El YoonGrinch ** YoonJin **

El YoonGrinch

Dentro de un pequeño copo de nieve que caía en la bella ciudad de Seoul (Corea) se sitúa el pueblo de VillaBangtan, y sus habitantes, los Bangtan, hacen preparativos para las fiestas navideñas, que celebran con felicidad, alegría y armonía excepto el cínico y misántropo YoonGrinch, que detesta la Navidad y vive solo en lo alto de una montaña a las afueras de la Villa junto a su perrito Min Holly. Todos los Bangtan le desprecian y no quieren saber nada de él, especialmente el alcalde de VillaBangtan, Jin Hyo Sang (llamado Kidoh por cariño).

Un pequeño niño observaba a lo lejos lo hermosa que la montaña del YoonGrich podía verse y se preguntaba como alguien podía vivir tan lejos de los demás, sobretodo en una época como navidad. Muchas preguntas cruzaron su cabeza cuando sintió unos brazos familiares abrazarlo desde atrás y una sonrisa se formó en su rostro al saber que se trataba de su pelinegro mejor amigo (Y tal vez algo más en el futuro).

- ¿Viendo de nuevo la montaña, Taetae?

- No puedo evitar sentir curiosidad, Jungkookie

El menor sonrió apoyando su barbilla en los hombros de Taehyung, sabía desde hacia tiempo que el castaño tenía ganas de subir a aquella montaña y ver el mismísimo YoonGrich con sus propios ojos, en vez de solo escuchar lo terrible que era por boca de los adultos. Escucharon como voces los llamaban y ambos se dieron la vuelta, sus padres sonreían al verlos.

- ¿También están de compras navideñas?

- Sabes que todos los años es igual - Jungkook le dedicó una sonrisa - Nos vemos más tarde, Taetae

El mayor asintió mientras veía al pelinegro correr hacia sus padres para luego él dirigirse donde los suyos lo esperaban. Su padre Kim Namjoon, un hombre justo y respetable que amaba a su familia por sobre todas las cosas, incluso más que a la misma navidad y su otro padre Wang Jackson, con esa sonrisa que enamoraba a cualquiera pero que solo le dedicaba las 24 horas a su esposo, ambos hombres con montones de cajas en sus manos.

- ¿Puedo ayudar?

- Claro, Taetae - Jackson le sonrió a su bebé antes de observar a su esposo - ¿Nam?

- Ya sé... Adelantate a la estación de envíos y manda esta carta mientras seguimos buscando el último regalo, luego nos vemos frente al gran árbol de navidad de la villa

El castaño le sonrió a sus padres antes de dirigirse a la estación de envíos, todo estaba atestado de gente, los habitantes de villaBangtan se tomaban muy enserio la navidad y las compras compulsivas de regalos, decoración y platillos navideños eran comunes en la época. Llegó al lugar con su mejor sonrisa y como ya conocía al encargado éste le permitió que el mismo fuera a la parte de atrás para que depositara la carta mientras estaba ocupado con los clientes... Como dije, estaba atestado de gente.

El pequeño Taehyung Bangtan caminó hasta la parte trasera y buscó la máquina donde debía dejar la carta cuando un ruido llamo su atención. Se acercó sin hacer ruido hasta que vio una figura entre los paquetes, un hombre de cabello verde (mucho cabello) que se encontraba riendo mientras cambiaba las etiquetas de destino de los regalos que se encontraban allí. Estaba a punto de acercarse aun más cuando los ladridos de un perro lo asustaron, haciéndolo tropezar y caer sentado sobre una maquina, completamente atrapado.

- ¿Que pasa Holly? ¿Nos descubrieron?

El pequeño perrito ladraba en dirección donde Taehyung se había caído. YoonGrich se acercó a donde el castaño estaba y no pudo evitar reír a carcajadas al verlo allí atrapado, sobretodo porque la cara de terror del menor lo hacia aun más divertido.

- U-Usted es... Es... Es...

- ¡El YoonGrich!

Los gritos de Taehyung eran muy fuertes, tanto que el peliverde decidió darse la vuelta e irse, pero ver la cara de tristeza de su cachorrito por dejar al menor allí lo hizo regresar. Sujetó el tobillo del castaño y lo levantó, sacándolo de la maquina como si fuera un simple muñeco, para luego dejarlo en el suelo.