>>Narración de Amu
Durante los días posteriores a mi enfrentamiento con la bruja, intenté por todos los medios lograr que me echaran del instituto. No sólo desobedecía a los profesores y copiaba en los exámenes, sino que también me peleaba con la primera persona que se me pusiera en frente para decirme o criticarme algo. Me seguía saltando las clases y solía pintar las paredes del instituto con lo que tuviese a mi alcance. No obstante, todos mis esfuerzos por salir de ese lugar sólo hacían más y más millonaria a la directora, pues no dudaba ni un solo segundo en vengarse de mi comportamiento exigiendo cada vez más dinero a mis padres. Aumentaba al doble la cifra y aunque era injusto todo lo que pedía, papá y mamá nunca decían nada y bajaban la mirada avergonzados, como si realmente la mala fuera yo.
Sí, la mala del cuento, de la historia, la rebelde, la que no tiene razón, la que debe limitarse a obedecer reglas. Pero...
¿En verdad estaba mal querer abrirle los ojos a la gente? ¿Era acaso un delito querer transmitir a mis compañeros y profesores que la directora no es lo que todos piensan?
Si lo pienso un momento... ¿desde cuándo empecé a ser como soy ahora?
Yo era obediente, responsable, sonriente. Cumplía con todo lo que se me pedía, sacaba buenas notas, tenía buenos modales, vestía como mi mamá quería... Sin embargo, hay algo que no ha cambiado desde que tengo memoria. La sensación de estar sola, la falta de amigos, la ausencia de padres comprensivos que creen que el dinero es lo único que hace feliz a las personas.
—Miren... Amu otra vez está sola en el festival, seguramente sus padres la abandonaron por ir a un negocio muy importante. Sí, probecita, sólo da pena...
—¡No doy pena! —dije entre dientes
—Lo das porque en este momento estás sola y porque tus padres no van a venir.
—¡Se equivocan! ¡Mis padres me prometieron que vendrían! —me levanté, grité aunque tenía un nudo en la garganta, aunque quería llorar.
—Uy parece que quiere llorar —se burlaron, se rieron de mí.
Y lo peor de todo era que tenían razón porque en verdad mis padres nunca llegaron.
—¿Qué debería hacer para que dejes de estar en las nubes? —la voz de Ikuto se oía a lo lejos. Al girar un poco la cabeza mis ojos se encontraron con él, pero no lo vislumbré con atención puesto que seguía pensando en mi pasado.
—¿Amu, te encuentras bien? —le siguió Yaya, parecía preocupada.
—Lo estoy —respondí encogiéndome de hombros. Sin embargo, no me sentía nada bien.
De todas formas, ya estaba acostumbrada a mentir con mi estado de ánimo.
—Bueno... entonces será mejor seguir con el ensayo —apuntó Nagihiko.
—Cuanto estemos a solas te obligaré a contármelo todo —susurró el peliazul, rozando mi oreja con sus labios.
—¡Waaaa! ¡Te prohíbo que te acerques a mí de esa manera! —grité mientras me alejaba unos cuantos metros de él. ¡Odio que sea así conmigo!
—Vaya, la Amu que conocemos volvió —sonrió.
—Es cierto, parece que sólo Ikuto es capaz de regresarte a la normalidad, hace un momento intentamos de todo para que volvieras de tu repentino estado catatónico, pero nada parecía funcionar.
Puede que estén diciendo la verdad, hace unos minutos había dejado de cantar de manera brusca.
—Atención acá, tengo decirles algo –llamó Ikuto alzando un brazo.
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[Fanfic Amuto] La historia de una chica rebelde
FanfictionSinopsis: La vida normal de Amu como de cualquier chica rebelde de instituto se ve alterada cuando se topa con un chico que la conoce mejor que a nadie y que además le ofrece la posibilidad de hacer realidad su sueño... ¿pero a costa de qué?