Amor Desconocido

33.- ¿Papito?

Golpeteo la espalda de Pedro pues no ha dejado de toser, su madre se levanta y corre hacia nosotros al notar que el asunto se está complicando, su cara está completamente roja por el esfuerzo, las venas de su frente y su cuello están muy marcadas.

_Respira cariño_ suplica ella, yo me quedo quieta sin saber qué hacer para ayudar, los demás también se acercan. El señor Marcos hace no sé que cosas con las manos en el cuello de Pedro y parece funcionar.

También puedo respirar aliviada en cuanto lo veo comenzar reponerse.

_Ya... estoy bien_ dice recuperando el aliento, toma aire y la expulsa por la boca, toma una de mis manos y deposita un tierno beso en el dorso de mi mano mientras me sonríe susurrando un gracias _No fue nada_

_Y... ¿Les parece si salimos a dar un paseo? Aún es temprano_ oigo decir al hombre trajeado después de unos minutos de conversación trivial, lo que menos quiero es caminar con estos zancos que traigo puestos, no sé porqué me los puse si los odio, la señora Esperanza parece estar de acuerdo con la idea de la salida porque está sonriendo de oreja a oreja.

_De hecho, Jimena me estaba comentando que quiere pasar un tiempo a solas con su hermana_ creo que ahora yo soy la que va a atragantarse _Yo prefiero descansar un poco. Pero mamá estaría encantada en acompañarlo_ dice, suprimo una risa.

_Pedro Luis_ dice a regañadientes su madre, sus mejillas se colorean al igual que las del señor Marcos _Oh, no quiero molestar, ademas mañana tienen que trabajar muy temprano_ dice dirigiendo una mirada apenada hacia el último y cambiando su tono a uno más dulce de lo que ya es. ¡Awww!

_No es molestia_ responde enseguida el otro _Supongo que el hecho de ser jefe me da ciertos privilegios después de todo. No es como si la empresa fuese a derrumbarse sin mí_ continuo viendo la escena que se me hace de lo mas tierna, sorprendiéndome, Pedro parece pensar lo mismo que yo. Sé que aun le duele lo de su papá, y me siento orgullosa de él al no interponerse a que su madre continúe con su vida.

Después de un intercambio más de palabras y de convencerlos para que se animen a ir sin nosotros, los vemos salir del comedor y dirigirse hacia la salida de la casa, mis ojos siguen el mismo trayecto de ellos sin poder quitar esa sonrisa boba de mi cara. Una mano colándose por debajo de mi vestido hace que salte en mi asiento y sonría nerviosa, Lili parece no notarlo pues esta muy entretenida desapareciendo las últimas galletas de su plato.

Creo que es la primera vez que hace algo así de atrevido cuando tenemos público, el condenado parece disfrutar viendo mi desesperación por permanecer quieta, su mano da pequeñas caricias sobre mi piel mientras sube poco a poco, cierro los ojos con fuerza al sentir sus dedos muy cerca de una zona peligrosa.

_Pedro_ dice Lili limpiando las migajas alrededor de su boca _Todo estuvo delicioso, ya no me dio tiempo de agradecerle a tu madre_ me recargo en la mesa con las manos cruzadas sintiendo como mi cuerpo entero se estremece con el contacto de esa mano traviesa.

_Tranquila cuñada_ ¿Eh? _Habrá tiempo_ dice sonriendo, su mano libre está hecha puño sobre la mesa sosteniendo su cara, su cara engreída hace que me den ganas de golpearlo.

_Jimena, ¿Estás bien?_ la voz de mi hermana me toma por sorpresa _Estás sudando y estás pálida_ dice.

_Creo que comí demasiado_ miento, dejo caer mi frente sobre la mesa para darle mas dramatismo a mi actuación mientras lloriqueo un poco. Atrapo la mano de Pedro por debajo de la mesa y le doy un pellizco fuerte al notar que mi hermana se acerca, lanza un "auch" bajito y retira enseguida su mano _Me duele la panza_ me quejo.

_No debes comer tanto y tan tarde_ me regaña, toma su bolso y bucea entre el mar de cosas que trae en ese reducido espacio, por el rabillo del ojo puedo ver a Pedro sobarse la zona adolorida _Tómate esto_ dice ofreciéndome una pastillita, se sienta junto a mí para asegurarse de que me la tome, la meto en mi boca y lo trago con un poco de dificultad.