Paparazzi

Ser tu fan

Miró por décima vez la foto y suspiró como un adolescente recién enamorado. Tomó el ratón de su computador y arrastró la flecha para subirle un poco el brillo y corregir varias imperfecciones. Cuando creyó que ya estaba lista, volvió a pasear su mirada detenidamente para cerciorarse de cada detalle. 

Tan perfecto como siempre.

Sonrío y guardó la imagen en su archivo favorito, nombrado 'Lee TY'. Ahí guardaba todas las fotos y vídeos que él mismo capturaba.

Por curiosidad, bajó su mirada hasta el número inferior del archivo y se sorprendió, apenas había empezado esa nueva carpeta y ya contaba con más de mil fotos. 

Siguió bajando y rebuscando hasta que encontró una foto en la que Taeyong salía sonriendo y mirando al lente de su camara de manera cautivante.

Ese día estaba marcado en su calendario como el reinicio de su promesa.

Había tomado esa foto la primera vez que pudo ver a Lee Taeyong como idol, en un escenario y mostrando su talento con plena confianza. Su corazón saltó de alegría durante todo el concierto y cuando culminó, las lágrimas fueron inevitables. 

Mirarlo tan superado e inalcanzable lo hacía recordar cuando iban a secundaria. Solían ser compañeros de clases que no intercambiaban palabras más de lo necesario. Durante un monótono receso, Doyoung escuchó a Taeyong cantar por lo bajo una canción que a él le fascinaba y que lamentablemente era de una banda muy irrelevante.

ㅡ ¿Honeyst? ㅡelevó la ceja derecha. Era algo que solía hacer al preguntar. 

ㅡ Honeyst ㅡrespondió el mayor, regalando una sonrisa al chico de ojos grandes.

Así, ambos descubrieron que tenían algo en común: la música. Desde entonces, una espontánea amistad surgió. Siempre intentaban ocupar el tiempo libre para componer canciones, otras veces pasaban horas practicando y ayudándose en lo que podían, en otras ocasiones, simplemente se juntaban para escuchar música y hablar sobre cosas triviales.

Tomarse cariño en poco tiempo era algo que iba a ocurrir.

Taeyong encontró en el chico de ojos felices la confianza y apoyo que necesitaba para seguir sus sueños. Desde pequeño fue una persona introvertida y muy negativa. Obviamente, Doyoung era todo lo contrario.

Por otro lado, Doyoung encontró la verdadera inspiración y aprendió del mayor a tener dedicación y perseverancia en lo que se propusiera. Algo de lo que él carecía.

Al final, ambos se complementaban.

Quizás por eso desde un inicio sus lazos fueron especiales.

ㅡ Taeyong hyung, ¿qué quieres ser de grande? ㅡpreguntó Doyoung un día durante el almuerzo mientras abría el paquete de galletas que había tomado de la lonchera de su madre en la mañana. Tomó dos galletas y le extendió el resto del paquete al mayor.

ㅡ Quiero ser artista. Quiero abrazar los corazones de las personas con mi voz, quiero animarlos con mis movimientos al bailar y alegrar a mis fans con mis tonterías. ㅡcontestó con carisma. Agarró una galleta y la llevo a su boca. ㅡ ¿Y tú Doyounggie?

Sonrío. 

ㅡ Quiero ser tu fan.

Ambos se sonrieron, algo íntimo. Sellando así una promesa que el menor en su interior había hecho.

Un año después, la amistad que nació como árbol en el bosque, fue talada de raíz.

Taeyong desapareció sin más.

No contestaba sus llamadas y mensajes. Cuando se acercó a su profesor para preguntarle sobre la excesiva ausencia del contrario, éste solo se limitó a decirle que su compañero ya no volvería a esa escuela. Su corazón dio un vuelco en ese momento. Nunca imaginó que su amigo se marchara sin despedirse, tampoco imaginó que su inspiración, perseverancia y dedicación se fueran junto a él.

5 años después.

ㅡ Solo tienes que darle los documentos a la secretaria. Ella sabrá que hacer con ellos. ㅡexplicó Johnny a través de la línea telefónica. ㅡ Oh, también pregúntale acerca de la próxima sección de fotos.

Rodó los ojos y suspiró.

ㅡ De acuerdo. Nos vemos. ㅡse despidió y cortó la llamada. Miró al exterior desde la ventana y se percató de que esa era su parada. Tomó su bulto y agarró bien los documentos que su amigo le había pedido entregar. 

Caminó durante unos minutos hasta llegar a su destino. Alzó su mirada al edificio que tenía frente a él.

SM Entertaiment.

Bendita sea la hora en que su mejor amigo logró convertirse en unos de los fotógrafos de confianza de la agencia. Era un suertudo.

Lamentablemente él aún no lograba conseguir un trabajo estable que tuviera que ver con la fotografía. Se mantenía con lo que ganaba en las pequeñas secciones fotográficas que hacía, e incluso, muchos clientes a penas le pagaban por completo.

Johnny había sido un gran apoyo desde que lo conoció. Sin el mayor, él literalmente estuviera viviendo en la calle y muriendo de hambre.

Soy un total fracaso. ㅡpensó.

Tocó el timbre de la puerta y esperó a que le dieran el permiso para finalmente entrar. En el área de recepción había mucho movimiento, muchos camarógrafos y personas del staff.

"Niños famosos." ㅡbufó al ver los hermosos rostros de los chicos.

Apartó su atención de la multitud y prosiguió hasta donde la secretaria lo esperaba. Un cuerpo impidió que siguiera su camino, ya que éste chocó con él por estar corriendo.

ㅡ ¡Perdón! ㅡse adelantó a articular el adverso. Rápidamente se inclinó en manera de disculpa, haciendo que el cabello tapara su rostro.

Doyoung acomodó la mochila que se había deslizado de su hombro y se inclinó también.

Todo sucedió tan rápido. Tan solo sus miradas se encontraron y Doyoung volvió a sentir aquella punzada en su estómago. Esa que sintió cuando todo acabó.

ㅡ T-t-u... ㅡmurmuró. Su cuerpo y voz parecían no responder a lo que su corazón le pedía a gritos. Soñó muchas veces con el encuentro, lo primero que haría era abrazarlo... Pero ahí estaba él, anonadado.

Taeyong frunció su entrecejo y se quedó esperando que el extraño chico que tenía frente a él dijera o hiciera algo.

Cuando el otro no parecía reaccionar, se atrevió a preguntar: ㅡ ¿Eres un fan? Oh sí, a que es eso. ㅡrió y sacó un plumón negro de su bolsillo. Sin pedir permiso tomó la mano pálida de Doyoung y garabateó una firma en su piel. ㅡ ¿Cómo te llamas? ㅡpreguntó para la dedicatoria.

ㅡ K-Kim Dongyoung... ㅡse apañó a decir con la esperanza de que su hyung lo reconociera. Él solo frunció el ceño y escribió el nombre que le dictaron.

ㅡ Fue un gusto conocerte pequeño. Gracias por el apoyo y cariño. ㅡdijo y se marchó como llegó, corriendo.

Taeyong no se acordaba de él.