El Resplandor

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Este es mi mundo, un mundo pintado de tan solo dos colores, el primero de ellos como no, es el color negro, un negro que envuelve este mundo y lo llena con sobriedad y simpleza, lo inunda con su monotonía y con su forma de ser tan predecible.

Después reside el color blanco, un blanco de pureza, ingenuidad, egoísmo y sobre todo de esperanza. 

Tan solo estos dos colores habrían bastado para conllevar mi simple vida. Pero, fue entonces cuando más colores comenzaron a llegar, colores disfrazados de emociones, colores tan hermosos, pero tan efímero, colores que derrochaba verosimilitud y al mismo tiempo se contradecía en todo lo que creían expresar.

 Creo que nunca podre hallarles un sentido,  pero eso ahora no importa ahora, estoy aquí para entretenerlos con la historia de mi vida,  sin más dilación que comience está historia.

Mi nombre no es importante y menos mi aspecto físico, lo único que importa es que todo comenzó en un día común y corriente del año 2026 para ser más preciso por los alrededores de Octubre 12 en un colegio sin nombre o por lo menos su nombre ya fue olvidado hace mucho tiempo y no deseo recordarlo tampoco.

Ahí ya hacia yo, un chico de estatura promedio, con unas notas promedio y como no, con un parentesco corriente. Era una persona poco sociable, algo cortante y muy, muy pesimista, mejor dicho, era la viva imagen de ¨pasar sin pena ni gloria¨ por  todo lado al que iba, sobraba o en pocas palabras no importaba, bueno, algo que debo agregar y reconocer es que nunca me intereso en lo más minimo resaltar, en este pequeño país podría desaparecer y nadie me recordaría de todas formas.

 Yo era solo un ¨observador¨ o así era como yo me reconocia e identificaba, Tal vez eso podría ser una explicación del porqué de mi vista tan pobre que con suerte lograba ver dos colores.

 Mis sueños, aspiraciones, y esperanzas no se extendían mas allá de lo que tenía en mis manos, Soy aburrido lo sé, soy una persona de pocas palabras, de pocas ideas y sin ánimos de ponerme a poner a pensar sobre mi existencia o del futuro que me depará, yo solo vivía por que podía hacerlo. Diría que mi único rasgo que resaltaba de mí era mi gran capacidad para deducir o resolver acertijos, Además de mi gran afinidad por fijarme en los minimos detalles, pero bueno, no creo que les interesede todas formas y parece que ya me he extendido con está ¨presentación¨esto al fin alcabo tampoco es lo importante. 

El 12 de octubre yo me encontraba contemplando el sol matutino, aunque lo único que podía contemplar era su borrosa figura a través de las gran variedad de nubes como era corriente para mi todas la mañanas en la clase, veía por la ventana un sol sin color, sin brillo, casi parecía no tener vida alguna, solo flotaba en el cielo, sin preocuparse por nada o nadie, era casi envidiable.

Recuerdo que estaba tan cansado y aburrido de la monotonía diaria que me parecía una mejor idea contemplar aquel sol sombrío que seguir escuchando esas palabras del profesor explicando un tema de matemáticas que a mi oído parecían simplemente una molestia, ¿para qué diablos quiero saber números integrales si no voy a estudiar ninguna ingenieria? al final no es más que una perdida de tiempo, sin decir que sus explicaciones dormían más que cualquier sedante existente.

Pero para mí mala suerte el profesor obviamente no pensaba igual que yo al respecto y con un fuerte golpe en la espalda me despertó de mis desvaríos, y a la vez que con una voz de autoridad me sermoneo y me libero del sueño que tenía en ese instante provocado por su devastante explicación, remplazandolo con un momento incomodo donde además de la burla continua de mis compañeros, tenía que soportar el regaño de él viejo profesor que mantenía  un rostro represivo que pareciese que explotaría en cualquier momento en ira y si a esto se le sumá mi rostro de indiferencia ante la situación, solo era cuestión de tiempo para que estallará en colera.

Existiendo bajo un cielo vacioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora