Solo tengo un deseo.

5 de Febrero del 2015

Hoy comienzo a escribir mi diario por recomendación del doctor Lowry, médico de cabecera en mi familia, en fin ¿Cómo debería comenzar?
James Carter, último año de preparatoria, capitán y entrenador del equipo de baloncesto de la escuela preparatoria Lankaster, entre otras cosas.
Hoy regresé a clases, después de unas deprimentes vacaciones pensé que quizá asistir al colegio llenaría un poco más mi vida pero ¿en qué estaba pensando? De hecho creo que es peor que estar en casa sin hacer nada pues todo es demasiado sencillo para mi, al contrario de lo que cualquier persona pensaría soy alguien listo y aplicado a la escuela, por consecuencia casi no tengo amigos, mi círculo se reduce a cinco personas y ninguna estaba en mi salón, solo esperaba a que sonara la campana para correr al gimnasio y poder jugar.

Más tarde.
Cambié mi atuendo para poder jugar y entré al gimnasio decidido a darle la bienvenida a los chicos nuevos de el equipo, me sorprendió ver que eran pocos, al rededor de 15 alumnos solamente -bien, con ellos basta- dije.
-Por toda la escuela corre el rumor de que el campeón de la liga internacional de baloncesto juvenil entrenará y jugará para Lankaster así que muchos dudan de si mismos y no creen estar al nivel, o al menos eso escuché Carter- Se acercó Leon, mi viejo amigo de la infancia.
-Si ellos están aquí quiere decir que tienen suficiente confianza en sí mismos, eso me agrada.
-Quizá tengan confianza ahora, veremos como se desarrollan durante el año, y veamos cuantos quedan al final.
Reuní a todos los nuevos, nos presentamos y entrenamos hasta morir, amenace que el día siguiente sería peor, solo podía ver la mirada de terror en sus miradas jaja.
Me senté fuera de la biblioteca y comencé a divagar en mis pensamientos a la vez que escuchaba música en mis auriculares, llevaba así un rato cuando alguien de la nada alborotó mi cabello, me giré y ahí estaba ella, mi mejor amiga María.
-Perdona por hacerte esperar ¿llevas mucho sentado ahí?
-Jeje para nada Mari, acabo de llegar, bueno vamonos comienza a oscurecer.
Hablamos de tantas cosas que no puedo recordarlas todas, tengo buena memoria y recuerdo conversaciones con facilidad pero no lo sé, cuando estoy con María es como si apagaran mi cerebro, claro, no lo negaré, ella me gusta mucho y por supuesto que no lo sabe, estoy seguro de que si se enterara, todo terminaría aunque aveces parece como si yo también le gustara, la verdad no lo se.
Creo que con esto bastará por hoy, iré a descansar y a entrenar temprano así que debo de dormir.