivía era mucho mejor que nuestra alternativa.

Incluso ahora, sé que es feliz porque tiene mi recuerdo, tanto como yo tengo el suyo.

Me digo esto mientras camino por mi viejo vecindario que me trae tantos recuerdos cuando escucho esa voz, esa dulce voz que tanta alegría me dio una vez.

- ¿Myung Soo? 

MemoriesWhere stories live. Discover now