Aquella voluntad que hubiera destrozado rocas,
hoy no es más fuerte que una leve brisa,
y los deseos hace tiempo dejaron de ser metas,
para ser solo fantasías.
Se vuelve tortuoso pensar en cantarle al mundo entero,
cuando mi voz ya no suena,
o intentar crear caminos en lo inexplorado,
cuando no puedo caminar siquiera.
Incluso algo tan simple como una idea,
en mi cabeza es otra espina,
y para aguantar esta agonía llamada vida,
debo desapegarme de ellas.
Cada sentimiento alguna vez sentido suena en mi pecho,
como si se rieran tras haberse ido,
y ni siquiera los quiero, ni siquiera los odio,
agradezco que se fueran porque no los extraño.
Y cada persona que he conocido,
se pierde poco a poco en el olvido.
Nada se han llevado, nada han traído,
porque de hecho yo mismo nada nunca he sido.
ESTÁS LEYENDO
Mi Locura y yo
Poetry- Recopilación de poesías que debieron haberse perdido en mi mente