Enséñame Lo Que Es El Amor •Adaptación Jenlisa•

Cap. 34 Valdrá La Pena

Mierda, me duele todo. Abrí pesadamente los ojos y me encontré con esa mirada...con esos ojos felinos que me conquistaron desde el primer momento. Retrocedí asustada, y ella también lo hizo.

-Qué mierda...- Dije mirando a los lados.

-Estás en la enfermería- Dijo su aterciopelada voz.

No quería volver a mirarla, intenté sentarme pero los mareos me hicieron recostarme enseguida. Abrí los ojos, y clavé la mirada en el techo.

-Te desmayaste- Dijo acercándose con miedo- Y te golpeaste la cabeza al caer.

Suspiré molesta. ¡No la quería cerca! ¿¡Dónde estaba Chaeng!?

-¿Puedes irte?- Dije cortante.

Cerré los ojos, tal vez intentando teletransportarme a otro lugar. Su perfume invadió el lugar. La odio, joder, la odio.

-Necesitamos hablar- Rogó- Por favor.

-¿Quieres darme detalles de sus besos?- Dije riendo irónicamente- ¿Ágil con la lengua?

-Lisa...- Protestó.

-Sólo vete...por favor- Rogué aun con la mirada fija en el techo.

-La enfermera llegará en unos minutos- Dijo ignorando mi pedido.

-Excelente, no creo que me pierda- Dije moviendo las manos- Puedes irte.

No contestó, sólo escuché un suspiro suyo.

-Lo siento, de verás, lo siento- Dijo quebrándose- No sé por qué lo hice, pero lo siento.

-Ok- Contesté cortante.

-Fui una idiota- Dijo afligida.

No quería ni mirarla. Sentí como otra vez el nudo de mi garganta volvía a formarse.

-¿Ya acabaste?- Repuse fríamente- Puedes irte ahora.

Escuché la puerta abrirse, era la enfermera.

-¿Que pasó?- Preguntó abrochándose el guardapolvo.

-Se desmayó y se golpeó la cabeza fuertemente al caer- Informó Jennie sin mi consentimiento.

Rodé los ojos un poco molesta. Se acercó y encendió una linterna delante de mi ojo.

-Jooder- Susurré y me moví molesta.

-¿Te duele algo?- Preguntó iluminando mi otro ojo.

-¿Todo?- Dije irritada.

-Está bien- Dijo molesta- ¿Desayunaste?

-No- Contesté cortante.

-Es sólo eso- Dijo alejándose de mí.

Jennie la fulminó con la mirada. La enfermera se fue.

-Hasta yo podría haber hecho eso- Dijo indignada.

-Oh, claro, tú puedes hacer todo- Dije sentándome con dolor.

No contestó, pero me quemó con la mirada. Quise bajar de la camilla, pero no calculé muy bien la distancia. Perdí el equilibrio, pero sus manos me sostuvieron.

-¿Estás bien?- Preguntó agitada.

-¡Pff! ¡Mejor que nunca!- Respondí alejándome de ella bruscamente.

-Lisa...por favor- Suplicó caminando detrás de mí- No lo hagas más difícil de lo que ya es.

-Aja- Musité con indiferencia.

-¡Lisa!- Volvió a protestar- Lo siento, lo lamento, enserio, lo siento mucho.

-Ya te escuché- Respondí en un suspiro.