Mirando hacia otro Lado [OS Lukanette]

Capítulo único

"Ella es solo una amiga."

¿Cuántas veces van ya? He escuchado esa frase de los labios de mi amor por tanto tiempo que no sé cómo mi corazón lo soporta.
Simple...
No lo hace.

- Marinette- susurró mi pequeña amiguita desde mi bolso- Sabes que eso es un inicio y...
- ¿Y por cuánto tiempo me quedaré en el inicio Tikki? - suspiré derrotada con  lágrimas amenazando en salir y un nudo en la garganta causando un fuerte dolor en mi pecho.

Otra vez había sucedió, Adrien me dijo, está vez en mi cara, que era su mejor amiga. Para rematarla, me agradeció por mi sincera amistad. Mi interior estaba hecho un lío, por un lado me alegraba que sea alguien importante para él pero llevar la clasificación de amiga esa algo que me destrozaba.

Camine sin rumbo. Necesitaba despejar mi mente de alguna manera, quizá y hasta encontrar una alegría pero me era imposible, vaya donde vaya el rubio se me aparecía. ¿Por que me tuve que enamorar de un modelo? Es difícil no pensar en alguien si su cara está en la mayoría de los letreros de París. Era la primera vez que odiaba a Gabriel Agreste y a su nueva línea recién publicada.

¿Como olvidar a alguien que lo ves todos los días? Alguien que me lo diga por qué yo no sé.

"Un clavo saca otro clavo" me dijo Alya la última vez. "Busca enamorarte de alguien más"

Cómo si fuese facil. ¿De quién podría enamorarme luego de Adrien? Osea, es Adrien de quién hablamos.
Es un chico amable, carismático, con una sonrisa envidiable, justiciero, buen amigo.  Olviden lo último, me quejo de ser su amiga y yo misma los describo de esa manera. Muy bien Marinette, muy inteligente lo tuyo.

En resumen, Adrien junta las características de mi chico ideal y las pone en un sexy empaque rubio oji-verde.
Y de nuevo mis pensamientos volvieron a él. ¿Lo ven? Es imposible desterrarlo de mi mente.

- Es imposible Tikki, por más que lo intente no puedo. - me deje caer en una banca de algún parque. El atardecer ya se estaba alejando dejando un manto negro que cubría el cielo a su paso. Definitivamente era tarde pero no tenía ganas de volver, hacerlo significaría dar explicaciones y aún peor llegar a mi cuarto empapelado de fotos de aquel que sin saberlo me rompia el alma.

- Vamos Marinette, animo.- intentaba sin éxito sacarme una sonrisa la pequeña rojiza desde su escondite- Adrien no es el único en el mundo.
- Si en el mío Tikki. - subí mis piernas al asiento para esconder mi cara en ellas- Adrien es mi mundo, vea donde vea lo veo a él.

- Pues mira a las estrellas- escuche una voz desconocida y Levante la vista para encontrar al entrometido con una sonrisa amistosa- el mundo está a tus pies, si miras hacia arriba -como una niña seguí su mano que apuntaba al cielo- ya no hay más mundo, si no...
- Estrellas- dije en un susurro al ver las primeras luces de la noche.

Me quedé así unos segundo, mirando a la nada misma, sorprendiendome de la cantidad de estrellas que comenzaban a verse a pesar de que las luces de la cuidad opacaban el brillar de la mayoría de ellas.

- ¿Lo ves? Todo tiene una respuesta- volví mi atención al chico raro- solo tienes que saber dónde mirar.
- ¿Por que?
- ¿Por que que?
- ¿Por que me hablas? - él solo río y se sentó a mi lado.
- Por qué una buena y dulce chica como tú no debería estar llorando sola- casi por instinto me aleje un poco del él. No había caído en la cuenta de que estaba hablando con un extraño que se me acercó de la nada hasta ahora.- O al menos así te describió mi hermanita.
- ¿Hermanita?
- Espera, eres Marinette ¿No?- se mostró algo confundido- Sería bastante propio de mi haberte confundido, soy un tanto despistado.- no pude evitar reír ante su comentario mientras el rascaba su cabeza.
- Si, soy Marinette. ¿Y tú eres?
- Soy el hermano de Juleka, tu compañera de clases- me extendió la mano- recuerdo que ella me habló de ti cuando me mostraba las fotos de su clase. Me dijo que ella está ahí gracias a ti.