-arg- Un pequeño cuerpo, cansado de tanto correr, se había estrellado contra el suelo. Su dueño derramaba lagrimas, estaba realmente asustado; Su ojo derecho sangraba, su respiración estaba agitada, sentía que su corazón se saldría de tanto palpitar.
Los fantasmas que habitaban en aquella habitación oculta tras un espejo, revolotearon al rededor del pequeño. Todos se quedaron paralizados al momento de ver su ojo remplazado por un botón oscuro.
Solo uno se atrevió a acercarse, estirando su mano hacia aquel detalle que resaltaba tanto, mientras los demás veían con preocupación.
-Tu ojo- fue el apenas audible susurro del fantasma que había tocado aquello que provocaba tanto miedo en los presentes.
-auch- se quejo el pequeño oji azul haciendo que el otro se apartara de inmediato. -¿esto?- una pequeña sonrisa se dibujo en su rostro, una sonrisa triste, de aquellas que se dedican a los niños cuando las cosas salen mal. - Flowey tenia razón, él no iba a cumplir el trato.- Una brillante sonrisa remplazo la anterior mientras estiraba algo que había sacado de su bolsillo frente a los espíritus. Era sorprende como podía sonreír de ese modo considerando la situación tan seria en la que se hallaba. -Pero ¡No todo es tan malo! al menos cumpliré mi promesa de devolverles sus ojos, ahora podrán ser libres.
-Oh chico- dijo con tristeza el segundo esqueleto mientras seguía escuchando. El que se había acercado simplemente retrocedió flotando.
-Y pude escapar antes de que me cosiera el otro ojo. Así que aun tengo oportunidad de rescatar a Papyrus.- el fantasma de Underfell apretó con fuerza sus puños. Esa actitud positiva le molestaba.
-¡¿ES UNA PUTA BROMA?!- sin siquiera razonarlo tomo con brusquedad a Berry del suéter, elevándolo hasta lo alto de un segundo a otro.- ¡¡FALLASTE!! ¡¡¿QUE NO LO ENTIENDES?!! ¡El YA NO TIENE SALVACIÓN! ¡ESTA PERDIDO!. ¡Apenas lograste escapar pero te encontrara si no huyes de aquí ¡AHORA!-
-Hey viejo, tranquilo- dijo el fantasma de Classic Sans, tratando de tranquilizar la situacion, sobre todo por el temor de que el "otro Papyrus" los escuchara. Fell no escuchaba.
(poner música)
-Nosotros somos lo unico que puede protegerte y tu... solo...-si tuviera aun sus ojos se notaria como desviaba la mirada con tristeza. -y tu... tu simplemente ¿nos liberas?.-el pequeño lo miraba entristecido, lo que menos deseaba en ese momento era preocupar a quienes lo habían ayudado- eres...un idiota- fue lo ultimo que dijo antes de dejarlo caer en el suelo. -No lo discutiré mas- su tono de voz había cambiado, era serio- Tenemos que sacarte de aqui. ¿Tienes la llave, no?. Nosotros lo distraeremos así que vuelve a tu mundo.
-¡No!- Fell miro con reproche a Blue. El pequeño se había levantado mirándolo con firmeza y determinación. -Yo no puedo volver sin mi hermano. El esta aquí por mi culpa, así que no puedo irme sin intentar salvarlo. Agradezco su ayuda, pero ya han hecho bastante por mí y no pienso dejar que nadie mas sufra por mi culpa. - Los presentes lo miraban sorprendidos, esa fuerza era admirable para alguien que lucia tan inofensivo. -incluso si significa...-sujeto el ojo abotonado, mirando la herida que tenia- arriesgar mi otro ojo.- de forma humilde se acerco a ellos, entregándole a Fell los objetos que representaban en ojo de cada quien. -Se los suplico. Mi única victoria fue recuperar sus ojos. No se la obsequien también y sean libres.- Fell se quedo cayado por un momento observando aquellos objetos.
-Háganlo- fue lo único que dijo
-¿Que? pero Red...-protesto sans siendo interrumpido por los gritos del de Underfell.
-¡¡Ya lo oyeron!! ¡¡sean libres!!- en un movimiento rápido, sin admitir ninguna otra objeción, coloco cada ojo en su respectivo dueño. Menos en sus propias cuencas. -Ni crean que les daré opción. - De inmediato los ojos de Sans y Chara emanaron un intenso brillo hasta convertirse en dos ángeles con la apariencia que tenían antes de llegar a aquel mundo.
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El susurro de las flores Eco
Fanfiction¿Que mejor detalle para aliviar un corazón herido que un racimo de flores? La vida arrancada de su frágil existencia, transmitida al alma angelical del ser querido, es de alguna forma una manera de decir: "seria capaz de matar por ti". Si le añad...