Capítulo 3: Entre sus brazos

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—Pero Hope—intenta acercarse pero rápidamente me alejo, él lo nota y agradezco que no lo intente más

—No esta bien esto, te recuerdo que me presentaste a tu novia, además, creo que no sabes lo que sientes en realidad y yo en estos momentos quiero dedicarme solo a mi— un destello de esperanza se refleja en su mirada

—Puedo esperar todo el tiempo que necesites— sonrío y niego

—Creo que es mejor que ordenes tus pensamientos, yo ahorita solo me concentraré en mi, en nada más— mis palabras parecen abofetearlo

—Perdóname por lo que hice, pero no me rendiré tan fácil Hope— se acerca rápido y besa mi mejilla, solo entonces lo veo marcharse. Cierro la puerta detrás de mí y respiro por fin tranquila, veo a mi madre mirarme desde lejos y lleva un pastel en sus manos

—¡Ay por dios mamá! — es lo único que puedo decir al ver toda aquella deliciosa montaña de chocolate

—Es para ti bebé — lo pone sobre la mesa y me da el cuchillo para cortarlo

—Te amo— le digo y parto la primera rebanada, la pongo en un plato que ella me da y después parto una aún más grande para mí

—No quise sacarlo antes porque podía notar la tensión entre tu y James—sonrió y deleito mi paladar con aquel delicioso postre

— Gracias por eso—terminó mi rebanada sin la necesidad de decir nada más y la ayudó a lavar los trastes. La veo bostezar cansada, yo he dormido demasiado que había olvidado que ella debe estar muerta de cansancio

—Ve a descansar, yo termino aquí— me mira dudosa, pero termina aceptando. Acomodo todo y me tomo el tiempo suficiente para subir las escaleras, ya en mi cuarto dejo salir todo el aire retenido en mis pulmones, comienzo a desvestirme quedando solo en ropa interior, me cubro con mi bata y entro al baño.

Apenas desabrocho mi sostén el recuerdo de él me invade, miro a todas partes como si lo fuese a ver ahí y cuando termina mi paranoia saco toda la ropa de mi cuerpo. Me dejo consentir en aquella tina y cierro mis ojos...

—Hope— un leve y casi inexistente murmullo me hace abrir los ojos, mi vista se dirige a la cortina y ver aquella sombra del otro lado me deja sin aliento

—¿Mamá? — trato de incorporarme y veo aquella sombra ponerse de pie, no es mi madre y es tan alto que yo sería una enana al lado de él

—¿Mamá? —vuelvo a repetir y mis dedos sujetan la cortina con fuerza, se que me encuentro desnuda y aun así me armo de valor hasta que corro aquella cortina. No hay absolutamente nada, tomo mi bata y cubro mi cuerpo enseguida, apago la luz dejando el baño, pero de nuevo siento aquella sensación extraña cuando me siento en mi cama.

Suspiro al darme cuenta que debo dormir, cuando soy consciente de cuánta falta me hace mi padre, de cuanto lo extraño y las lágrimas no tardan en brotar de mis ojos, me abrazo a mi misma intentando obtener algo de consuelo y dejó que la penumbra de la noche me envuelva en un sueño profundo.

(...)

—Eres tan hermosa— me remuevo y sonrío al escuchar aquellas palabras, siento como unos brazos me sujetan fuerte y me cubro con ellos aún más, disfruto de ese calor que emana a mi cuerpo, de pronto eso basta para no tener más frío.

¿A dónde nos iremos de viaje? — me apego mas a el y me embriago con su aroma, una caricia suave roza mi mejilla y sonrió de nuevo

— ¿Quién dijo que me iré de viaje? — susurro y ajusta su agarre en mi cintura

—Lo has deseado siempre, quizás deberías hacerlo ya— me remuevo un poco

—¿A dónde quieres ir? —pregunto y lo escucho reír cerca de mi oído

—A donde sea, siempre iré contigo— abro mis ojos al instante y veo como una sombra desaparece enfrente de mí, me levanto hasta quedar sentada y prendo la luz de mi lámpara

—¡Qué demonios! — digo al no entender lo que acaba de suceder, fue tan real que pareciera que no estaba soñando, tan real que aun siento su presencia aquí

Me levanto con la sensación de sus brazos aún en mi cuerpo y dirijo mi vista al otro lado de la cama, puedo notar como la almohada está acomodada de diferente manera, y entonces sacudo mi cabeza tratando de alejar todos aquellos pensamientos. Camino con cuidado bajando por las escaleras y escuchó pisadas detrás de mí, lo que me obliga a voltear en más de una ocasión, finalmente llego a la cocina y sirvo un vaso de leche mientras me siento en el comedor, veo hacia enfrente y creo que me estoy volviendo loca, pues puedo sentir que me observan desde el otro extremo.

Estando en mi habitación me quedo sentada a la orilla de la cama más tiempo de lo que imagino hasta que el sonido de mi celular me hace regresar de aquel mundo en mi cabeza.

—Ya despertaste— la voz de mamá me hace levantar la vista para verla parada a un lado de la puerta

—Sí, hace un rato — sonrió levemente y ella se sienta a mi lado

—Dime qué está pasando— respiro profundo y la miro

—Creo que debo comenzar a vivir, quiero conocer otros lugares y sanar, quiero irme de viaje mamá— su semblante se vuelve triste y tomo su mano mientras me recargo en su hombro

—Necesito hacerlo mamá—acaricia mi rostro y se levanta, la veo salir de mi habitación y mentiría si dijese que aquella acción no me ha dolido.

Comienzo a acomodar mi habitación y saco la maleta, arrojó algo de ropa a ella y echo algunas cosas de aseo personal, no acomodo nada como se debe cuando siento el nudo atascado en mi garganta, las lágrimas queman mis ojos y para cuando reacciono estoy tirada en el suelo hecha un mar de lagrimas, lloro por lo que parecen horas y saco todo lo retenido en mi pecho, me deshago de toda la carga que llevo dentro hasta que el silencio se vuelve a hacer presente.

Me pongo de pie y no puedo creer lo liviana que me siento, respiro sintiendo la calma y la paz que de escalones pronto me invade es embriagadora, hago una coleta alta y cambio mi ropa por un vestido, me miró más de lo que debería y salgo de mi habitación en busca de mi madre. Bajo los de prisa, cuando mi pie parece atorarse en la alfombra, cierro mis ojos esperando el golpe, pero puedo sentir como una mano me sujeta con fuerza y me tomo del barandal para recuperar el equilibrio, mi corazón late tan deprisa que puedo escucharlo y miró hacia todos lados esperando verlo.                                      

                                            Enamorada de su infierno, América Vázquez🎭                                                                                                    

Mi Propio Demonio (+18) |Harry Styles|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora