Regalo de Navidad 1

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Este año, ha sido un año de aprendizaje para mí.

Me he caído, levantado y vuelto a caer. Para de nuevo, ponerme de pie y seguir.

He dejado atrás, mi país, mi familia y amigos, para poder labrarme un futuro y ayudar a los míos.

Mientras todo eso sucedia, mi mente se llenó de ideas que no tuvieron un desarrollo, pedazos de historias.

Pensé en compartirlas con ustedes, como un regalo.

Les dejo la primera:

Cuando lo escribía, pensé en Hakyeon (no es raro) , sin embargo, no pude seguir.

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Psicópata

Hace una semana mi padre violo y mato a una chica de unos veinte años frente a mi.

Sin embargo, no me inmuté, creo que mi falta de reacción alentó a mi padre a seguir con la carnicería mientras yo leía una enciclopedia de ciencias.

Las paredes de mi cuarto en la casa de campo habían quedado arruinadas.

—¿Estás asustado de mi? — me preguntó mi padre luego de que consiguió limpiar el desastre hecho con la alfombra.

— No, eres mi padre — fue mi respuesta, no entendí su pregunta en ese momento. — ¿Puedes conseguir que todo en mi cuarto quede en orden de nuevo?, me gusta el ambiente de esa habitación.

— ¿Sabes que el que no te afecte dormir en tu cuarto de nuevo implica alguna clase de desvío mental?

Dejando el libro de anatomía humana a un lado le presté atención a lo que me decía.

— Si vas a castigarme, hazlo rápido, quiero ganar el premio de Ciencias este año y si me sigues interrumpiendo nada ínteresante pasara por mi cabeza.

Mi padre se me quedó viendo un rato.

— Quiero estar allí y ver en La clase de psicópata en el que te convertirás.

— ¿ Psicópata? — luego de buscar un rato en mi cerebro esa palabra no me decia nada.  Mi padre asintió, confirmando así que le había escuchado bien.

Un libro referente a las emociones y como identificarlas fue dejado en mi regazo.

— Aprende a fingir las que no te salgan de forma natural, es necesario para vivir en “sociedad”, nadie puede descubrir nunca que no sientes algunas cosas —estuve observando la cubierta del libro con un atisbo de curiosidad y mi padre respondió la pregunta que se reflejaba en mi silencio. — Lo compré hace un par de años cuando me dí cuenta de que mi hijo era igual a mí.

Ese día descubrí que yo no sentía ninguna emoción de las descritas en ese libro.

Así que al parecer tenía un desorden en mi correcto funcionamiento cerebral.

Sólo que mi padre se equivocó al igualarme a él.

Mientras recordaba su expresión al mutilar ese cuerpo que una vez fue el de una mujer, pude identificar emociones en mi padre.

Él se emocionaba.

No era el psicópata que decía ser.

Pero me guardé esa información, entendí que nadie, ni siquiera él, era apto para conocer que yo sí sería el psicópata perfecto.

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Gracias por leer.

Imagina... Otra Realidad ** ViXX**Donde viven las historias. Descúbrelo ahora