Una valija.
Pasaportes.
6.800 Riyals, de los cuales le quedarían 118 después de comprar dos pasajes de ida y ropa cómoda en Barcelona, ya que el taxista amablemente después de ver la cara de la joven toda lastimada y una pequeña que para el tenia alrededor de unos cuatro años con una alimentación que no era la mas adecuada, decidió que ella necesitaban mas los euros que les pensaba cobrar.
Eso es todo lo que lleva Aamaal consigo en el Prat, esperando al avión que las llevara a su posible libertad, no porque ella lo haya querido así, sino porque todo lo que tenían eran a ellas mismas.
Hace dos años que Aamaal viene ahorrando, hace dos años que vive con miedo a ser descubierta.
Hace dos años que Aamaal sueña con ir a "el país de la libertad".
Hace dos años que Malak sueña que puede salir a jugar con sus amiguitos Man hu Hurun y Salam, en su antiguo barrio.
Lo que Malak no sabe es que sus mejores amigos fueron asesinados por grandes escudos y banderas, "potencias pacifistas", hace alrededor dos años cuando, de vacaciones de estudio estaban en el lugar y el momento equivocado.
Su madre todavía no ha podido contárselo por miedo.
No por miedo a la reacción de su hijita, aunque sepa que la destruirá, sino a que eso le pase a ella, como si diciendo que 2 niños inocentes hubiesen muerto sin razón, llamase a la temida muerte.
A esa a la cual Aamaal había estado tan cerca, y con la cual había estado jugando a la ruleta rusa hace mas de diez años, y que como no había podido llevársela a ella se llevaría lo único que la mantiene en vida.
Si, Aamaal y la pequeña Malak tratan de sobrevivir a una humanidad deshumanizada, donde el petróleo vale más que una vida y donde la religión en vez de ser el bote salvavidas de los desahuciados, es el iceberg más temido.
La vida de Aamaal estuvo marcada por las desgracias que sufrió y seguramente sufrirá.
El padre de Malak no existe.
O eso es lo que Aamaal le dijo a su hijita después de poder huir de su ex esposo que se divertía matándola lentamente con no solo golpes, sino metiéndose cada vez más en su cabeza y destruyéndola poco a poco y obligándola a hacer cosas que prefiero no recordar.
La frase favorita de su marido era "Calla mujer. Eres mía, yo soy tu guardián y me perteneces".
Aamaal estaba casada con Amir desde los 10 años de ella y los 19 de el.
Justo después del cumpleaños numero 3 de Malak, cuando su marido se fue a festejar con sus otras 4 esposas Aamaal logro escapar con la ayuda de la única enfermera mujer de el hospital en donde había nacido la luz de sus ojos.
Ella vivía cerca del puerto de Ad Damman, y sabia que ese 3 de octubre saldría un contenedor con Petróleo Crudo hacia España a las 2:00 AM y supo que esa era la oportunidad de la joven de escapar hacia un lugar donde, sabría estaría mejor que allí y podría tomarse un avión hacia ese país que decían podría salvarla.
Porque Bashira sabía lo que estaba pasando en la vida de Aamaal, y no solo porque hubiese estado horas escuchándola en el hospital cuando su marido estaba ahí y la trataba como si fuera nada.
Bashira veía en sus ojos esa joven enfermera que sufría cada vez que su difunto marido llegaba a casa.
Ella no podía permitir que esta historia se repitiera, no si esta vez ella podía hacer algo, porque Bashira ya había vivido esto en carne propia y hubiese hecho cualquier cosa porque alguien la hubiese ayudado cada noche que paso sufriendo en esa gran casa de grandes jardines.
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Valija de Sueños
Non-Fiction"No importa de donde venga o hacia donde vayamos, si ella es feliz, mi hogar puede ser en la ciudad más fría de este u otro universo, porque sus ojos van a ser mi abrigo y linterna en este mundo de oscuridad absoluta."