Listo. Había salido de esa casa que solo se había encargado de arruinar mi vida; y no sabía cuándo volvería.
El frío se hacía notar y mi chaqueta estaba en la maleta, no había tiempo de sacarla, era hora de irme.
Sabía que al tomar la desición de irme solo había sido por impulso, todos creemos tomar la desición correcta por la necesidad de querer tener la razón, pero siendo honestos, nadie sabe que hacer. Los arbustos que se encontraban a los costados de las casas se movían con el aire, supongo que lo mejor era apurar el paso.
No quería tomar un taxi para llegar más rápido sólo quería huir de una manera "limpia".
Huir..., a estos extremos tuve que llegar, pero era algo que tarde o temprano tenía que pasar, si no era Rose seria yo, y quien en su sano juicio quiere quedarse en un lugar donde siempre lo estan señalando. Al menos yo no.
Llegue a la terminal de autobuses en menos de lo que pensaba, entre y solo había una taquilla abierta, con cerca de diez personas esperando. Mire las pantallas para ver la hora 11:55 así que me dirigí rápido a la taquilla para comprar mi boleto; la mujer que estaba ahí me vió de reojo y se agacho.
-¿Qué desea?- seguía agachada.
-BUENAS NOCHES, Pensilvania-dije -Un boleto.
-Toma- Me entrego el boleto -El próximo autobús sale en 10 minutos.
Mire el reloj de nuevo y me senté en las sillas que se encontraban ahí a esperar. Tenía que encontrar algo para matar el tiempo.
-Hoy han pasado muchas cosas para un solo día- pensé. Mi carta llegó, me trataron de matar (o algo así) y me separe de Rose para iniciar de nuevo.
Genial, había tratado de matar mi tiempo pensando en lo estupendo que había sido mi día. Fantástico, eres brillante Victoria.
-Último autobús de Coupeville con dirección a Pensilvania saliendo por puerta 2.- Dijo el megáfono que se encontraba en las puertas de salida.
Tome mi maleta, suspire y me fui a la puerta de salida sin mirar atrás. Subí con mi maleta y el chófer bajo su periódico y me miro. Rodé los ojos e iba a buscar un asiento cuando voltee de nuevo.
-Disculpe- Le pregunte al chófer. -¿Cuánto tiempo nos haremos?
-Tres horas cuarenta minutos.- El lo dijo sin bajar su periódico.
No le dí las gracias y me dirigí al segundo asiento de la última fila mirando hacia la ventana; en el segundo puse mi maleta. Vamos quien se sentaría conmigo, bueno, sinceramente ni siquiera querrían subirse al mismo autobús que yo.
Quería ir todo el camino mirando el paisaje y así ignorar a los oficinistas o los viajeros que iban conmigo en el autobús.
-¿Qué haces aquí?- Trato de susurrar -Se supone que todos están arriba.
-¿Victoria?- Era la voz de Rose. -¿Estas abajo?
El disparo sonó.
-Sujeta esto- Me dio el arma.
Me incline hacia delante haciendo que despertara de golpe. Me había quedado profundamente dormida.
-¿Qué?- Dije en voz baja, mi respiración estaba acelerada.
Mire a mi a mi alrededor y todos estaban dormidos o en sus teléfonos en el autobús. ¿Qué rayos había sido eso?
La pantalla que estaba arriba del retrovisor brillaba e hizo un sonido, esto me reincorporo e hizo que me "relajara" por muy ridículo que suene.
Había dormido demasiado, tanto, que fue todo el camino hasta Pensilvania; sentí que el sueño que había tenido duró horas, a pesar de que estos solo duran cinco segundos en el subconsciente humano, o tal vez no había sido un sueño, esto había sido un ¿Recuerdo?. No quería pensar en eso.
Los pasajeros comenzaron a salir del autobús, yo de igual manera tomé mi maleta y salí. Al poner mi pie en la terminal el cambiar de aires me devolvió la pureza y la sonrisa llegó a mi rostro.
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¡Huye! Victoria [Editando•]
Teen Fiction-Se que no puedo escapar del pasado, pero de lo que estoy segura es que puedo comenzar de nuevo- Esas fueron las últimas palabras que Rose escucho salir de mi boca antes de que me fuera para siempre.