Hyung, dime [ WooGyu]

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SungGyu ideaba la manera de salir de casa, no quería ser él quien adorne el árbol de navidad, se sentía perezoso y algo letárgico, las vacaciones de invierno lograban que pierda su percepción sobre el tiempo, y eso incluía dormir a altas horas de la madrugada para luego despertar muy tarde. Por lo que terminaba siendo quien acomodara todos los adornos de navidad en casa, su hermana mayor, JiEun, por lo general siempre encontraba la manera de escapar. Pero ese año no, ese seria su año y sería él el primero en salir antes que ella.

No lo logró.

Apenas abrió la puerta su madre lo esperaba con una sonrisa triunfal, con JiEun aun lado quien también tenía un puchero, por lo menos ese año no haría las cosas solo.

—  ¡Vamos! Antes te encantaba adornar el árbol ¿Por qué ahora ya no?¿Eh?—se alzó de hombros con una vaga sonrisa en su rostro, el tono de su madre siempre era tan animado en esas fechas además tampoco quería responder.

—  ¿En serio aun lo preguntas?—ambos voltearon a ver a JiEun, su madre asintió sintiendose aun mas contagiada por el rostro divertido de su hija.— Mamá, es obvio que nuestro GyuGyu aun extraña a su novio.

SungGyu contó hasta diez mientras veía de mala manera a la mayor, no sabía cuantas veces le había dicho que Nam y él no eran nada más que amigos.

— Yo también extraño a mi cuñado.

— Y yo a mi yerno.— mencionó la señora Kim como si nada, y SungGyu boqueo un poco  pero antes de responder su madre volvió a interrumpirle.— ¿Este año si vendrá?

El castaño volvió a alzarse de hombros como si no le importara. Le hubiera gustado que fuese así, pero sería mentirse. Extrañaba a WooHyun demasiado, esa sería su sexta navidad sin él ¿Era poco o era mucho para alguien normal? No lo sabía, para él era demasiado.

Pasar de verlo todos los días a verle detrás de una pantalla había dolido demasiado. Más cuando los mensajes y llamadas comenzaron a ser menos.  Pero lo entendía, las personas crecían y cambiaban. 

Comenzó a colocar cada adorno, mientras escuchaba los bostezos y quejas de su hermana, él solo rodaba los ojos ante cada una. WooHyun nunca se quejaba, al contrario, era él quien se quejaba o refunfuñaba, porque no había navidad en la que el menor no hiciera la misma pregunta.

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— Hyung, dime ¿Qué quieres en navidad?—preguntó efusivamente el pequeño niño de nueve años que se encargaba de pasar cada bolita brillante para que el más alto las colocara en el árbol, él ya había colocado las de la parte baja del árbol. Esa había sido la "misión" que la señora Kim les había dado, ya que no les permitía salir debido al frío que hacía fuera. SungGyu no respondió, y los labios de WooHyun formaron un mohín.— ¡Dime!

SungGyu rió ante la insistencia, tratando de que el más pequeño no le viera, recordaba una escena parecida la navidad pasada, o bueno las navidades pasadas desde que había conocido a WooHyun. Pues el mas pequeño se había pegado a él sin permiso alguno, su madre y la señora Nam habían comenzado una bonita amistad, pero a SungGyu  parecía no interesarle hacer amistad con WooHyun, a pesar de tener solo un año de diferencia. Huía del más pequeño, pero simplemente no lo lograba, WooHyun terminaba quedándose a su lado el resto de la tarde, y aunque nunca lo admitiría, se había acostumbrado a esa compañía. 

Se había acostumbrado a esa voz, a esa personalidad, incluso se había acostumbrado a  llorar en a o b situación, y que el más pequeño limpiara sus lágrimas con una sonrisa. Aunque luego fingía no haber llorado en absoluto, y eso parecía no importarle a WooHyun quien solo reía ante lo orgulloso que era el mayor, mientras le regalaba tiernos corazoncitos con las manos.