26.

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Propuesta.

-Estará bien señora Jeon.- trate de calmarla.

-Lo sé Lina.- tomo mi mano entre las suyas y le dió un ligero apretón.

-Familiares de Jeon Jungkook.- la voz del doctor nos hizo levantarnos rápidamente, nos acercamos a él.

-Es mi hijo.- hablo su madre, el doctor me miró.

-Soy su novia.

-Ok, el joven está bien.- miró unas hojas.- Solo que tuvimos que enyesar su pierna derecha porque fue la que recibió el 80% del impacto.- su madre suspiro.

-Entonces, ¿Podré llevarme a mi hijo a casa hoy?

-No, le recomendaría que hasta mañana, le acabamos de dar un sedante y se ha quedado profundamente dormido.

Asentimos y preguntamos si era posible pasar a verlo a lo que él negó, pero la señora Jeon le rogó y sin mucho esfuerzo lo convenció, nos dió permiso, pero con la condición de que solo fueran 5 minutos.
Subimos al elevador y seguí todos los pasos de la mamá de Jungkook.

Me quedé quieta cuando paro en una habitación con el número 513.
Por inercia voltie la mirada hacia la anterior habitación y visualice el número 512. La habitación de YoonGi.

Que ironía.

Con cuidado entramos y pudimos ver a un Jungkook dormido en la cama, se veía tan tranquilo.
Como si jamás le hubiera pasado una motocicleta encima.
Tremendo suertudo, no murió por qué Dios es grande.

-Mi pequeño.- la señora Jeon acunó el rostro de su hijo entre sus manos y lo miró con ternura mezclada con preocupación.

Trate de ver otra cosa para no arruinar la tierna escena que se había formado, suspiré y ví la puerta.
Con cuidado la abrí y salí sin decir nada. Le debía dar espacio para que estuviera con su hijo.

Respire profundo y mire de nuevo la otra habitación, cuando me topé a Jungkook, no había llevado ni 20 minutos desde que había salido del hospital de haber visitado a YoonGi.
El chico se estaba recuperando muy rápido y le habían dicho que le darían de alta mañana.

Al igual que a Jungkook.

-Lina.- la dulce voz de la señora Jeon me trajo de vuelta y le sonreí.

-¿Pasó algo?

-Yo.- cerró con cuidado la puerta para no despertar a Jungkook.- Yo quiero que tú me acompañes mañana para recoger a Jungkook. Él estará muy emocionado de verte.

"YoonGi".

-Señora Jeon... Yo...

"Le prometiste estar a su lado mañana".

-Yo...- ella me miró esperanzada.

"Él quedará muy decepcionado de ti".

-Y...- me invitó a seguir.

"Sólo cuenta contigo".

-Lo siento.- baje la cabeza.- Le prometí a un amigo que estaría mañana con él.- ella no reaccionó.

-¿Le pasó algo?.- no pareció enfadada con mi decisión.

-Tuvo un accidente y se encuentra hospitalizado justo en este hospital, justo en esa habitación.- señale la puerta número 512.- Mañana le darán de alta y le prometí que estaría ahí para él. Lo siento mucho señora Jeon.

-Oh querida, no hay problema.- me dió una sonrisa tranquilizadora.- Podrás visitar a Jungkook en casa cuando quieras, si ya hiciste una promesa no voy a obligarte a romperla.

Suspiré aliviada.- Muchas gracias.- hice una reverencia.

-No hay de qué. Pero, ¿Cuidaras a tu amigo hasta que se recupere?.- preguntó interesada. Asentí un poco confundida.

-Si, ¿Por qué?

-Le marqué a mi jefe y me dijo que tengo que viajar de nuevo para cerrar unos negocios, solo pude conseguir una semana de vacaciones para cuidar a Jungkook.- miró su reloj.- quería saber si tú ¿Podrías cuidar a mi hijo hasta que se recupere? Te pagaría.- se apresuró a decir.

-Pero...- mire la puerta 512 y la señora Jeon entendió.

-Tu amigo puede ir a mi casa a quedarse mientras se recupera.

Tuve que controlar todo mi ser para no abrir la boca en grande y caer al piso por la tan tranquila propuesta de la mamá de Jungkook.

¿Esto tendría consecuencias?

-Por supuesto que sí.

Little Boy -JK- Donde viven las historias. Descúbrelo ahora