Marry Christmas (One-shot)

Marry Christmas

Bueno... este One-Shot es un regalo para Taikobou, del evento de Navidad AmourX-mas de la page de Facebook AmourFiction, en el que su idea era una entrega de regalos en la residencia Ketchum. 

Antes que nada, disculparme por si no es la idea que él tenía en mente, ya que no sabía si se refería a la entrega entre amigos o de la familia Ketchum solamente y, cómo no podía preguntar porque era sorpresa, pues lo hice a cómo pensé que sería, sorry de antemano si no es así, lo mismo si la idea no le gusta al destinatario de la historia, en verdad lo siento mucho. Por último, por subirlo hoy, pero entre falta de tiempo e inspiración, me ha resultado un poco difícil. 

Sin más, espero que sea del agrado del dueño de la historia, y Feliz Navidad a todos. 

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Capítulo único

Quedaba un día para Navidad, se podía notar en el ambiente; la gente realizando sus últimas compras navideñas, regalos y detalles.

El clima había acompañado acorde a la situación, dejando un paisaje de un blanco y resplandeciente blanco el paisaje.

Faltaba un día para Navidad, y ella no aguantaba más. Le daba igual que, mirándolo de esa manera, faltaran unas horas para que llegara el día 25, pero ella tenía que conseguir lo de cada año.

Pensó en la psicología inversa, por lo que primero, desordenó su habitación, sabía que su hermano era listo, pero no tanto para una mente cómo la de ella, sabía que pensaría así y por eso se ahorró de empezar a buscar por el resto de la casa primero.

Buscó hasta en los rincones y lugares más difíciles de pensar, pero nada, había desordenado su habitación en vano, pero no se iba a dar por vencida. Bajó las escaleras de la casa, hasta la planta baja, quién sería su siguiente víctima de rastreo.

No entendía cómo es que no aparecía nada. ¿Ni si quiera lo de los demás? Algo no marchaba bien, para nada bien. ¿Se habrían olvidado en esa casa que mañana era Navidad? Pensó por unos momentos. A decir verdad, este año su padre no se encargó de adornar la casa, ni si quiera con el árbol que siempre adornaba la sala de estar. Ni tampoco su madre estaba preparando la deliciosa y exquisita cena de Navidad que siempre preparaba.

Frustrada por no encontrar lo que buscaba, se dejó caer pesada en el sofá, hasta que oyó un ruido proveniente de la parte de arriba de la casa. Se suponía que estaba sola en casa, ¿no? ¿sería un ladrón?

Por un momento, sintió miedo, y maldijo no tener por dos meses, los diez años y no ser entrenadora Pokémon. Cogió un jarrón que había en la sala, y subió lenta y sigilosamente las escaleras.

Una vez delante de la puerta entreabierta de la habitación dónde provenían los ruidos, cogió con más firmeza el objeto y entró de golpe, encontrándose con su hermano.

—¿Se puede saber qué pretendías? —se quejó el azabache cruzándose de brazos.

—Pues... pensé que eras un ladrón. ¿qué haces en la habitación de papá y mamá? —preguntó echándole un vistazo al lugar, comprobando cuan de desordenada estaba.

—No es asunto tuyo, sólo buscaba una cosa que se me perdió.

—Sí, ya. Si lo que buscas son los regalos de Navidad no los encontraras, ya que ya he buscado yo antes aquí.

—¿Eso quiere decir que has buscado también en la mía? —cuestionó con enojo. La peli miel se encogió de hombros.

—Pues claro, hasta busqué en mi habitación, pensando que lo habías escondido allí porque pensarías que en ese lugar no buscaría.