El viento es congelante y me pega en la cara como cuchillos, hace un frío de muerte y yo voy en un sencillo vestido con unas medias super finitas, las cuales son sinónimo a no llevar nada.
Todavía no se ha ido de mí la rabia que siento ante tal comentario como el que mi tía dijo, ¿Qué cojones se supone que quiere? ¿Qué olvide que mató al ser que me engendró? Qué sea el gilipollas que metió su maldito pene en la vagina de mi madre y depósito ahí un espermatozoide para formarme a mi no quiere decir que sea mi padre, porque no, porque ser padre se trata de cuidar y proteger a tus descendientes y no solo ser el responsable de su creación, por lo tanto ese hombre no es nada mío, bueno si, si que lo es, es el hombre que me arruino la vida por completo, es mi peor pesadilla y si alguna vez llegó a verlo juro que lo mataré.
Mi mirada se distrae con el cartel de luces fluorescentes del local y me olvidó de mis pensamientos, camino decidida hasta la puerta y cuando entró el calor que emana el lugar choca con el frío acumulado en mi cuerpo, busco a mi amiga y me la encuentro como siempre trabajando.
-¡Feliz Navidad!- Le grito acercándome a ella y dándole un fuerte abrazo-¿Cómo llevas las cosas por aquí?-.
-La verdad es que estoy demasiado agobiada, hay más gente de la cuenta y no puedo con tanto-Veo el agotamiento en su cara.
-A ver venga, te ayudo un rato, así te quito un peso de encima- La verdad es que nunca he trabajado sirviendo copas en una barra pero me da apuro verla así en Navidad.
-¡¿Enserio!? ¡Dios te amo!- Me abraza con fuerza y casi me ahoga.
Paso como una hora sirviendo y la verdad es que no me disgusta estar aquí detrás, cosa que me resulta realmente rara, es decir, odio socializar y aquí digamos que estoy haciendo justamente eso.
-Deme una cerveza princesa- Levantó la mirada y me encuentro con sus ojos verdes.
-Óscar- No se porque cojones sonrió sin pensarlo, ¡Vamos Camila! Estás enfadada.
-¿Donde cojones te metes?-.
-¿Donde cojones me meto yo? ¿Disculpa? Yo no te trate como si no fueras nada, ese fuiste tu- mi sonrisa se esfuma y pasa a una más dura.
-Joder princesa perdón, se que fui un idiota y juro que me arrepiento muchísimo pero no me trates así- Pone un puchero- No me castigues con tu indiferencia-.
-Estoy trabajando ¿si?- le digo cortante.
-No te dejaré hasta que me perdones y me des un beso-Sonrie.
-Oh vamos, ya hablaremos-.
Es entonces cuando se monta en la barra y la salta para quedar justo a un centímetro de mi.
-¿Me perdonarás?- No puedo evitar sentirme incomoda pero a la ves morirme de ganas de comérmelo a besos.
-Óscar, la gente nos mira-le advierto.
-Me importan una mierda los demás, solo me importas tú mi princesa- Siento como roza sus labios con los mios- ¿SABÉIS QUÉ, CHICOS?- Se aparta de mi y mira a todos los que nos observan con atención-ME ENCANTA ESTA CHICA Y NO QUIERE PERDONARME, ¿QUE SE SUPONE QUE TENGO QUE HACER PARA QUE LO HAGA?-Lo dice todo a gritos y yo siento como mis mejillas se incendian.
El chico vuelve a saltar la barra y veo cómo se pierde por la multitud, ¿Ya está? Dice eso ¿Y se va? Es estúpido.
Todos a mi alrededor se quedan sorprendidos ante lo sucedido y me miran con curiosidad.
De repente siento como el ruido cesa y miro a todos lados hasta que lo veo.
-HOLA A TODOS, ¿QUE TAL? ¿BIEN? YO NO TANTO, ESTOY AQUI PARA PEDIRLE ALGO A UNA PERSONA MUY ESPECIAL, ELLA SE LLAMA CAMILA Y ES REALMENTE HERMOSA PERO EEEEH CHICOS ES SOLO MÍA ASÍ QUE QUITEN SUS SUCIOS OJOS DE ELLA Y ESCUCHEN ATENTOS- Mira directamente hacia mí- PRINCESA, ¿ME PERDONARÁS?- Siento como toda la discoteca fija su mirada en mi.
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Yo si cumplo mis promesas pelirroja (EDITANDO)
Teen FictionLlevo 11 años cargando sobre mí algo que me destruye, que me mata y que hace que el roce de cualquier persona me inquiete; porque tengo miedo, miedo de mí, miedo a que me vuelvan a hundir. Desde aquello cree una coraza, una que me alejaba de todos p...