Enséñame Lo Que Es El Amor •Adaptación Jenlisa•

Cap. 35 Embarazada

Empecé a besar sus labios, con desesperación, tal vez no estuvimos tanto tiempo separadas, pero lo que duró, fue demasiado para mí. Sentí sus manos recorriendo mi cuerpo, erizándome por completo. Entrujó mi trasero en sus manos, y me elevó, posándome en el mesón de la cocina. Rodee mis piernas en su cintura, pegándola a mí, sin dejar un centímetro de separación. Los jadeos llenaban el ambiente, era bastante excitante. Me sacó la polera que traía y empecé a desabrocharle la camisa. Su celular empezó a sonar. Se separó por un momento, pero luego siguió.

-Jennie...Jennie...- Dije con una risilla entre el beso- Contesta.

-No es importante- Susurró contra mis labios.

-Anda...hazlo- Dije despegándola de mí.

Gruño y se estiró para tomar el teléfono.

-Hola- Dijo molesta- Ay dios mio, ¿estás bien?... Ok, ya voy en camino.

La miré preocupada, pero me sonrió tranqulizadoramente.

-¿Qué pasó?- Pregunté curiosa.

-La idiota de Nayeon rodó por las escaleras y se rompió el brazo- Dijo con una risilla- Y quiere que vaya por ella al hospital.

-Aah...pensé que era algo grave- Dije aliviada.

-¿Vamos?- Me dijo sonriendo.

-Claro- Contesté encogiendo mis hombros.

Me tomó de la cintura y me puso en el piso. Le sonreí y me regaló un tierno beso.

-Tú y tu manía de tirar mi ropa- Dije caminando al otro lado de la cocina por mi polera.

Sólo rió y se abotonó la camisa. Nos abrigamos un poco y salimos, ahora la lluvia estaba mucho más calmada.

-Te quiero taaanto- Dijo sonriendo con satisfacción.

Sonreí y me abroché el cinturón. Sentía como un peso menos encima de mi pecho, podía respirar mejor, me sentía muchísimo mejor, ella era la que me hacía feliz. Tengo que aceptar que seguía un poco molesta, pero la verdad, también yo hubiera cometido un error así, el alcohol si te puede atontar muchas veces y no puedes medir tus impulsos.

Manejaba con cautela por la lluvia, podía sentir su perfume invadiendo el ambiente. Sonreí para mí misma, me sentía excelente. Acarició mi mano mientras manejaba y yo aproveché para entrelazar su mano con la mía. Volvió a sonreírme hermosamente como hacía, iluminando hasta un día lluvioso.

Llegamos y aparcó el auto. Ahora era una simple llovizna. Salió y me abrió la puerta. Sonreí y bajé tomada de su mano. Subimos al segundo piso y preguntó por su hermana en recepción. Le dieron las indicaciones y volvió a tomarme de la mano para buscarla. La vi sentada en una camilla, jugando con sus piernas que colgaban mirando a todos lados, distraída.

-Ay...creo que me drogaron mucho- Dijo al vernos juntas.

Jennie rió y negó con la cabeza.

-¿Qué hiciste?- Dijo viendo su yeso- ¿Te duele mucho?

-No mucho- Contestó moviéndose lentamente- Me dieron calmantes.

La enfermera llego con unos papeles.

-¿Familiares de la señorita?- Preguntó sonriendo de lado.

Jennie asintió.

-Está bien, no fue nada grave, sólo una fractura en el brazo- Dijo sacando un bolígrafo de su guardapolvo.

-¿No fue grave?- Contestó Jennie un poco sarcástica

Jennie no podía dejar pasar el momento en el que no meta su ironía o su sarcasmo.