Tomé mis cosas y él las suyas, sólo las que necesitábamos.
Cuando bajamos tuvimos que atravesar el living y el comedor, hasta que llegamos a una terraza que comunicaba la casa con el patio.
Después de caminar y atravesar la casa y el patio, llegamos a una bella mesa con sillas. Zack, limpió un poco la mesa para poner nuestras cosas y me acercó una silla, lo cual fue muy tierno. Permanecimos sentados estudiando por un par de horas.
- ¿Esto es lo último? - preguntó Zack.
- Sí, o eso creo. Pero aún nos falta repasar unas pequeñas cosas.
Nos quedamos callados un momento, ya que yo estaba escribiendo lo que me faltaba de mi resumen mientras Zack me quedó observando un momento. Luego dijo:
- ¿Quieres descansar un momento?
- Ok. Es un buen momento para descansar. Ya hemos estudiado bastante - le dije con una sonrisa.
- ¿Quieres ir adentro? - me preguntó al notar mi incomodidad por el clima, ya que empezó a hacer mucho frío en ese momento.
- Si, aquí ya comenzó a hacer frío, gracias.
Comenzamos a guardar nuestras cosas para entrar.
- ¿Te ayudo? - le pregunté al notar que tenía que dejar todo limpio y ordenado en el patio.
- No es necesario.
- Pero yo si quiero ayudarte - insistí.
- En ese caso, sería de gran ayuda.
Luego de limpiar y ordenar afuera, tomamos nuestras cosas para entrar. Nuevamente tuvimos que atravesar el living y el comedor, hasta llegar a la sala de estar, y de allí a las escaleras.
- ¿Tienes hambre? - me preguntó amablemente.
- Un poco, ¿y tu?
- ¿Qué quieres comer? - me preguntó luego de una pequeña pausa.
- Lo que sea, no te preocupes.
- Ok. - me dijo - . !¿Mamá?! - preguntó.
Luego de un momento agregó:
- Al parecer salió. ¿La esperamos?
- Podríamos cocinar algo. ¿Qué te parece? - le pregunté.
- Ok. ¿Qué quieres comer? - me preguntó amablemente.
- Ya me has atendido bastante, ahora es mi turno, ¿qué deseas comer tú?. Prepararemos algo juntos. ¿Dime qué nunca te has cocinado? - le pregunté con una sonrisa burlesca pero agradable y con simpatía.
- Si he cocinado antes. Sólo que no acostumbro a hacerlo - me respondió como si lo hubiera ofendido con esa pregunta, pero siempre con un tono muy agradable y un poco humorístico.
Estuvimos un poco más de una hora cocinando una cena para nosotros y para sus padres. Picando verduras, cociéndolas, preparándolos platos, entre otras cosas.
De pronto, escuchamos un sonido de llaves, como cuando están abriendo una puerta.
- Llegamos - dijo el padre de Zack, que llegaba a su casa con su madre y su hermana (fue en ese momento donde me enteré que Zack tenía una hermana menor).
- Hola, Abby, ¿cómo están? - dijo la madre de Zack al notar que seguía e su casa.
- ¿Abby? - dijo su padre, ya que pensó que estaba solo Zack en la casa - Disculpa, pensé que sólo estaba mi hijo en la casa.
- No se preocupe - le dije al notarlo un poco aflijido.
- ¿Terminaron de estudiar? - preguntó su madre.
- Sí - le respondí
- Pero nos faltaron unos detalles - dijo Zack
- Pero lo más importante ya lo terminamos - agregué
Hubo silencio un momento mientras todos nos mirábamos entre sí.
- Abby preparó la cena - dijo Zack
- ¿En serio? - dijeron sus padres sorprendidos
- No. Preparamos la cena entre los dos - le corregí.
Hubo otro silencio, ya que sus padres fueron a dejar sus cosas a sus habitaciones, al igual que su hermana.
- Debo irme - le dije a Zack - le dije, ya que me sentía un poco incómoda en esa situación.
- Quédate a cenar - me dijo
- Pero ya es muy tarde. En verdad debo irme - insistí.
- Ok. Pero yo te voy a dejar a tu casa - me dijo.
Zack me acompañó a buscar mis cosas a su cuarto. Las tomé, y bajamos en completo silencio, como si estuviéramos tristes por dentro.
Cuando bajamos nos encontramos con sus padres preparándose para cenar, y su hermana ya sentada en la mesa.
- ¿A dónde van? - preguntó su madre al vernos preparados para salir.
- Voy a dejar a Abby a su casa - le respondió Zack.
- ¿Te vas tan pronto? - preguntó su padre
- Pero si tú preparaste la cena, ¿cómo no vas a comer lo que prepararon? - insistió su madre.
- Pero mi padre me espera - me negué, al mismo tiempo que sus padres giraron su mirada hacia otro lugar, para no incomodarme al insistir.
Hubo otro silencio. Se notaba que ambos, con Zack, estábamos un poco tristes, pero tomé esa decisión porque creía que era la más adecuada para esa situación.
Caminamos hacia la puerta, pero justo antes que Zack la abriera, se quedó callado un momento quieto, como si estuviera pensando.
- Quédate. Por favor - me dijo Zack al mismo tiempo que apoyó su mano sobre mi brazo, mirándome a los ojos.
Nuevamente hubo un silencio, sólo que esta vez, fue uno bastante agradable.
- Está bien - le dije mirándole a los ojos mientras le mostraba una sonrisa, al igual que él me mostró la suya, reflejando su felicidad igual que la mía.
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De la oscuridad a la Luz [Completada]
Ficțiune adolescențiAbby es una adolescente de 16 años tímida, introvertida y no de amigos. Cuando llega un nuevo chico a su escuela, crea una gran cercanía con el. Será este chico el que le ayude a salir a delante con la verdad que nadie conoce sobre ella? O solo le...