Veintisiete

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La primavera terminaba y eso Marcia lo sabia, ella amaba el sol de verano,  lucir vestidos entallados y muy escotados,  ajustados shorts y diminutas faldas que le hacían justicia a su bien entallado cuerpo,  si bien,  ella era extremadamente hermosa,  podía ser una modelo de portada de revista,  media 1.72, piernas largas y anchos muslos,  una cintura diminuta, pechos grandes y firmes,  un rostro seductor con labios voluminosos,  cabello castaño y lacio,  ojos verdes,  tan verdes como los de Nate que si ellos hicieran un bebé ese niño sería un bello ángel.

Marcia se puso el vestido favorito de Abraham,  su querido novio,  un vestido color vino que se entallaba a su figura,  le quedaba arriba de las rodillas mostrando sus anchos muslos,  se cabello largo lo tenia en una gran trenza de lado y sus bellos ojos verdes resaltaban a un fino delineado negro.

Era hermosa,  más bella que Annie y Sandy y eso ella...  Y todos los que las conocían en París (Incluido Nate)  lo sabían.

— Annie llamó, vendrá por nosotras en 30 minutos en su auto nuevo — Dijo Sandy al sentarse en el sofá junto a Marcia.

— Puede manejar?  — Preguntó Marcia dejando su teléfono en las piernas.

— sí,  los mareos le desaparecieron y está muy feliz por eso.

— Bien — Dijo Marcia con una sonrisa — Sigo pensando que ya no debe trabajar,  no lo necesita... Y... El bebé que espera necesita cuidados.

— Te parece si hablamos con ella de eso?  — Preguntó Sandy poniéndose de pie.

— Sí.

— Bueno,  me iré a bañar antes de que llegue Annie.

— Bien,  le prepararé a Annie ese emparedado de queso y pollo que le gusta.

Entonces Sandy se dirigió al baño para apurarse y Marcia fue directo al refrigerador para sacar el pollo y el queso.

Si bien,  Marcia adoraba a Annie. Desde que la conoció junto con Sandy se habían encariñado con esa niña,  Sandra y ella había ido de "Vacaciones"a un lugar de París,  conocieron a Annie justo cuando un ebrio intento violarla, entonces se encariñaron con ella después de conocerla, la llevaron a su departamento,  le consiguieron empleo en la cafetería y conoció a Nate.... Para un par de años después comprometerse con él.

Entonces Marcia azotó la puerta del refrigerador.

— Mierda — Exclamó molesta.

Acto seguido su teléfono vibró en el sofá,  fue corriendo hacia allá y lo tomó a prisa,  seguramente era Abraham preguntando a qué hora llegarían pues la cafetería estaba llena,  ser novia del jefe no evitaba sus responsabilidades como mesera.

Estoy afuera,  sal rápido.
                                     Recibido.

No,  no era Habraham. Era un número no registrado pero que conocía cada cifra a la perfección, era de Nate.

Marcia se metió el teléfono entre el escote y acomodó el vestido para lucir bien,  intentó verse fenomenal para poder abrir la puerta.

— Hola — Dijo él.

Marcia antes de contestar lo empujo hacia atrás para salir y entre cerrar la puerta para evitar a toda costa que Sandy se diera cuenta.

Nate sonrió,  siempre le pareció adorable la actitud adolescente de Marcia,  cuando se ponía nerviosa con tan sólo verlo.

— Qué haces aquí — Preguntó lo más bajo posible para no ser escuchada.

— Te dije que hablaríamos,  no?  Bueno,  hay que hablar.

París en inviernoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora